Paréntesis. Me parece que WikiLeaks ha hecho un aporte muy importante para la democracia en el mundo haciendo públicos documentos oficiales que son de interés público, que nos dan más información para ser más soberanos. Pudimos saber de la corrupción de Manuel Baldizón en el Congreso, de las relaciones de Otto Pérez Molina con narcos, con financistas y sus críticas al papel militar en el conflicto armado, o tantos otros abusos públicos o privados. Y me parece que Washington quiere crucificar a Assange y a WikiLeaks por osar a fiscalizarlos de tal manera. Assange debería responder a las acusaciones de los delitos deshonestos de los que lo acusan los suecos, pero me parece que Ecuador toma una postura valiente al ofrecerle asilo diplomático para salvarle, literalmente, la vida, en el caso probable de que llegar a ser juzgado en un tribunal militar en Virginia, EE.UU. Paréntesis cerrado.
De regreso con Correa. A las acusaciones de autoritarismo por parte de los ingleses, respondió recordando el papel nocivo y cruel de los británicos colonizando el 25 por ciento del planeta, o la amenaza ilegal de ingresar a la embajada ecuatoriana en Londres. A las amenazas de una congresista republicana ultra-ortodoxa de quitar las preferencias arancelarias en represalia, respondió que esas preferencias se habían otorgado a Ecuador para compensar los gastos contra el narcotráfico que tenía que sufragar Quito por la política represiva antidrogas de Washington.
A mí me parece que Correa, un académico formado en Bélgica y Estados Unidos, cosmopolita, es algo muy distinto a los payasos retóricos de Chávez y Ortega. Un tipo que comprende el mundo, que se ha fajado por lo que tiene y que es coherente con ideales; de hecho, me parece el gobernante más ilustrado de Latinoamérica. Que puede tener desvaríos autoritarios. Pero ya quisiera yo que Guatemala no sólo se opusiera (de momento verbalmente) a la política antidrogas de EE.UU., sino que tuviéramos una cancillería que proteste cuando no condenan a los responsables de envenenar guatemaltecos el siglo pasado, o cuando una corte estadounidense decide no devolver a una niña guatemalteca que fue robada y después dada en adopción ilegalmente.
Es ese ideal de tener políticos que actúen siguiendo sus ideales.
*Artículo publicado originalmente en elPeriódico, 28 de agosto.
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