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“La vara es la que manda, nosotros somos intermediarios”

“48 cantones no demuestran la fuerza con bloquear carreteras, sino con tener propuestas claras y concretas. Ser un poquito más estratégicos”
“Así como la vara puede ser una bendición en la vida de la persona que la porta, puede ser una maldición si no lo sabe hacer bien”.
Carmen Tacám, de 27 años, lleva ya 9 meses a cargo de la presidencia de los 48 cantones de Totonicapán.
Carmen Tacám es la primera mujer en la historia que logró acceder a este cargo ancestral.
La vara.
Vista de una parte de los cantones.
Cantón Cojxac.
La vida transcurre en los 48 cantones.
La vida transcurre en Totonicapán.
La jornada de trabajo comienza temprano para la mujer k'iche'
La juventud en Totonicapán.
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“La vara es la que manda, nosotros somos intermediarios”

Historia completa Temas clave

Carmen Tacám, de 27 años, lleva ya 9 meses a cargo de la presidencia de los 48 cantones de Totonicapán. Es la primera mujer en la historia que logró acceder a este cargo ancestral. Entre sus acciones inició talleres con mujeres, con jóvenes. Siempre conservando los principios que regulan esta forma de autogestión, el principal: el respeto a la naturaleza.

La luz de la bombilla verde se encendió. Tenía tres minutos para convencer a los demás asistentes de que ella, una mujer de 27 años, era la más apta para presidir los 48 cantones de Totonicapán. Una de las formas de autogestión indígena más arraigada y con más fuerza entre los pueblos originarios del país. El frío que hacía casi cortaba la respiración en el salón de usos múltiples de esta cabecera del Altiplano. Era un sábado de noviembre de 2011.

Atanasio Tzul no fue el primer presidente de los 48 cantones, que llevan administrando su poder desde hacía cientos de años. Pero fue el que consiguió que estos dejaran de estar supeditados a la Corona española. Cuentan que, como quien toma un avión, Tzul agarró un barco y se fue a España. Explicó ante las Cortes que sí estaban pagando los impuestos –quienes no trasladaban los tributos eran los intermediarios criollos– y compró el bosque  y el terreno de este departamento, que inscribió a nombre ‘del pueblo de Totonicapán’.

Casi 200 años después, la Junta Directiva de los 48 cantones no sólo tiene a su encargo el resguardo de estas escrituras -conservadas en un cofre dentro del salón comunal y veladas día y noche por dos alguaciles-, sino que también coordina todas las autoridades comunales. Las 48 alcaldías indígenas, quienes básicamente ejercen una función de autogestión mediante la designación de cargos públicos entre los habitantes de la comunidad. Entre estos se encuentran el cuidado del bosque, del agua, de seguridad, del cementerio o asambleas de padres.  Cada habitante debe desempeñar uno de estos cargos tres veces en su vida. Todos se llevan a cabo ad honorem. 

El presidente de los 48 cantones, elegido entre los respectivos alcaldes, debe servir con un mediador entre conflictos. De cualquier asunto de cualquier índole. Media entre parejas, entre familias, o en casos criminales. Media con la empresa de energía eléctrica para que reduzca sus tarifas o dilucida si ofrecerán su apoyo a los estudiantes normalistas. 

La bombilla verde se apagó y se encendió la naranja. Después la roja. El micrófono se desconectó. Durante los tres minutos de intervención no pueden hacer propaganda. Era la primera vez que la escuchaban. Juana Carmen Tacám, de 27 años, hija del ex presidente de la Junta directiva de los baños termales,  estudiante de Derecho en la Universidad San Carlos de Xela, Quetzaltenango. Trabajaba en la asociación Adesol. Electa en octubre como alcaldesa del cantón de la zona 4 del casco urbano.  De baja estatura, con unos lentes redondeados,  un huipil de raso, un corte de colores corinto. Unos tacones negros. La primera mujer, la más joven, la primera soltera en la historia de los presidentes  de los 48 Cantones.

