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Las fugitivas de Centroamérica

Me pregunto por qué en Centroamérica hablamos del Gran Moya, del moderno Darío o del alegre Dalton. Cuando pensamos en la literatura de este pequeño istmo pensamos en masculino.
Tipo de Nota: 
Opinión

Las fugitivas de Centroamérica

12 de Diciembre de 2011
Palabras clave

Decía ya Virginia Woolf en octubre de 1928, durante las conferencias que dictó en la Sociedad Literaria de Newham y la Odtaa de Girton, que una mujer podía ser escritora si tenía suficiente dinero y una habitación propia que le permitiera deshacerse de todas las tareas caseras que desde miles de años se atribuye naturalmente a la mujer.

En Centroamérica –hablo de Centroamérica porque a veces es el olvido el que nos une–, hace falta más que dinero y una habitación propia, porque nuestras sociedades no siempre valoran a los escritores y menos si son mujeres que rechazan que se les imponga sin preguntarles el trapeador y la plancha, negándoles la posibilidad de la imaginación, el sentimiento expresado y la letra. Para atreverse a escribir en Centroamérica, se necesita valor y perseverancia, y mucho callo para ir contracorriente...

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