En tal caso, habría que reconocer que si alguna experiencia de vida (cual efecto visual) se representa (no de forma verbal pero sí escrita en la obra ´Glas´) es buena parte de la vida y obra de Jean Génet. No tengo el espacio suficiente para ahondar en ello así que seré breve (aunque injusto) con la obra Génet. Jean Génet fue un novelista, poeta y dramaturgo francés caracterizado por una literatura de anti-autoridad y anti-jerarquías . Génet fue de los primeros en apoyar públicamente el movimiento juvenil de 1968, fue de los primeros europeos en ingresar a los campos de refugiados de Sabra y Chatila luego de la masacre cometida por los falangistas libaneses (en complicidad con el ejército israelí). De allí produciría su obra "Quatre heures à Chatila´. Durante los años de la crisis argelina, conjuntamente con Foucault y Sartre, Génet fue activo en las protestas contra la brutalidad de la policía francesa ante las protestas.
Pero para los efectos que nos interesan, en 1961 Génet, había escrito más de nueve piezas teatrales y varios ensayos interesantes. Uno de ellos, titulado "Ce qui est resté d'un Rembrandt déchiré en petits carrés" que constituye precisamente el esfuerzo de análisis deconstructivista de Dérrida en Glas. Así que, para conocer a Derrida, hay que leer primero a Génet.
De Génet valdría la pena mencionar en este momento su famosísima obra titulada ´Les Bonnes´ (se conoce en castellano como ´Las criadas´). Génet construye esta pieza de teatro a partir de un hecho que conmovió a toda Francia : El homicidio de una señora a manos de sus dos criadas, las hermanas Clara y Solange Lemercier. En Génet, la relación entre las hermanas Lemercier y su ´ama´ (o señora, o Mädchen) en una relación de amor odio pero resulta que esa puede ser la única realidad posible pues sin ella ¿Se concibe acaso la existencia del sirviente?
Volvamos al inicio del texto de Glas, la frase con la cual el libro se abre ante nosotros : ´Two things of opposite natures seem to depend. On another, as Logos depends, On Eros, day on night, the imagined. On the real. This is the origin of change´.
No resultaría alocado suponer que estas tres líneas estuviesen refiriendo, a la distancia, a las hermanas siamesas Lemercier frente a la Mädchen asesinada.
Pero hay quizá, una lectura más cercana a Hegel.
Hay que recordar que en el caso de la noción del deseo, la filosofía hegeliana reconoce que podemos ser conscientes de nosotros mismos sólo cuando los demás están conscientes de nosotros. Ésta es la principal lección de la dialéctica amo-esclavo: el maestro es maestro sólo cuando el esclavo desea ser esclavo. Pero Derrida ha referido a la figura de la mujer en cuanto a un deseo contrapuesto (y que resulta al mismo tiempo, letal).
Lo que se está poniendo de manifiesto es que, en cuanto ´al deseo´ de control sobre ´el otro´ en la relación sexual, el deseo sexual se convierte en energía. No por la energía que se ´gasta´ (de allí la economización del acto sexual para preservar el recurso escaso del semen como nos dice Foucault) sino, por la capacidad de generar cambio: vida o muerte, como en el caso de la tragedia de Génet.
Esta tan particular noción de deseo sexual no puede separarse de la actitud de Hegel hacia las mujeres. Hay cuatro figuras secuenciales de las mujeres en la ´Fenomenología del Espíritu´. Las citaré dejando claro que mi acceso a esta obra pasa por la traducción al inglés de A.V. Miller : 1) Antígona, la mujer que no representa a la mujer erótica ; b) la mujer sexualmente seductora que es vista como necesaria para la procreación aunque, entendida como perjudicial y destructiva (¿un sucubo talvez?) ; c) ´la muchacha´ (Das Mädchen) y d), María, la Virgen Madre del cristianismo que es vista como una mujer no-erótica.
Me parece muy interesante notar el uso diferente que Hegel hace del elemento erótico al menos en dos de sus figuras femeninas. En la primera, la falta de un deseo erótico es el elemento principal. Por ello, la referencia a Antígona, quien sustituye lo erótico por la conciencia ética o el ´Logos´ ético. Aparecen de nuevo, las dos columnas : Eros y Logos.
En la segunda figura femenina en cuestión, es la capacidad de servidumbre por la ´Mädchen´, para servir a los hombres porque su fuerza erótica es latente. Esto es muy interesante, si recordamos la siguiente frase tomada de la Fenomenología del Espíritu (p. 524) : …´la doncella que nos alarga los frutos es más, es una forma superior del espíritu que ya no se expresa en lo sensible, sino que es el "ojo autoconsciente mismo", el que ha interiorizado el momento anterior. "[...] es el espíritu trágico que reúne todos aquellos dioses individuales y todos aquellos atributos de la sustancia en un panteón, en el espíritu autoconsciente como espíritu."
Hay tres conclusiones interesantes en todo esto.
Primero, lo que se desprende del anterior párrafo hegeliano: La necesidad de ´pasar por la doncella´ para así arribar al estado de conciencia superior.
Segundo, o nos quedamos con la ´mujer´des-erotizada´ o con la ´joven siriviente ´erotizada-erótica . Pero esto es una imposibilidad, si como lo entiende Derrida ´escribir es legislar´, las leyes extraídas de la Gramatología nos hacen entender que ´una cosa es´ o la ´otra no puede ser´ ´ Il faut´,…¨ il ne faut pas´. Pero para Derrida, el ´pas´ se entiende por fuerza en el ´pas de sens´ : El camino de la prohibición, el paso que no se da, ´no esto, no aquello´.
¿Entonces, para Derrida hay ´paso por la doncella´ ?
La tercera conclusión, menos compleja pero más interesante. Reconocer con lo que estamos lidiando. Desde la lectura de Derrida pasando por Hegel y Génet, parece que el eros femenino es visto como dificultad para el hombre, si no a decir, para los filósofos masculinos.
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