Sin decirlo, y con ese modito sarcástico de su sonrisa, el líder del partido de los oscuros militares vinculados a los regímenes de terror y corrupción ha querido poner contra la pared al Congreso bajo el supuesto de que solamente el presidente es legítimo y de que los demás están allí para hacerle los mandados.
La reunión, realizada este lunes 1 de febrero, contó con la escenografía ostentosa de la que gusta nuestro actor presidente. Acompañado de sus más próximos funcionarios, llegó no solo a presentar una solicitud que a él había dirigido el ministro de Finanzas, sino también a poner en escena una supuesta crisis institucional que urge a contraer deuda interna cuanto antes. En la mesa se sentaron todos los jefes de bloque del Congreso, un amplio espectro de políticos de distintas tendencias y prácticas, que hicieron visible lo difícil que es en un ente democrático como ese tomar decisiones a toque de tambor. Dato característico de la política guatemalteca fue que apenas dos mujeres aparecieron como jefas de bloque: Nineth Montenegro y Sandra Morán. El resto, purititos varones, representantes de esa sociedad machista del siglo XIX que es aún Guatemala.
En su estilo de decir medias verdades, el actor presidente urgió a los diputados a aprobarle para ayer una millonaria deuda, para lo cual les entregó copia de la carta que el ministro de Finanzas le hizo llegar. El presidente no se tomó el tiempo de pedir análisis y ajustes sobre otras opciones y posibilidades. Armó el show mediático sin siquiera entregar al Congreso la iniciativa de ley debidamente redactada. Aunque sabe que sin ella el proceso legislativo no puede comenzar, la campaña de presión y desprestigio al pleno ha comenzado.
El pedido de FCN-Nación es que cuanto antes se apruebe la colocación de bonos del tesoro por 1 633 millones de quetzales, los cuales supuestamente urgen para atender las necesidades del MP (490.7) y la USAC (400), como aportes extraordinarios, y del Organismo Judicial (OJ, 195), el Programa de Incentivos Forestales (Pinfor, 271), el Programa de Incentivos para Pequeños Poseedores de Tierras de Vocación Forestal o Agroforestal (Pinpep, 127) y el fideicomiso del transporte de la ciudad de Guatemala (150) en sus aportes aprobados.
El chantaje consiste en afirmar que, si el Congreso no aprueba la deuda cuanto antes, esos organismos no podrán funcionar, que será culpa del Legislativo si la justicia no funciona y que la universidad y el transporte público pararían mañana porque no tienen dinero. Todo ello es falso, pues, si bien el Ejecutivo no tiene dinero fresco para cubrir todas sus necesidades, de momento puede postergar muchos otros gastos para cuando la SAT haya recaudado algo más y así cubrir las necesidades según un programa racional de desembolsos.
Pero en la práctica el chantaje tiene también otros mecanismos más sutiles. Nadie en sus cabales puede negar en este momento los recursos extras al MP, que ha demostrado que, pese a sus limitaciones, con un poquito de libertad, responsabilidad y profesionalismo tiene sentados en el banquillo de los acusados a una gavilla de depredadores del erario público, a militares responsables de crímenes de lesa humanidad y a varias cuadrillas de blanqueadores de capitales, por citar los casos más emblemáticos. El MP y el OJ requieren más recursos, pero la necesidad no es para ayer, por lo que antes debe ponerse sobre el tapete si se contrae deuda interna más cara o si se espera deuda externa mucho más barata y con plazos de pago más amplios.
Junto a ellos se puso a la USAC, que, si bien siempre tiene necesidades, no había hecho antes mención pública de la urgencia de esos 400 millones extras. Recuérdese que el PP le ofreció ese monto, pero lo condicionó a la construcción de un hospital escuela nunca solicitado. La USAC misma se ha opuesto en otros momentos, y con argumentos serios, a que se contraiga deuda interna, por lo que ahora resulta curioso que de la noche a la mañana le urjan 400 millones y que no se pueda esperar a la negociación de deuda externa o a la reforma de la SAT.
Pero resulta que eso es tan solo la envoltura del paquete, pues lo que está en el centro de la solicitud de FCN-Nación son los millonarios fondos para el Pinfor y el Pinpep: cuarta parte de todo el monto, programas gestionados y administrados clientelarmente por todos los Gobiernos y de cuyos resultados no hay una sola evaluación externa. Y quienes los han analizado seriamente los consideran, como en el caso del reparto de fertilizantes, programas ineficaces, ineficientes y altamente onerosos. Pero resulta que, además de las clases medias capitalinas, los grandes electores de FCN-Nación fueron los distintos grupos de supuestos ex patrulleros civiles que desde el gobierno de Alfonso Portillo fueron incluidos en el reparto de dinero bajo el supuesto de que ayudarían a reforestar. A Jimmy Morales y a su FCN les urge pagarles el voto o al menos decirles que el culpable de que no se pueda hacer es el Congreso. No importa que esto sea en el más burdo y común clientelismo. Expatrulleros contra el Congreso, la amenaza velada del partido de Avemilgua.
Resta el fondo para el subsidio al transporte urbano. Todo mundo sabe que los montos anteriores fueron dedicados a la campaña de Líder, pero también se sabe que Morales no está interesado en exigir controles o evaluaciones sobre cómo se ha usado ese subsidio, tal y como dejó ver en entrevista a Nómada. La amenaza implícita está en que los autobuseros paren y, de nuevo, en que la culpa se ponga en el Congreso.
Pero resulta que en el Legislativo, por lo que se ha visto en las últimas votaciones, hay al menos una mayoría de entre 85 y 100 diputados que están decididos, por distintas y variadas razones, a dignificar la política y sus procedimientos, por lo que es de esperar que, sin caer en el obstruccionismo simplista, se proceda de acuerdo con la lógica política y financiera en beneficio del país, y no de las clientelas universitarias y expatrulleras de FCN-Nación.
De esa cuenta, antes que nada, el Congreso debe establecer un amplio debate sobre los riesgos a corto y mediano plazo de adquirir más deuda interna. Priorizar al MP y al OJ en toda solución de emergencia. Exigir a la USAC un plan serio y debidamente justificado para el uso de ese monto extraordinario, que, de ser necesario, bien podría ser aplicado al final del período fiscal 2016.
Exigir evaluaciones externas al Pinfor y al Pinpep que permitan saber dónde y cómo se pueden aplicar esos subsidios con eficacia y eficiencia, demandando al MAGA controles estrictos para evitar el más puro y simple clientelismo, de modo que los beneficiarios sean aquellos que efectivamente lo necesitan y puedan usarlo adecuadamente, sean o no ex patrulleros de autodefensa civil.
Y antes de asignar más recursos al subsidio del transporte urbano, que el Ejecutivo establezca un plan efectivo y eficiente de transporte que evite, como sucede actualmente, que todos los guatemaltecos financien el enriquecimiento de dueños de motores antiguos que sobre desechos de lámina transportan personas.
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