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De hogares y de hogueras

Juzgo difícil la empresa de otorgar un nuevo sentido al concepto de “Patria” sin antes hacer lo propio con la realidad del patriarcado, fuente en donde la “Patria” (en principio, heredad del “padre”) baña sus premisas de origen.
Tipo de Nota: 
Opinión

De hogares y de hogueras

27 de Enero de 2012
Palabras clave

Querida Carmen: Las riberas del significado nos circundan. Nos emboscan. Nos traicionan. Y temo que la traición me tomó por sorpresa en el momento en que pudo interpretarse de mis palabras poner en titubeo el vital peso del hogar. Jamás tuvo cabida tal interés en mi cabeza. El hogar podrá ser dulce o amargo, fértil o baldío, celestial o terreno, pero negar su valor es un ejercicio inútil.

De aquí mi alusión a Odiseo como inaugurador de la raigambre épica en la cultura occidental, siempre apasionada en el afán de un retorno que no termina de amarrarse. Digo más: el hogar es un mal (o un bien) tan necesario que hasta las tortugas llevan el suyo a cuestas.

Ahora bien, mi tentativa fue llevar al rincón del acusado la idea de fusión entre patria y hogar, dado que lo único existente entre este par de abstracciones es una relación de subjetividades que aparecen o desaparecen ...

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