¿Quiénes salen librados y como los gananciosos? De momento, a pesar de los graves señalamientos que privan sobre el Ejército en general, y sobre ciertas estructuras en particular, los círculos castrenses no han sido golpeados como deberían.
La inteligencia militar, a manera de guardianes impávidos, y los oficiales medios y altos juegan entre dos frentes: protegen al mandatario y seguramente a estructuras de negocios con sus respectivos actores impulsores. De esa manera, el Ejército no ...
¿Quiénes salen librados y como los gananciosos? De momento, a pesar de los graves señalamientos que privan sobre el Ejército en general, y sobre ciertas estructuras en particular, los círculos castrenses no han sido golpeados como deberían.
La inteligencia militar, a manera de guardianes impávidos, y los oficiales medios y altos juegan entre dos frentes: protegen al mandatario y seguramente a estructuras de negocios con sus respectivos actores impulsores. De esa manera, el Ejército no logra tener agenda propia, autónoma: sigue siendo un grupo de protectores, de peones que maniobran según por donde gire el ejercicio del poder.
Del otro lado de la moneda, ciertos sectores de la institución armada apuestan por imponer sus propias hojas de ruta atendiendo a la pretensión de la última década de tener vida propia y de dejar para la historia la dependencia orgánica de los tradicionales decisores. Esas dos tendencias, aunque por momentos se entrecruzan, en esencia van por conductos distintos y crean un escenario de confrontación que ha roto la supuesta estructura monopólica y férrea que la historia oficial les confiere. Es la última tendencia la que ha ganado terreno durante el desgobierno de Pérez-Baldetti y compañía para sacudir las ataduras y encabezar la alianza militar-empresarial-políticos-criminales como núcleo duro del pacto de dominación dispuesto a tomar por asalto al Estado.
Lo preocupante del asunto radica en que en el actual proceso político-social no han logrado treparse adonde se ubica ese pacto y aparecen, de momento, como intocables. Oficiales de alta y otros en retiro han cerrado filas, se mantienen a la distancia y hasta tiran leña para afectar a círculos cercanos a manera de sacrificar cabezas, todo con el objetivo de resultar menos afectados e incluso beneficiados cuando cabezas de estructuras salen defenestradas y se requiere que otros llenen esos espacios. Terrible panorama que busca repotenciarse a la sombra de Líder, ya que Pérez Molina no pudo hacerlo a pesar de provenir de los mismos espacios.
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