-¿Qué dijo en eso tres minutos para conseguir que la eligieran cómo presidenta?

- Nosotros nos guiamos por la cosmovisión maya. Todo tiene una causa, un efecto, nada es por casualidad. Y si ese día el nahual decidió que yo podía estar, es porque tengo la capacidad. Ellos (los nahuales) saben por qué mueven las piezas de nuestras vidas. 

-¿Pero usted quería llegar a presidir la Junta Directiva?

-No se me paso por la mente. No todos llegan con esa intención de quedar, hay otros que sí, pero al final es la asamblea la que decide.

-Pero si se presentó como alcaldesa comunal para la zona 4 de la cabecera, ¿qué la motivó?

-Mi único objetivo es servir a mi comunidad. Tuve el honor de estudiar en una universidad pública. He recibido bastante del pueblo y quiero devolver parte de lo que me han dado. Para tener desarrollo todos debemos involucrarnos. No puedo esperar a que el mundo cambie las cosas por mí. Tampoco voy a cambiar yo todo, sino tratar de contribuir y de hacer la diferencia.

-¿Cómo se organizan los 48 cantones?

-Estamos organizados mediante cinco juntas directivas. La máxima autoridad es la asamblea de alcaldes comunales, los 48 alcaldes de cada uno de los cantones. De ahí  seguimos nosotros, como Junta Directiva de alcaldes comunales. Debajo está la junta directiva de Recursos Naturales. Se encargan de velar por el resguardo de los recursos naturales.  Hacen el monitoreo las 24 horas del día en todo el bosque. Cada una de las comunidades tiene delegados de recursos naturales. Luego está la Junta Directiva de los baños termales y después de alguaciles. Cada quince días nos reunimos.

-¿Cómo funciona? , ¿qué tipo de asuntos regulan?

-Es una comunicación de doble vía. Les voy a poner un ejemplo. No sé si han escuchado la reforma del pensum de estudios de los jóvenes normalistas. Los normalistas de Totonicapán vinieron aquí y nos solicitaron nuestro apoyo para ir a manifestar. Nosotros los escuchamos y leímos con ellos la propuesta. Después convocamos a los alcaldes comunales de los 48 cantones. Les expusimos que los jóvenes nos habían pedido el apoyo para manifestar. Ellos dijeron que irían a consultar a sus comunidades y nos traerían la respuesta de regreso.

-¿Y qué pasó?

-Que las comunidades no estaban de acuerdo en dar su apoyo a los normalistas para manifestarse.  O, por lo menos, la mayoría. 48 cantones no demuestran la fuerza con bloquear carreteras, sino con tener propuestas claras y concretas. Ser un poquito más estratégicos. O esa es la visión de esta Junta. Gracias a Dios hemos podido ir inculcando eso en los alcaldes. Algunas comunidades no aceptan eso todavía. Dicen: “no, hay que ir y bloquear carreteras”.

-Usted hablaba de que este año querían marcar la diferencia. ¿A qué se refería?

-La organización tiene más de 500 años, nunca antes había estado una mujer como presidenta. Tampoco nunca se había permitido que fuera un presidente o vicepresidente solteros. Eso es por la experiencia y no lo voy a discutir, porque definitivamente es así. Se debe tener una sabiduría que solo la universidad de la vida se la puede dar a uno. En la misma vara que portamos, la parte de arriba es de plata y simboliza las canas de las personas que la llevan. La parte de abajo también es de plata, significa la seguridad debe tener la persona que la portará. Hay un compromiso con la vara, por la confianza que la comunidad te deposita, que no se compra ni se vende por nada.

-¿Qué nuevas acciones iniciaron este año?

