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Muerte en Los Pajoques: Crónica desolada de la barbarie en la que vivimos

Es decir, hablamos de una persecución llevada cabo con una saña que sólo se explica por la importancia de los intereses –intereses económicos e intereses políticos, que van de la mano-; que aumentó, como en todo el país, con la llegada de Otto Pérez a la presidencia de la República.
¿No será la muerte de ocho sanjuaneros nada más que parte de un guión de muerte y represión que busca anular la oposición por encima de cualquier precio?
Tipo de Nota: 
Opinión

Muerte en Los Pajoques: Crónica desolada de la barbarie en la que vivimos

28 de Septiembre de 2014

El día sábado 20 de septiembre, después de dos días de plantones pacíficos en más de 50 puntos del país el 17 y 18 -que apenas habían sido mencionados en los medios masivos de comunicación-, las redes sociales,  diarios nacionales y cadenas radiales empezaron a dar noticias sobre unos muertos en el municipio de San Juan Sacatepéquez. En medio de datos confusos, el número iba aumentando conforme pasaba el tiempo: empezaron hablando de dos comunitarios fallecidos por arma de fuego y el recuento terminó con ocho decesos ocurridos en la aldea Los Pajoques, en el área occidental de San Juan Sacatepéquez colindante con el municipio de Santo Domingo Xenacoj del departamento de Chimaltenango.

Uno de los discursos dominantes usados para desviar las acciones empresariales de imposición y violencia, es el de que son conflictos entre las personas de las comunidades. En este caso las noticias hablaban de un enfrentamiento entre opositores y partidarios a la instalación de la planta cementera por parte de Cementos Progreso. A partir de ahí, algunas hablan de un pleito de cantina, otras de una expulsión planificada, pero el caso es que se destaca que la mayoría de los muertos y la casa i...

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