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Un hombre llamado Manuel (el espía del FBI)

«Es que quería confiarte, el dinero que, que, que, que ellos me dieron, él es un amigo. Pero no está en cosas buenas, ¿me entiendes?»
El colaborador identificó una maleta azul y otra de color negro. Dijo que eran el mismo tipo de bolsas en las que Valladares le entregaba el dinero
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Un hombre llamado Manuel (el espía del FBI)

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Ilustración: Dénnys Mejía
Historia completa Temas clave

Los documentos liberados por la Corte del Distrito Sur de Florida no explicitan los nombres de los colaboradores del FBI, pero tanto en el informe contra Acisclo Valladares como en el del banquero Álvaro Cobar, aparece, por separado, el testimonio de un político capturado. Ambos testigos comparten la misma descripción: fueron acusados por lavado de dinero y narcotráfico como delito subyacente, aceptaron los cargos y colaboran para reducir su sentencia. En la acusación contra el banquero se revela su nombre: «Manuel» quien ayudó al FBI a filmar la entrega de dinero a Cobar y a registrar otras operaciones ilegales.

Aceptar los delitos ante la justicia estadounidense es bastante parecido a firmar un contrato presionando el botón «sí a todo», incluso a la obligación de participar en operativos encubiertos para delatar a más criminales.

Manuel Baldizón, excandidato a la presidencia por el partido Libertad Democrática Renovada (Lider), presionó ese botón el 3 de octubre de 2018, cuando aceptó los cargos por recibir dinero del narcotráfico, participar en transacciones financieras con dinero que provenía del narcotráfico; y prometer y proveer beneficios a cambio de dinero y otras compensaciones.

La sentencia máxima para este caso era de 20 años. La parte acusadora calculó que la podría reducir a entre 5 y 7 años si colaboraba con la justicia estadounidense. Finalmente, la Corte del Distrito Sur de Florida lo sentenció a 4 años y 2 meses. Tamaña reducción suele beneficiar a quienes aportan información considerable para capturar a otros conspiradores que cometieron delitos en Estados Unidos.

Los indicios que apuntan a Baldizón

Hay varias razones para creer que los testimonios utilizados para acusar a Acisclo Valladares, exdirectivo de Tigo, exalto cargo del gobierno de Otto Pérez y exministro de Jimmy Morales, y al banquero Álvaro Cobar, provienen de la cooperación de Manuel Baldizón. La primera es que los tres procesos son manejados por la misma Corte, la del Distrito Sur de Florida. Además, los tres informes que describen las acciones criminales fueron elaborados por el mismo agente especial del FBI, Paul J. West, que desde 2013 investiga a organizaciones vinculadas al narcotráfico en Guatemala.

En una publicación anterior de Plaza Pública se consignó que Baldizón coincidía con el perfil del testigo que acusó a Valladares identificado como CC1 (co-conspirador 1). No obstante, información hallada en otros expedientes hace que encaje mejor con la persona nombrada como CW3 («testigo cooperante» por sus siglas en inglés).

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En la acusación contra Valladares, el agente especial West identifica a este testigo como un acusado por lavado de dinero, juzgado por narcotráfico como delito subyacente (Baldizón aceptó lavar dinero proveniente del tráfico de drogas), que colabora para recibir una sentencia menor (aceptó hacerlo el 3 de octubre de 2019), y que en 2012 pertenecía a un partido político (el partido Lider fue fundado en 2010, ganó su primera elección en 2012 y se convirtió en una de las dos bancadas más importantes durante ese periodo legislativo).

En la acusación contra Cobar identifican a un testigo como CW3, que lavó dinero, fue acusado por narcotráfico como delito subyacente, y firmó un acuerdo de culpabilidad para reducir su sentencia. En una parte de la acusación, un narcotraficante que aceptó colaborar con la justicia narra cómo entregó dinero al banquero en nombre de «Manuel», en referencia a CW3. La captura de Cobar se anunció el mismo día y en el mismo comunicado que lanzó la Embajada de Estados Unidos en Guatemala para anunciar la apertura de un proceso contra Baldizón.

La cámara oculta

En total son cuatro las interacciones que el FBI (Buró Federal de Investigaciones, por sus siglas en inglés) grabó en video o audio, tres realizadas por «Manuel» y una cuarta grabada por un narcotraficante detenido en Estados Unidos que aceptó colaborar con la Justicia.