- En febrero comenzamos a trabajar con mujeres . Empezamos con 15 autoridades y ahora vamos por 75. La intención es que no estén en las corporaciones solo como una figura,  sino que  tengan capacidad para dar una opinión. De tener cierto posicionamiento político, social y hasta jurídico. No estamos formando abogados y notarios, pero por lo menos buscamos que tengan noción de cuáles son nuestras leyes, derechos y obligaciones. La semana pasada, por primera vez también,  empezamos a trabajar con los jóvenes. Y se tuvo una buena respuesta. Nuestra meta es alcanzar 90 jóvenes este año y aumentarlos un poco más. Estamos enseñando liderazgo y, sobre todo, que no se pierdan los principios y costumbres que rigen los 48.

-¿Cuáles serían estos principios y costumbres?

-Sobre todo el respeto. El respeto a nuestra autoridad y hacia todos los que nos puedan rodear. El respeto a nuestra naturaleza,  a la madre tierra. Nosotros estamos siempre en la defensa de nuestro territorio. Pero más allá de defenderlo de la explotación, como hacen otros pueblos indígenas del país, nosotros también nos referimos a cómo cuidarlo. Mantener siempre el equilibrio entre todos los que tenemos a nuestro cargo. Nosotros vemos de todo tipo de problemas y lo resolvemos. Somos mediadores.

Mujeres, educación, jóvenes

-Según tengo entendido,  también comenzó a trabajar con temas de violencia contra la mujer.

-El año pasado la Junta Directiva hizo un estudio sobre violencia intrafamiliar, donde los resultados eran un poco…. daban pena, sinceramente. Tenemos una buena organización, pero los índices de violencia intrafamiliar eran demasiado altos. Analizando la situación vimos que estaba motivado por el consumo de alcohol y empezamos a trabajar el tema. Recuerdo el testimonio de un señor que en un momento determinado hizo mención de que era alcohólico y que le pegaba a su esposa. Nos contó toda la historia y dijo que todo eso no era bueno. Y pidió a los demás que no lo hicieran. También hemos visto a la mujer participar y hablar.

-¿Hay mucha diferencia entre las mujeres del área urbana y rural?

-Definitivamente sí, porque las señoritas acá  tienen la posibilidad de ir a Quetzaltenango a estudiar, tener una educación un poco mejor. No así en las comunidades. Pero siento la juventud en las comunidades ha ido despertando. Hay muchos jóvenes del área rural que se están preocupando por mejorar su educación. Pero sí vamos un poco más atrás en el tiempo, definitivamente hay una diferencia. Porque  hace 25 o 30 años no se daba la oportunidad a la mujer de ir a estudiar.

 -Y en el casco urbano, entre una mujer y un  hombre jóvenes,  ¿hay diferencia?

-No. Siento que nuestra generación  ha cambiado mucho.  Ahora en Totonicapán hay mujeres periodistas jóvenes, deportistas, jóvenes señoritas y hombres dentro de la organización de 48, porque también tenemos alcaldes comunales que son jóvenes.  Se ha tenido bastante participación de parte de la juventud. Ha cambiado bastante.

-Como mujer joven, ¿no le cuesta imponer su autoridad ante los hombres más mayores?,

-Desde el día que nos reunimos yo les dije que yo no iba a imponer. No doy órdenes, solo delego. Y los respeto a ellos porque son mayores. Hemos sabido combinar muy bien la experiencia con todas las energías que tenemos el vicepresidente y yo. Y yo les he dicho a ellos: “todos estamos aprendiendo y cuando me equivoque, me lo pueden decir con toda confianza”.

-¿Entones sí siente pleno respeto, incluso de los hombres mayores?

-Solo por el hecho de ser presidenta le deben dar todo el respeto, independientemente de cómo sea esa persona, aunque sea la más humilde. Y por el hecho de ser presidenta se le escucha. En las comunidades cuando se le falta al respeto al alcalde comunal son sancionados.

-¿Cómo son sancionados?

-Algunos les mandan a hacer trabajos comunitarios. Hacer limpieza en el camino o pagar una multa, pero casi no sucede porque todos conocen las reglas del juego. Todos los que viven en una comunidad se saben desde el primer artículo de su reglamento hasta el último. Porque todos participamos en la elaboración. Todos entran, todos conocen y se discute en el  idioma quiche.

