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La Fiscal General de la República, María Consuelo Porras, durante la rueda de prensa después de haber sido entrevistada por la Comisión de Postulación, el miércoles 06 de abril. Simone Dalmasso

La orquesta de Consuelo Porras

Entre los decanos sospechan, ahora después de unos días, que la estrategia fue desde el principio esa: ganar tiempo para obtener el amparo de la CC
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La orquesta de Consuelo Porras

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La selección de Consuelo Porras en el listado final de seis candidatos —entre los que será seleccionado el próximo fiscal general— fue la culminación de una «obra» que comenzó su preparación meses antes. Con el cambio de decano de Derecho de la Universidad Rural, las objeciones al decano de la Universidad Da Vinci; la prohibición para que participaran jueces; la amenaza para no revisar su tesis doctoral y por último el amparo de la CC que obligó a que votaran por ella.

Quienes asistieron en las últimas semanas al Palacio de Justicia a observar el proceso de selección de seis candidatos finales para ser el próximo fiscal general, también presenciaron una obra de coordinación digna de una orquesta que interpreta la sinfonía 40 de Mozart.

La presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Silvia Valdés, fue la directora de la obra. Aceleraba el proceso cuando le interesaba pasar rápido en la entrevista o valorar a un candidato, o lo hacía lento cuando su interés era calificar las cualidades de otro sin prisa. Su batuta era el micrófono.

Valdés encontró en el decano de la Universidad San Pablo (y secretario de la Comisión de Postulación), Luis Aragón, su «solista de sección», ese músico que sobresale de los demás para acentuar algo, en este caso fue la necesidad de seleccionar a Consuelo Porras por «su puntaje». Aragón tuvo el apoyo del decano de la Universidad Panamericana, Enrique Sánchez, y el decano de la Universidad del Istmo, Alejandro Arenales.

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El Presidente del Colegio de Abogados y Notarios (Cang), Fernando Chacón; el presidente del Tribunal de Honor del Cang, Alejandro Racancoj; y el decano de la Universidad de San Carlos (Usac), Henry Arreaga, fueron como los «segundos violines», únicamente fueron parte del acompañamiento, jamás opinaron y parecía que solo seguían el voto de la presidenta de la CSJ.

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Los cuatro movimientos

La sinfonía 40 de Mozart (la más famosa del autor austríaco) está dividida en cuatro movimientos.  El primero es un  llamado  «molto allegro» y es ágil.  Así como fue la selección  en la primera ronda de votación. Los 15 integrantes de la Comisión de Postulación seleccionaron a cinco de los seis integrantes de la lista final que debe ser enviada al Presidente de la Nación. 

El candidato Néctor De León obtuvo 13 votos a favor; Jorge Luis Donado logró 12 votos  favorables; Apolonia Monge 14; Gabriel García Luna 10 y Henry Wilson 12.

En esta primera ronda, Porras obtuvo ocho votos con los que se quedaría hasta que los decanos fueron presionados por la CC.

El segundo movimiento de la sinfonía se le conoce como «andante» y es lento. Así como fueron las ocho rondas siguientes de votación en los que el último puesto para integrar la lista de seis se los peleaban tres candidatos: Consuelo Porras, Silvia Juárez y Maynor González.  El primero que obtuviera  los diez votos sería seleccionado.

Porras tenía un apoyo rígido de ocho votos a favor y siete en contra. Jamás se modificó este número en nueve rondas de votación. Mientras que la fiscal de Delitos Contra el Ambiente, Silvia Juárez, estuvo a un voto de ser la sexta seleccionada ya que en la primera ronda obtuvo nueve.

Esto debió asustar mucho a quienes querían a Porras dentro. Ya que en la segunda ronda de votación Aragón (U. de San Pablo) y Sánchez (Upana) cambiaron su voto a favor a en contra, pero el decano de la Universidad Francisco Marroquín, Miltón Argueta, le dio su voto. Si Argueta hubiese votado a favor en la primera ronda, Porras habría quedado afuera. Durante dos días y nueve rondas nada cambió: Porras, ocho votos; Juárez, perdió el voto de Argueta y quedó en siete al igual que González.

