El debate del día número 20 se reanudó con la protesta del abogado defensor de Ríos Montt, Danilo Rodríguez. Él solicitaba que se suspendiera definitivamente el juicio por genocidio y delitos contra deberes de la humanidad en el área ixil, Quiché, debido a que la Corte de Constitucionalidad había notificado a la juez Carol Patricia Flores, para que hoy incluyera las pruebas de descargo de la defensa, en el tribunal A de Mayor Riesgo. No obstante, la juez Yassmín Barrios indicó que esas pruebas -peritos, testigos y documentos- ya habían sido incluidas en el actual debate tras una decisión del tribunal de acuerdo con amparo provisional que dictó la Corte Suprema de Justicia.
Al solicitar la palabra, César Calderón, defensor de Mauricio Rodríguez, señaló que el tribunal tomó esa decisión cuando no le correspondía resolver un amparo previo que no iba dirigido a ellos, sino a un juez contralor, de una fase previa, y que por lo tanto habían actuado fuera de su jurisdicción al incluir, durante el debate, la pruebas de la defensa. Solicitó, en consecuencia, que el debate se suspendiera por 24 horas. "Así los abogados podemos acudir a la audiencia en la que la juez Flores conocerá, hoy, las pruebas de ambas partes. No sabemos lo que decidirá. No sabemos si ella, luego de recibir las pruebas, agendará un nuevo día y una nueva fecha para el inicio de este debate, por lo tanto pido que se suspenda este debate y esperar la decisión de la juez Flores", dijo ante el tribunal.
Su petición fue declarada sin lugar. El tribunal reiteró que actuaron conforme a derecho, respaldados por la Corte de Constitucionalidad.
Ante la negativa de sus solicitudes, los abogados se declararon en "resistencia pacífica". Fueron aplaudidos por los familiares de los militares. César Calderón tomó la palabra y habló por Danilo Rodríguez, Marco Antonio Cornejo, Moisés Galindo y Alfonso Marroquín. "Abandonamos la sala como un acto de protesta ante la negativa del tribunal y nuestras solicitudes".
Los generales Ríos Montt y Rodríguez Sánchez quedaron desatendidos por todos sus abogados. Solos, con gestos de incertidumbre, los acusados intentaron dialogar con sus representantes, por orden de la juez Barrios, para que regresaran al debate. También la juez ordenó a los oficiales de la Corte Suprema de Justicia los encontraran y los obligaran a defender a los acusados. Luego de 30 minutos de espera, ninguno volvió a la sala.
El Ministerio Público y Caldh, la querellante, pidieron al tribunal que la defensa fuera sustituida por abogados de la Defensa Pública Penal. El tribunal, sin embargo, decidió aplazar la audiencia por un día. "Esperamos a los abogados defensores para el día de mañana. No es ético dejar a alguien sin defensa cuando ya se ha iniciado un proceso en su contra".
La sala continuaba abarrotada luego de una hora de incertidumbre en la que los generales quedaron desamparados.