Los jóvenes quieren una cultura diferente

-¿Los jóvenes muestran interés en participar en las alcaldías indígenas? ¿No se está dando ningún fenómeno de distanciamiento de la juventud?

-Sí hay jóvenes interesados e involucrados en 48 cantones. Pero Totonicapán no va a ser la excepción a que los jóvenes quieran tener otro tipo de cultura diferente a la que nosotros tenemos. La tecnología es muy buena, eso no lo discutimos, pero viene a cambiar ideas. Hace que se vea todo desde el punto de vista materialista. Se pierden mucho los valores. Y lo digo con tristeza porque donde más se está perdiendo es en el casco urbano. Se está perdiendo demasiado.  Esto no es así en las comunidades. Ellos necesitan organizarse. Por eso tienen sentadas las bases de la autoridad comunitaria. Necesitan el comité de mejoramiento de agua, de caminos, de padres de familia, del alumbrado público, del cementerio.

Y se lleva un control de quienes van haciendo los servicios. Le dicen ‘mire, le toca este año hacer sus servicios’, se presenta y la asamblea decide qué cargo ocupa. Pero en el caso urbano si uno hace sus servicios es por pura conciencia social, porque aquí la municipalidad presta todos los servicios. Yo siento que aquí se ha perdido bastante de eso. El hecho de ir con vara también les da vergüenza, porque nos han metido en la cabeza que eso de eso solo los indígenas, los indios locales. 

-Decía que los jóvenes estaban perdiendo los valores,  ¿también el del respeto a la naturaleza?

-No se ha perdido un 100%pero tampoco lo mantenemos totalmente. Se ha perdido un 20%. Los jóvenes, los estudiantes, piden arbolitos a los señores de recursos forestales y hacen campañas de reforestación. Esta semana están en la Semana Verde de los jóvenes -mañana hay un concurso de hip hop-. De por sí los jóvenes tienen mucha energía y tratan de ver dónde involucrarse. Le mentiría si le hablara de un paraíso. Tiene algunas debilidades pero también grandes fortalezas que lo hacen diferente a los demás lugares.

-¿Cree que la tecnología les puede ayudar a renovarse de alguna manera, o que es un inconveniente?

-El año pasado una organización le ofreció a 48 cantones construir su página web. Y la junta directiva dijo que no, porque aquí se maneja mucha discreción. Pero este año llegamos nosotros y dijimos ‘no tenemos nada que ocultar’, y que estaba bien dar a conocer que está haciendo 48 cantones o qué pensamos sobre determinados temas.  Los alcaldes al principio decían  que no, que cómo vamos a hacer eso, pero les dijimos es bueno que nos actualicemos. Las iniciativas que hemos tenido como Junta Directiva las hemos ido hablando. Antes, hablar de una hidroeléctrica o de generar nuestra energía estaba prohibido. Y nosotros hemos empezado a hablar de estos temas, a sentar bases. Esto lleva un proceso de años, pero se está empezando esta idea.

 -¿Con qué río?

-Estamos viendo que podamos hacerlo con la basura. Son sueños, así como algo loco. Cuesta mucho dinero.

-Tenía entendido que las comunidades estaban en contra de construir este tipo de instalaciones porque dañaban la naturaleza.

-No, porque nosotros seríamos los mismos administradores. Está claro que todo tiene su consecuencia, que va a tener efectos. Pero no vamos a sacarlo de las fuentes de agua. Tenemos que ir viendo de dónde podríamos generar nuestra propia energía, porque tenemos bastantes recursos que podríamos aprovechar. Siempre y cuando haya un plan de mitigación. Hay cierto procedimiento.  En todo caso tendría que haber un equipo  que nos apoye.

-¿Ustedes como se financian?

