¡Qué valiosas horas de vida las que se desperdician entre cabinas de metal y vidrio con ruedas que han alcanzado hasta cuatro kilómetros por hora! ¡Es realmente de locos! Eso, sin tomar en cuenta que en época de lluvia, cuando las calles son ríos, el tiempo se puede desperdiciar al triple. Pienso en el tiempo como algo realmente sagrado: se podría aprender un nuevo idioma, visitar a amigos y a la familia, aprender una nueva receta, sacar un nuevo diplomado o simplemente echar la hueva. Pero no: invertimos más de tres horas diarias en recorrer distancias menores de 17 kilómetros, más del doble del tiempo por la misma distancia en ciudades más densas y más grandes, como Londres y Nueva York. ¡Una verdadera locura!
Cuando Quique Godoy todavía tenía su programa en la radio, una vez dijo: «Tú eres el tráfico». Y cada vez que enciendo el carro me acuerdo de la frase. Recientemente, por un trabajo de la universidad, investigamos el asunto en equipo. Lo definimos como un problema sistémico y analizamos más de 18 variables. Y con toda la convicción del caso les digo que no estoy de acuerdo con la frase. Esta fue dicha porque en la ciudad de Guatemala, según datos de la Unidad de Movilidad Urbana de la Municipalidad de Guatemala, la mayoría de los vehículos privados, como el mío, viajan con una sola persona a bordo, realizan más de seis viajes al día y crean más horas pico de las que se hacían hace cinco años. Estos vehículos provienen principalmente de municipios aledaños (ciudades dormitorio) y consumen más del 70 % de la capacidad del sistema vial transportando apenas al 30 % de la población a la capital (que concentra las actividades de recreación, educación y empleo). En cambio, en ciudades con transporte público intermodal, la estadística es inversa: el 70 % de las personas se mueve utilizando el 30 % de la capacidad del sistema vial.
He tenido la oportunidad de viajar a diferentes ciudades y el gusto de utilizar transporte público de calidad a bajo costo. No creo que sea un tema de libre mercado, sino que tiene que estar fuertemente controlado y coordinado. Yo sería de las primeras personas en pasarme a transporte público, pero, eso sí, si me garantizan seguridad y comodidad. Entonces, ¿qué sucede? Muy poca seguridad y muy poca comodidad en el transporte público hacen que sea más atractivo moverse en transporte privado. Y este aumenta cada vez más por su accesibilidad económica. Por ello vemos más carros y motos en circulación. No es que yo sea feliz pagando cuotas del carro, cambios de llantas, mantenimiento, seguro, o teniendo que manejar y corriendo el riesgo de llevarme la responsabilidad en un accidente. ¡No me hace nada feliz! Imagino que a nadie.
[frasepzp1]
Tendría que usar, principalmente, una camioneta de la ruta 40 para moverme hacia otras rutas y, aparte de ser de las más saturadas, es de las más peligrosas. Ya que puedo pagarme el transporte privado, entonces lo hago, pero no lo haría si existiese una alternativa. Podría ahorrar ese dinero y usarlo en cualquiera de las actividades ya mencionadas. Sin embargo, estoy considerando seriamente una bicicleta eléctrica, aunque la infraestructura vial para bicicletas no llega a mi sector, pero ese es otro tema.
Sé de amigos a los que les han robado y que han tenido que cambiar su forma de vestir para no llamar la atención. Sé de mujeres a las que les han faltado el respeto. Los buses van saturados, y no falta la ayuda forcivoluntaria que solicitan sujetos que se suben a ellos. Para nada seguro. Sin mencionar la poca seguridad para los pilotos, que hizo que en 2013 esta fuera la profesión más peligrosa del mundo debido a los constantes asesinatos de conductores por falta de pago a extorsionistas. Me siento mal de tener este privilegio y de saber que muchas personas no tienen otra alternativa.
No habrá un cambio de cultura vial si no se presentan alternativas públicas de transporte colectivo para que los guatemaltecos viajemos cómodos y seguros sin importar nuestro nivel económico. Desde el movimiento del paracuandismo, ¿para cuando más rutas y unidades de Transmetro?, ¿para cuándo un sistema intermodal intermunicipal?, ¿para cuándo más alternativas de transporte?, ¿para cuándo seguridad para los conductores de autobuses?, ¿para cuándo un transporte digno? Yo no quiero vivir en el tráfico.
Más de este autor