Comienzo este mapeo con la aclaración de que en todos los bandos puede existir gente transparente y gente oportunista, la última principalmente en los sectores que defienden deliberadamente intereses y privilegios ilegítimos e ilícitos. Ningún bando es puro y pulcro, y asegurar lo contrario es irreal en cualquier panorama político de cualquier parte del mundo. De lo que se trata es de advertir y explicar qué bando apoya más los cambios y las reformas que están sobre la mesa, necesarios para luchar contra la corrupción y avanzar hacia el desarrollo.
En contra de las reformas y a favor de la restauración. Este bando está integrado por Visión con Valores (VIVA), Compromiso, Renovación y Orden (CREO), Unión del Cambio Nacional (UCN), el Partido Unionista (PU), la mayoría del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), los diputados del Partido Patriota (PP) y de Libertad Democrática Renovada (Líder) que se quedaron sin partido, algunos independientes y Linares Beltranena. Tienen como aliados virtuales a los netcenters pagados con dinero de dudosa procedencia. De parte de la sociedad civil los apoyan radicales de derechas encabezados por Giovanni Fratti y, de forma organizada, la Fundación contra el Terrorismo y Guatemala Inmortal. Los últimos también son de derechas, pero ante todo son recalcitrantes e intransigentes y están liderados por Ricardo Méndez Ruiz y Zury Ríos.
Posición parcial (a favor y en contra) e indecisos. Este bando está integrado por el Movimiento Reformador (MR) y por algunos diputados del FCN-Nación y de Todos. Su principal aliado de la sociedad civil es el Movimiento Cívico Nacional (MCN). Y del sector privado, la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) y el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif). También son de derechas, pero más estratégicas y democráticas. Acá se debe hacer una crítica constructiva: ¿por qué este bando no aclara cuáles son las reformas que apoya y las defiende decidida y públicamente, como lo hizo en contra del pluralismo jurídico? Hay una sensación generalizada de que los recursos y los esfuerzos que este bando gastó mostrando su inconformidad y sus argumentos (aunque también en ocasiones pareció que utilizaron recursos de miedo) en contra del pluralismo no los han invertido en la misma medida con las reformas al sistema de justicia que sí apoyan.
A favor de las reformas y del reformismo inducido. Este bando está integrado por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Encuentro por Guatemala (EG), la Unidad Nacional Revolucionaria Guatemalteca (URNG), Convergencia y Winaq. Sus principales aliados por parte de la sociedad civil son los movimientos indígenas y campesinos, las organizaciones de derechos humanos y Alianza por Reformas (la cual aglutina a más de 25 organizaciones sociales). Predominantemente de izquierdas, han venido acompañando los esfuerzos penalistas anticorrupción y las reformas legales de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y del Ministerio Público (MP) desde 2015 hasta mayo de 2017. Han sido víctimas de ataques con información falsa y espuria por parte de los restauradores y del bando que se describe a continuación.
Indecisos y extremo (no radical) del reformismo inducido. En la disputa por las reformas a este bando no lo apoya ningún partido político con representación en el Congreso. Lo compone principalmente el Grupo Intergeneracional y está impulsado por cuentas anónimas de izquierdas intransigentes y falsamente radicales que se han autodelatado por sus deslices tomando capturas de pantalla con pruebas falsas y demostrando desconocimiento en la utilización de la página de Guatecompras, entre otros absurdos cometidos. Se hace la aclaración de que ser radical es distinto a ser intransigente[1]. Este sector, si bien tiene gente radical de izquierdas valiosa, la mayoría son intransigentes. No queda clara su afinidad decidida por el reformismo porque aparentemente apoyan las reformas al sistema de justicia (y seguramente muchos lo hacen), pero a su vez atacan a quienes promueven o apoyan las reformas. Seguramente los radicales de verdad esperaban la transformación completa y transversal del sistema, mientras que los intransigentes apelaban y apelan a purismos (pero siendo deshonestos). Lo que es evidente es que los actores con mayor relevancia en el tablero no apuntaban a la refundación del Estado. Ni siquiera las fuerzas políticas más democráticas en consonancia con la sociedad civil más progresista, ya que los tiempos y los momentos políticos no daban para eso. Prueba de ello son los movimientos indígenas y campesinos que decidieron compatibilizar sus demandas históricas con las demandas pos crisis política.
En la segunda parte de este artículo se explicará cómo los inmovilistas han mentido y utilizado a Venezuela para defender sus intereses ilegítimos e ilícitos y se intentará reducir las dudas sobre la carrera judicial y el consejo de administración judicial.
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[1] Baste con recordar políticos radicales que fueron transparentes, sirvieron a la función pública y hacen mucha falta hoy, como Alfonso Bauer Paiz.
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