Con los años, creo que la vida de mi padre, quien falleció esta semana, se ha vuelto una narrativa importante en la forma en que comprendo las preguntas del párrafo anterior.
Mi padre, nacido en Xela, quedó huérfano de padre cuando tenía 10 años, y de madre cuatro años después. Tras estos eventos trágicos, su cuidado no dependió de la política social, sino del apoyo de la prima de mi abuelo. Su precaria condición económica no fue un obstáculo para acogerlo a él y a sus hermanas. Además...
Con los años, creo que la vida de mi padre, quien falleció esta semana, se ha vuelto una narrativa importante en la forma en que comprendo las preguntas del párrafo anterior.
Mi padre, nacido en Xela, quedó huérfano de padre cuando tenía 10 años, y de madre cuatro años después. Tras estos eventos trágicos, su cuidado no dependió de la política social, sino del apoyo de la prima de mi abuelo. Su precaria condición económica no fue un obstáculo para acogerlo a él y a sus hermanas. Además, lo que no tenía de dinero, lo tenía de disciplina. Su tía nunca lo dejaría ausentarse de clases o ser un estudiante mediocre. Por lo mismo, la escuela a la que asistía, dirigida por religiosos, lo condecoraría varias veces.
Su precaria condición económica implicó que desde pequeño debió contribuir a la economía familiar. Por ello, contribuiría económicamente a su casa como ayudante de sastre, cosiendo pantalones y llevando ropa de un lugar a otro.
Con los años, trabajaría y estudiaría en la Universidad al mismo tiempo. Tendría la oportunidad de sobresalir en los estudios y también profesionalmente, lo cual le permitiría elevar su perfil de ingresos. En ello, habría una combinación de factores. Por un lado, la disciplina de trabajo que le enseñaría su tía. Por otro, su disposición a tomar riesgos y a sobresalir. De hecho, al poco tiempo que nací yo, se daría cuenta que Guatemala no le estaba brindando las oportunidades económicas necesarias, así que terminaría trabajando por un tiempo en Costa Rica. Luego, volvería a Guatemala, y trabajaría aquí el resto de sus días. La intensidad con la que vivía su vida, su curiosidad intelectual, así como su disposición a probar distintas líneas de negocios, llevó a que tuviera muchos años en los que le fue muy bien. Se sentía orgulloso de haber podido salir adelante. De ser independiente financieramente y de ser un ejemplo de empresarialidad para mí y mis hermanas.
¿Por qué creo que una buena política social es importante, pero no es suficiente? Creo que una buena política social pudo haber ayudado a mi padre a aliviar los problemas ocasionados tras la muerte de mis abuelos. Pero también sé que, en el largo plazo, él diría que son las oportunidades económicas a lo largo de su vida lo que valen. Eso le permitió darle a sus hijos un mejor nivel de vida, mucho mejor de lo que él vivió. Por eso, cuando nos reuníamos, me decía que no solo debía pensar en cómo evitar que otros guatemaltecos sufran lo que él vivió de niño. También hay que pensar en cómo es que evitaremos que sus hijos y nietos lo sufran, mientras admiran la fuerza y valentía de su padre, de su abuelo.
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