Rebobinemos el casete: mueren seis mujeres entre ellas varias niñas, matan a policías en una ruta transitada por civiles, el presi aparece en primera fila de la caravana del Zorro, un policía compra a una niña de doce años –paga a su mamá–, y la obliga a tener relaciones con un perro, vemos al presi posando como papá Ubico en el desfile hípico del hijo consentido, vemos cuerpos sin vida tapados con nailon, un inicio de proceso cacaraquea sobre la inocencia de un militar responsable, balaceras...
Rebobinemos el casete: mueren seis mujeres entre ellas varias niñas, matan a policías en una ruta transitada por civiles, el presi aparece en primera fila de la caravana del Zorro, un policía compra a una niña de doce años –paga a su mamá–, y la obliga a tener relaciones con un perro, vemos al presi posando como papá Ubico en el desfile hípico del hijo consentido, vemos cuerpos sin vida tapados con nailon, un inicio de proceso cacaraquea sobre la inocencia de un militar responsable, balaceras, y luego diputados ridículos peleando por bobadas, pierden los rojos contra la Usac. Bienvenido a realidad guatemalteca, poblado próximo.
Aunque sé de la necesidad de la organización, comienzo a pensar que hay un punto previo (no debe tal vez ser tan largo). Debemos hablar y reivindicar aquello por lo que debemos organizarnos, si bien el tiempo apremia y la situación nos rebasa. A la hora de hablar con otros, me contagia la necesidad de entender, desde lo político, qué vamos a entender por la vida, por la ética, a saber si todavía podemos apostar por el bien, por el amor y si estamos todavía en la voluntad para ser valientes, si creemos que podemos aguantar con una realidad que cuando creemos que ha llegado al fondo, leemos el periódico del día que comienza.
Acá estoy con dos aficionados del fut universitario, he hablado de tantas cosas y quedamos en una conclusión (tiene que ver con el amor). Me junté con amigos a quienes admiro y quienes me hacen recargar las ganas por estar en este país. He visto a mi jefa y a otras amigas del trabajo ir a una marcha silenciosa. Aunque no he sido constante y muchas veces en este año he tenido pocas fuerzas para soportar los golpes bajos de mi país, que no son para nada fortuitos ni producto de la coincidencia, saber de estas personas me hace también estar segura que el amor todavía es una razón.
Esto no es un artículo sobre el amor cursi, es sólo uno que trata de ser una voz interior para mí pero también –¡y ojalá!– para muchos y muchas otras que como yo estamos por tirar la toalla, o que es un pensamiento recurrente. El amor, como me decía alguien en una carta, hace años, es “porque sí”, es el sentimiento más íntimo y humano que se puede tener. Cuando ese sentimiento se tiene en lo colectivo, y se demuestra, comenzamos a tener una luz inextinguible. Además qué bonito que te digan que te quieren, mientras escribo este texto.
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