La primera ocurrió el 30 de enero de 2019, cuatro meses después que a Baldizón lo acusaran de lavar dinero y tres después de que aceptara colaborar. Bajo supervisión del FBI, «Manuel» conversó por Whatsapp con el banquero Cobar, entonces directivo del Banco de Crédito, institución financiera controlada principalmente por su familia.

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En «código» el testigo CW3 (posiblemente Baldizón) le pide ayuda para transferir dinero en efectivo de «allá (Guatemala) para acá (no especifica)».

Cobar pregunta si el dinero estaba en Guatemala.

Bajo la mirada de los agentes, el colaboador responde que sí: «todas las comisiones serán pagadas».

Según la acusación que Cobar aceptó, tenía un sistema de lavado mediante «transacciones espejo», es decir, depositaba en la cuenta bancaria de una empresa en Guatemala, luego retiraba dinero de otra empresa en Miami u otra ciudad en Suramérica. El dinero en realidad nunca salía del país. Su comisión por cada transacción era el 17% del monto lavado.

Los documentos consignan que CW3 y Cobar se conocieron en 2017, cuando el banquero le habló de su habilidad para recibir grandes cantidades de dinero y colocarlos dentro del sistema bancario. Años más tarde esa insinuación se convertiría en grandes transacciones de efectivo y, en 2019, en filmaciones usadas en contra de Cobar.

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La segunda operación en la que participó el colaborador que comparte características con Baldizón ocurrió el 12 de febrero de 2019, en Miami, Florida. El agente especial no dice si colocaron cámaras y micrófonos en el cuerpo de CW3, o si se grabó desde otro lugar. Solo indica que las imágenes capturan claramente la cara de Cobar. Conversaron respecto a mover más dinero, ahora desde Miami hacia Guatemala.

La operación del 29 de marzo da más detalles de cómo CW3 facilitó al FBI más pruebas en contra de Cobar. Ocurrió mediante una llamada, de nuevo, todo bajo supervisión de los investigadores.

En la conversación CW3 le dijo a Cobar que enviaría a un amigo a la oficina.

«Me hará un favor», agregó.

El colaborador preguntó si a su amigo le pedirían identificarse cuando llegara.

«No, no, no, no, para nada», remarcó Cobar.

Según lo acordado «el amigo» llevaría el dinero. El registro refleja en esta parte un tartamudeo constante, poco común en una persona como Baldizón, acostumbrada a extensos discursos políticos.

«Es que quería confiarte, el dinero que, que, que, que ellos me dieron, él es un amigo. Pero no está en cosas buenas, ¿me entiendes?»

Cóbar soltó una carcajada.

«Mi amigo está involucrado en otras cosas», continuó CW3, «digamos, malas, pero otro tipo de cosas. Entonces me ofreció apoyo, y me está dando apoyo. Pero no quiere que le pregunten por su dirección, papeles o cosas».

Cobar respondió que no habría problemas, y repitió que su amigo no tendría que firmar nada.

«Sí por lo que, lo que él está involucrado… me está haciendo un favor». CW3 repitió la petición de su supuesto amigo. «Lo más importante es… es que sea con total confidencialidad.»

«Por supuesto», respondió Cobar, «yo me encargo.»

La última operación grabada es la que terminó de inculpar al banquero, y aporta indicios más certeros para pensar que fue Baldizón quien facilitó su captura.

El 9 de abril Cobar conoce al amigo de CW3, un testigo nombrado como CW4, que se convirtió en colaborador del FBI después de aceptar su culpa como narcotraficante. El agente especial hace hincapié en que el narcotraficante y el testigo que semeja a Baldizón en realidad no se conocían. Todo era parte de un plan orquestado por el FBI en territorio guatemalteco.

El narcotraficante confeso llegó a la oficina de Cobar en la ciudad capital. Minutos antes el informe indica que los agentes del FBI lo equiparon con cámaras y micrófonos, se aseguraron de que no portara dinero, y le dieron un paquete con aproximadamente 20,000 dólares. Debía interpretar el papel de un narcotraficante.

CW4 se presentó en la recepción, dio un nombre falso y lo hicieron pasar.

«Tengo una pequeña orden para usted… de Manuel», dijo ante el banquero

«¿Lo contó?»

«Sí, ¿se lo entrego».

Cobar respondió que sí. El momento en que recibió el efectivo quedó registrado en la cámara. La operación había sido un éxito.

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El narcotraficante y Cobar conversaron sobre la posibilidad de hacer más transacciones. El banquero dijo que «la siguiente vez» se reunirían en un lugar aún más privado.

