Así como el partido oficial se pulverizó, el sistema de partidos también se agotó. No es buen indicio que los partidos, en lugar de convencer con propuestas, lo hagan a costa de la aparente caída del otro. Llenar sus vacíos temporalmente para que dentro de unos meses el recipiente vuelva a vaciarse y la historia vuelta a repetirse. Las elecciones de septiembre quieren ser el momento para que el malherido sucumba o pueda tomar una buena bocanada de aire para seguir con vida un tramo más. De ah...
Así como el partido oficial se pulverizó, el sistema de partidos también se agotó. No es buen indicio que los partidos, en lugar de convencer con propuestas, lo hagan a costa de la aparente caída del otro. Llenar sus vacíos temporalmente para que dentro de unos meses el recipiente vuelva a vaciarse y la historia vuelta a repetirse. Las elecciones de septiembre quieren ser el momento para que el malherido sucumba o pueda tomar una buena bocanada de aire para seguir con vida un tramo más. De ahí que el acto formal del 2 de mayo quiera ser, para unos, el paso de la etapa de inestabilidad que debe ceder pronto al tradicional proceso electoral, donde el juego está medido para que no se salga del formato.
El tintero se ha caído y ha comenzado a derramar sin rumbo fijo. Así como el PP apuesta por que todo el embrollo del momento pase rápidamente, quede en el olvido o como una disfuncionalidad, el mismo propósito tienen los otros. No por gusto se han hecho de oídos sordos y no se han sumado a la ola de críticas que llueve sobre los naranjas. El pacto en favor de la minimización de la crisis es un manto grande que cubre a los que se parecen tanto. A la hora de que ese tapete desaparezca dejará al descubierto que unos y otros están profundamente embarrados. Ese es el sentido de las redes criminales: impregnar en abundancia para que al momento de los clavos se imposibiliten las denuncias.
Algunas tareas inmediatas en las que será posible seguir moviendo el cotarro son 1) el período de inscripción de candidatos, en el cual contratistas del Estado y otros que tienen claras prohibiciones intentarán postularse a como dé lugar, y 2) los partidos grandes están a punto de sobrepasar o han sobrepasado el techo de campaña. En ambos casos, al TSE le tocará jugar rudo y ponerse los guantes. El alfaque continuará, afortunadamente.
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