Fafa, ¿cinismo o vendetta?

El asunto no queda allí.  El diputado implicado forma parte de la bancada patriotista, a la que representa en la Junta Directiva. Desde ese cargo, el diputado Galdámez es el encargado de los asuntos administrativos y financieros del Congreso. El asunto se va poniendo más interesante. Cabe preguntarse si los fondos que quiso dar al periodista fueron de su bolsillo o de los fondos del Organismo.

¿Habrá caído el casi defenestrado diputado en una trampa, colocada por sus mismos compañeros interesados en pasar facturas y copar espacios a partir de las fracturas que afloran en la bancada oficial? ¿O se están aprovechando de la metida de pata para salir de él, a manera de suicidio?

Los reacomodos del poder son el pan de todos los días. No hay momento en que ese objetivo no esté presente en la agenda, tanto de los políticos tradicionales, como de aquellos que tienen rostro nuevo pero con pensamiento del siglo XV. Ahora bien, la estrategia convencional consiste en sacar de la jugada a golpe de codazos, manadas, colocación de minas, venganzas y extorsiones de bajo mundo. Tomar control del Congreso y del partido oficial son incentivos de magnitud. A corto plazo, las razones que aparecen en la agenda son más que interesantes: presupuesto 2013, nueva junta directiva a partir de enero del próximo año, comité ejecutivo nacional del PP, mayores relaciones con la Presidencia de la República, más opciones para negocios con fondos públicos, más chance para ubicar a los afiliados del partido sin considerar perfiles ni las debidas cualificaciones. Entonces, el asunto no es solamente de fafas o de simples resbalones de un diputado en aislado.