-Todos trabajamos ad honorem, el edificio es propio. Hasta mayo, cubríamos los gastos de oficina con ayuda de organizaciones como Tzuk Kim Pop, el Observatorio Sexual Reproductivo (OSAR), ONU mujeres, la Oficina del Alto Comisionado (OACUN). Pero el vicepresidente escribió un proyecto y firmamos un convenio con la Embajada de Noruega por un aporte de Q1,200,000 para dos años y medio. Sería para los talleres para los jóvenes, para las asambleas de alcaldes, para los talleres con las señoras, para la elección de nuestra Junta Directiva, para la construcción de nuestra página web, para la elaboración del plan estratégico.

-¿Cree que se podría exportar su modelo de organización a los demás departamentos?

-Lo hemos hecho. La última vez fuimos a Lancetillo, a la Zona Reina (Quiché). Realmente, de la situación de ellos a la de nosotros yo sí diría que vivo en el Paraíso. Nos preguntaban cómo podían mantener la organización. Cada organización va a ser diferente porque las necesidades  y el ambiente son otros. Pero la idea es que nos vayamos organizando para mejorar nuestras condiciones de vida. La organización nació así, por todos los tributos que nosotros teníamos que darle a la corona española. Atanasio Tzul se organiza con otro grupo de señores. Yo lo dije en la Corte Suprema de Justicia, no de casualidad aquí hay un bajo índice de violencia.

Defensa del territorio

-¿Hay comités de seguridad?

-Somos nosotros mismos los comités de seguridad. En las comunidades, por ejemplo, a las seis se abren las talanqueras, a las seis se cierran. Todos saben que al sonar un gorgorito tienen que levantarse, independientemente de la hora que sea. Nosotros tenemos la harta obligación de conocer, si no a todos, por lo menos al 90 por ciento de nuestros habitantes. Y ver que nadie desconocido esté en nuestro territorio.

-¿No puede entrar nadie desconocido?

-Eso se da más arriba, en nuestros bosques. Muchos van y a veces no nos piden autorización. El otro día subió un grupo de jóvenes que no nos dijo nada. Los guardabosques se dieron cuenta. Subieron y los detuvieron. “Qué están haciendo aquí”. “Estábamos haciendo una investigación”. “Ahorita nos acompañan”. Les hicieron todo un interrogatorio. Venían de una universidad de EEUU a hacer una investigación en un lugar que se llama Piedra del Coyote. Me llamaron y yo llamé al presidente de Recursos Naturales  y me dijo que no sabía nada de ninguna investigación. Les dije a los guardabosques que no les hicieran nada. Los jóvenes dijeron que habían pedido autorización al alcalde municipal. Se puede ir al bosque a pasear, pero no a hacer una investigación sin pedirnos  permiso.

-¿Qué hicieron con ellos?

-Los soltamos. Cuando vinieron acá, yo les dije que entendía que no conocían, pero les dije que había dos autoridades: el alcalde municipal y nosotros. Y que aunque tengan la autorización del alcalde municipal no entran sin la nuestra. Y les dijimos que les dábamos la respuesta en 15 días. Comunicamos el suceso a los alcaldes comunales y les pedimos que fueran a sus comunidades a consultar.  Las comunidades dijeron que no estaban de acuerdo, y no entraron, no pudieron entrar.

Totonicapán, corrupción, auditoría indígena

-¿Cuál es la relación entre alcaldías indígenas y municipal?

- En todo momento yo le guardo respeto porque es el alcalde. Él a mí también. Pero hay muchas cosas que no compartimos  y a veces hay un poco de choque. Porque nosotros también hacemos auditoría social, cosa que a él no le parece. Ésta consiste en velar para que todo lo que hace el alcalde en su administración lo haga dentro los parámetros de la ley; que no haya corrupción. Aunque, desafortunadamente,  aquí en Totonicapán hay demasiada corrupción. Velamos por que se brinden todos los servicios que la comunidad requiere.

-¿Y denuncian penalmente actos de corrupción?

-Lo denunciamos ante nuestra asamblea.

-¿Pero no ponen una denuncia en el MP o la Contraloría?