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La fase final

El tercer movimiento de la sinfonía es un compás de tres tiempos. Así como fueron tres de los integrantes de la Comisión que tomaron las riendas para retrasar la votación. En ese momento no estaba claro para qué, pero horas después se sabría. El primero fue Sánchez (Upana) quien llamó a sus compañeros de la Comisión para que dieran a conocer por qué motivo no votaban por la de mejor puntaje: Porras. Le siguió Aragón (U. San Pablo), quien de forma velada también pidió el voto por la actual Fiscal General. Valdés (CSJ) indicó que el voto para Porras era por su capacidad. El trío de comisionados fueron los únicos que levantaron la voz para pedir el voto.

Al no obtener resultados pasaron a la segunda fase de su plan. El primero en actuar fue Aragón (U. de San Pablo), quien en la noche del miércoles al no obtener los votos después de cinco rondas pidió tiempo para salir de la reunión «por temas personales». Así logró retrasar la audiencia por dos horas. A su regreso, la votación continúo, pero al no lograr los votos la presidenta de la CSJ (también de la comisión de Postulación) solicitó suspender la audiencia, pero solo obtuvo cuatro votos a su favor.

Así que en una medida de astucia solicitó que se evaluarán los expedientes para tener más tiempo para la votación. Así logró alargar el proceso hasta que el reloj marcó las 01:00 horas ya del jueves 21 de abril. En ese momento solicitó un receso hasta las 9 de la mañana para continuar.

Antes que comenzara la reunión del jueves 21 de abril, el abogado Erick Castillo presentó un amparo ante la Corte de Constitucionalidad (CC) para que los candidatos de mayor puntaje fueran incluídos.

La Comisión de Postulación realizó una votación más, pero con los mismos resultados. Valdés indicó que debía ausentarse por dos horas para mantener una reunión. Pasado ese tiempo indicó que había sido informada por la CC que se aceptó el trámite del amparo.

Entre los decanos sospechan, ahora después de unos días, que la estrategia fue desde el principio esa: ganar tiempo para obtener el amparo de la CC.  La Comisión de Postulación paralizó las votaciones ya que debían informar a la CC sobre sus actuaciones.  Así se decidió que se suspendía la reunión para continuar con la votación el sábado 23.

La última parte de la sinfonía es el allegro assai que está marcado por lo frenético y lleno de tensión. El viernes 22 de abril a la 1 de la mañana la CC notificó que había dado el amparo. Los magistrados de la CC corrieron para fallar a favor de que la «meritocracia» debía ser tomada en cuenta a la hora de seleccionar.  A las 8 de la mañana, la presidente de la CSJ envió un «whatsapp» a los 14 integrantes restantes de la comisión para informar de la decisión de la CC y que debían reunirse a las 16 horas.

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Durante el día se especulaba qué decisión iban a tomar los siete decanos que habían votado durante nueve rondas en contra de Porras. En programas de radio decían que la CC les estaba doblando el brazo para que le dieran el voto a la actual Fiscal General.  Fue hasta las 17:05 horas que ingresaron los integrantes de la comisión al pleno con una hora de retraso. 

Valdés leyó la resolución de la CC y después pasó a la votación.  En el rostro de los decanos se podía ver la tensión: la primera en cambiar el voto fue la decana de la Universidad Da Vinci. En la décima ronda de votación le dio el voto a Porras. Le siguió la Universidad Regional, Universidad Rural, Rafael Landívar, Universidad Francisco Marroquín, Universidad Mesoamericana y la Universidad Mariano Gálvez. Todos habían votado en contra de Porras, pero después de la orden de la CC cambiaron su voto. Al final recibió 15 votos. 

Al culminar no hubo aplausos, solo silencio.

Toda la estrategia realizada para que Porras fuera incluída en la lista final de seis candidatos tuvo efecto. Hace cuatro años, la actual Fiscal General logró convencer al expresidente Jimmy Morales de elegirla en una lista donde también habían jueces y fiscales de carrera.

En esta ocasión Porras sufre el desgaste de haber estado al frente del MP por cuatro años en los que se le acusa de paralizar casos de corrupción de políticos, incluido el propio presidente Giammattei.

Está por verse si el mandatario fue seducido por aquellos que hicieron de todo porque Porras fuera incluída en la lista o si por el contrario prefiere un cambio al frente del MP.  En la primera semana de mayo se sabrá el final de esta obra.

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