«Al final es como que vinieras a hablar conmigo por un crédito o algo», dijo el banquero pensando en la excusa que podrían dar si los veían juntos.

A Cobar lo detuvieron el 12 de noviembre de 2019 y aceptó todos los cargos en su contra el 12 de marzo siguiente. Su testimonio fue clave para inculpar a Valladares.

Las maletas de Acisclo

La acusación en contra de Acisclo Valladares Urruela se sostiene sobre varios testimonios, además de documentos. Uno es el de Cobar, que narra cómo se conocieron en una reunión en 2015. Tiempo después, conversaron sobre la necesidad de dinero en efectivo que tenía Valladares: cantidades grandes y de manera frecuente.

Cobar le aseguró que podía conseguir ese dinero, pero que provenía de actividades ilegales. Más de una vez Valladares se mostró despreocupado por la advertencia. Según las investigaciones, Cobar ayudó a que el exdirectivo de Tigo y exfuncionario de Otto Pérez y Jimmy Morales, lavara 9.5 millones de dólares entre 2015 y 2018.

Otro testimonio incriminatorio es el también identificado como CW3: Un político acusado de narcotráfico como crimen subyacente, que confesó haber lavado de dinero en Estados Unidos, y que había decidido cooperar para reducir su pena, al igual que «Manuel».

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CW3 narra que conoció a Valladares en 2012. El entonces directivo de Tigo dijo que quería apoyarlo. Semanas más tarde Valladares se presentó con una maleta llena de dinero en efectivo, aseguró que era para repartir entre los miembros electos del partido, a cada uno 1,500 dólares en promedio. 2012 fue el primer año en que Lider ganó escaños en las elecciones: 14, tras dividir a la Unidad Nacional de la Esperanza. Un mes después Valladares volvió con otra maleta de dinero similar a la primera.

En 2014 CW3 y Valladares volvieron a tener una reunión, esta vez, acordaron que Valladares haría una entrega mensual de dinero durante todo 2015. Los investigadores del FBI mostraron al colaborador la fotografía de maletas que contenían dinero, es la misma imagen que utilizó la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio Público como prueba en contra de Roxana Baldetti. Según la acusación en Guatemala, las maletas fueron recogidas por agentes de la SAAS en las oficinas de Tigo y llevadas a Casa Presidencial. Según la Fiscalía, contenía dinero para pagarle a diputados a cambio de votar según las instrucciones de la exvicepresidenta.

El colaborador identificó una maleta azul y otra de color negro. Dijo que eran el mismo tipo de bolsas en las que Valladares le entregaba el dinero. En total, calcula que Valladares le entregó 18 millones de quetzales.

El agente especial anota en su informe un comentario de CW3. En ese tiempo, recuerda el colaborador, el Congreso discutía «una ley de telecomunicaciones. La ley aprobada finalmente tenía un número de requisitos» que solo cumplía una compañía de celular y era la única que los cumplía y pretendía «efectivamente asegurar el monopolio a través de los sobornos pagados por Valladares­». La descripción y fechas coinciden con los días en que el Congreso aprobó la llamada «Ley Tigo», legislación creada originalmente para obligar a las telefónicas a bloquear la señal telefónica en las cárceles, pero que terminó beneficiar al oligopolio de estas compañías. Actualmente Valladares es requerido por la justicia en Estados Unidos, la página oficial de la Interpol lo incluyó en el listado de personas buscadas a nivel internacional.

Además de haberlo delatado verbalmente ¿pudo Baldizón haber hecho trabajo encubierto para grabar con video o micrófono alguna conversación con Valladares? La probabilidad es baja. Por un lado, el acuerdo de colaboración lo firmó el 3 de octubre de 2018 y la investigación en contra de Valladares llega hasta diciembre de ese mismo año. Por otro lado, el testimonio que más coincide con las características de Baldizón no menciona grabación alguna.

Esto no quiere decir que los agentes hayan utilizado a «Manuel» solo para grabar a Cobar. Cualquier interacción del expolítico guatemalteco ocurrida entre el 3 de octubre de 2018 y el 21 de enero de 2019, fecha en que fue pública su detención en Estados Unidos, pudo quedar registrada por los micrófonos y cámaras ocultas del FBI. En su informe, el agente especial West asegura que no revela todos los detalles, dejando entrever que cuenta con más información que podría involucrar a más figuras guatemaltecas.

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