El envión tiene como punto de partida la aprobación de dos préstamos, cada uno orientado a insumar importantes recursos a dos instituciones que son la cara visible del Gobierno: Defensa y Comunicaciones. El primero puesto en la picota con los sucesos de Alaska y el segundo, como el único con rostro positivo y una cuidadosa gestión. Paso seguido y a pesar de los cohetillos, bocinas y otros aspavientos de la llamada oposición, se aprobó una nueva Junta Directiva; una mezcla más bien parecida al...
El envión tiene como punto de partida la aprobación de dos préstamos, cada uno orientado a insumar importantes recursos a dos instituciones que son la cara visible del Gobierno: Defensa y Comunicaciones. El primero puesto en la picota con los sucesos de Alaska y el segundo, como el único con rostro positivo y una cuidadosa gestión. Paso seguido y a pesar de los cohetillos, bocinas y otros aspavientos de la llamada oposición, se aprobó una nueva Junta Directiva; una mezcla más bien parecida al fiambre de la próxima semana. Conjunto de ingredientes unidos tras un objetivo común: prestarse a lo que venga por delante, acomodar las circunstancias a objetivos políticos mayores e intentar mantener la unión de hecho de varios partidos por lo menos a lo largo del 2013. Con esos dos objetivos logrados en pocos días, se puso por delante un objetivo mayor: la aprobación del Presupuesto de Ingresos y Egresos. En medio de una presurosa sesión, el asunto se consumó fast-track.
Ahora tiene por delante un desafío de mayor envergadura: someter la iniciativa presidencial de Reformas Constitucionales y lograr su aprobación, a costa de opiniones contrarias de sectores encabezados por el CACIF, organizaciones indígenas y otras más. Seguramente la idea central es ir con la suya, aprovechar las pocas resistencias legislativas y dejar en evidencia a las instancias “detractoras”, cuyas opiniones “eran de esperar, porque así han actuado siempre”. Nueva muestra de la capacidad de movilidad y mutación política, que a más de uno ha dejado destanteado.
¿Se trata de muestras de envalentonamiento, o en realidad, están haciendo una lectura riesgosa de sus apuestas, aliados y riesgos? A pesar de las dudas, su especial fórmula les está funcionando.
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