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El privilegio de flotar

Tipo de Nota: 
Opinión

El privilegio de flotar

27 de Julio de 2016

Con mayor frecuencia siento que me cuesta más encajar en ciertos círculos sociales en los que crecí. No es porque estemos en etapas de vida distintas o porque ya no exista ese cariño entrañable y hasta incondicional entre nosotros. Es el pinchazo que siento en la boca del estómago cada vez que una conversación se estanca bruscamente en la ceguera del privilegio.

Mi temperamento, pacífico y tranquilo, busca automáticamente el consenso, apela a la empatía y rehúye, muchas veces a mi pesar, poner el dedo en la llaga y presionar con todas mis fuerzas. Me ha costado muchos años —admito que aún me cuesta— no avergonzarme de los privilegios que mis abuelos y padres me dieron con mucho amor y esfuerzo. No hay que confundir esto con ingratitud. Soy de los pocos en este país que rara vez se ha preocupado por techo, ropa, comida, acceso a servicios de salud, tr...

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