-No, porque al final sigue siendo la misma cosa. ¿Cuánta corrupción hay en la Contraloría General de Cuentas?

-¿Hay alcaldes indígenas que quieran llegar a ser alcaldes municipales?

-Sí. Se han dado varios casos, siempre después de dejar su cargo en los 48 cantones. Lo que está prohibido es que alguien que haya sido político se meta aquí. Porque se corrompe el objetivo de los 48 cantones.

-¿Reconocen la autoridad del Estado?

-Sí.

-Pero no están a favor de pagar el IUSI,  de aprobar una Ley de Aguas.

-Seguimos en el mismo punto. El hecho de decir que estamos en defensa de nuestro territorio no es solo la tierra, es todo lo que pueda haber en ella: los bosques, el agua, el oxígeno. Eso lo tenemos muy claro. En ningún momento se van a negociar nuestras tierras.

“Me molesta que la gente haga dinero con que son defensores de los pueblos indígenas”

-¿Y a usted le gustaría entrar en política una vez haya terminado?

-Si me gustaría. Pero creo que no hay ningún partido o grupo que realmente tenga bien claro lo que hace. Un día se arma un grupo y qué bonito, todos vamos, y tenemos la visión clara, aparentemente. Pero en el camino ven algo que no es de su conveniencia, y jalan otro grupito que supuestamente es mejor que del que salieron. Debemos ser un poco más claros en lo que queremos y no olvidar de donde salimos. Me molesta que mucha gente ahora está haciendo dinero con la bandera de que son defensores de los derechos de los pueblos indígenas. Y luego uno ve a esta gente en los mejores hoteles comiendo en la mesa con aquellos contra los que supuestamente están luchando. Yo no digo que nos pongamos a pelear. Pero sí que debemos tener bien claro en dónde estamos y a dónde queremos llegar. Si yo convoco ahora a los alcaldes y les digo que vengan, ellos vienen. Y si les digo: ”vamos a bloquear Cuatro Caminos”, vamos. Pero lo hacen porque creen en mí y en la autoridad que yo tengo.

-¿Y no es así en los demás casos?

-Aquí le ofrecen a uno de todo para buscar nuestro respaldo. Los partidos, organizaciones de fuera, de todas las partes.  Ahora, con todo esto del cambio de Gobierno han venido personas pidiendo la firma y el sello para que vean que nosotros le estamos apoyando.

-¿Y cuál fue su respuesta?

-Yo he sido muy clara con ellos. Yo les he dicho que los respeto, pero mi firma y mi dignidad como mujer no tienen precio. Y si voy a firmar un documento y a sellarlo se lo tengo que consultar a mi asamblea.

-¿Y cuál es la relación de los cantones con los organismos de justicia?

-A finales de ese año firmamos un acuerdo marco entre el sector Justicia. Se pedía que  si nosotros llegábamos a conocer un caso, ellos no podían llegar.  Y que si ellos conocían un caso nosotros tampoco teníamos la autoridad para conocerlo. Hemos tenido el problema de que han venido personas a que resolvamos casos. Y cuando se resuelve, la persona que no fue la mejor parada va al MP a denunciar al alcalde comunal por abuso de autoridad. Y se inicia un proceso penal en contra del alcalde comunal. Tenemos varios alcaldes con procesos abiertos.

-¿Usted tiene alguno?

-Yo tengo uno, pero de DEOCSA, de la empresa de distribución de energía eléctrica. Iniciamos una mesa de negociación con ellos hace unos tres meses. Les entregamos un pliego de peticiones, cinco cosas puntuales. Nunca nos dieron respuesta a nada. Nos ofrecieron bajar la tarifa de la energía eléctrica del alumbrado público. Bajaron seis quetzales un mes y al mes siguiente volvieron a subirla. La última reunión que tuvimos les dijimos que queríamos una respuesta. Porque si no la había, tomaríamos otras medidas. Dijeron: ‘nosotros ya nos vamos’, y les dijimos que no se iban porque no habíamos terminado y tenían que firmar el acta.  Y uno de ellos me dijo: ‘Mire toda la gente que hay aquí, nos puede linchar’. Yo le dije que mejor cuidara sus palabras, porque no estaba tratando entre delincuentes sino entre autoridades, y que yo le garantizaba su seguridad. Por todo eso nos fueron de denunciar. Ahora tengo una demanda en nuestra contra por retención ilegal.

-¿Cómo los retuvieron?,  ¿tenían armas?

-No. Nosotros no tenemos armas. Solo les dijimos que tenían que firmar el acta, y les cerramos la puerta. Hace todo un show esta gente. Esta gente que tiene el poder económico todo lo quiere hacer según su santa voluntad. Es tiempo de que entiendan que nosotros tenemos derechos. Nosotros les pedimos a ellos que nos dieran cinco minutos para redactar el acta y que la dejaran firmada, y nos acusan de delincuentes. Y a ellos ¿en qué momento el Estado les inicia un proceso por todo el abuso que están llevando a cabo? Eso sí es un robo. Ahora nos están presionando, porque yo en una declaración de prensa dije que íbamos a tomar medidas de hecho, como bloquear carreteras, y ellos lo que quieren es inmovilizarnos con la demanda.

-Previamente dijo que no querían tomar medidas de hecho.

-Es una estrategia que utilizamos al final. Nos estamos moviéndonos por otro lado. Yo lo último que quiero es llevar a la gente a Cuatro Caminos. Eso implica una gran responsabilidad. Pero la asamblea es la máxima autoridad y si ellos deciden que vamos, aunque a mí no me parezca personalmente lo tengo que hacer. Aquí para avalar todo, se dice, levanten la vara los que estén de acuerdo.

El poder de la vara

-Antes hablaba de que la vara tiene un nahual.

-Cuando hablo del término de nahual hablo de la cosmovisión maya. Son los espíritus que nos rodean. Cuando a mí me entregaron mi vara, por ser mujer, me dijeron: ”va a ser su compañero, su amigo. Usted le tiene que hablar, pedirle permiso cuando lo tome. Al momento que está con usted, tiene que hacer bien las cosas”.  Yo en mi casa lo tengo en un altar. Su nahual es el tz’i’, el símbolo de la autoridad en el calendario maya. Cuando llega el día del nahual tz’i’ hay que prenderle sus veladoras. Hablarle, saludarlo. Y al momento de resolver un caso, o de estar frente a alguien que tiene una energía muy fuerte, ésta se pasa a la vara. La vara es la que manda, nosotros somos intermediarios.

-¿Siente la energía a través de la vara?

- Se siente, el aire que lleva esa persona. Esa energía y toda la que está alrededor. Cuando uno entra en un lugar donde hay un conflicto se siente el peso.  Después de resolver un caso, se le pide a la vara que  todo lo malo quede ahí; porque si no esa mala energía la puedo entrar en mi casa. Así como la vara puede ser una bendición en la vida de la persona que la porta, puede ser una maldición si la persona no lo sabe hacer bien, lo puede llevar a la perdición. Yo no puedo prestar la vara a nadie. Es solo para la persona que la tiene que portar ese año. 

-¿Qué sucede con toda esa energía al momento de cambiar de portador?

-El 31 de diciembre es la saturación. Se satura con agua de rosas, en una olla de barro. Se echan los pétalos de rosa  y se deja descansar por la noche del 31 de diciembre. Se le prende una veladora, se le pone incienso y se le agradece. A nosotros como alcaldes nos pasan muchas cosas, nos cambian la vida. Entonces se le agradece por la protección, por la ayuda, por la sabiduría que nos pudo dar ese año y se deja descansar el 31. Todo lo que fue a ver la vara, cosas buenas, cosas malas, hasta donde fue a parar, todo eso se deja.  A mí me la entregaron limpia, el uno de enero que y  definitivamente siempre se llena de nueva energía. El 31 de diciembre me tocará agradecerle por lo que me dio y entregarla.

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