Educación y mujeres

Primero, lo leo como las oportunidades que no han podido aprovechar estas mujeres, que al no haber recibido educación, no han podido acceder a distintas oportunidades de trabajo; a nuevos estilos de vida; o, a apoyar a sus hijos e hijas en sus tareas, pero también a buscarles oportunidades. Sin poder leer, ellas se encuentran limitadas para leer afiches, periódicos o las páginas de internet para encontrar nuevas ideas de negocios, oportunidades laborales o becas en el exterior.

Segundo, lo leo como las oportunidades que nosotros, como sociedad guatemalteca, no hemos podido aprovechar. Estas mujeres podrían convertirse en líderes políticas que, además de valores, también cuenten con las herramientas técnicas y administrativas para mejorar la calidad de vida de sus comunidades. Estas mujeres podrían convertirse en empresarias, generando nuevas oportunidades de trabajo, así como nuevos productos valiosos. Estas mujeres podrían convertirse en valiosas trabajadoras o funcionarias públicas. Estas mujeres podrían convertirse en maestras, doctoras; pero también madres de familia y vecinas que podrían mejorar la calidad de vida de los vecindarios en el país.

Cada vez estoy más convencido que es un error esperar a que el Ministerio de Educación resuelva el problema. Donde creo que existe un gran potencial para lograr avances importantes es a nivel de las municipalidades. El Código Municipal lo permite y sería una apuesta inteligente para muchos alcaldes alrededor del país, siempre que esté orientado a generar altos niveles de calidad educativa y no sirva simplemente para pagar favores políticos y contratar a las personas que lo apoyaron en la campaña electoral.

La pregunta es si existen alcaldes comprometidos y valientes a tomar este reto… o dejarán pasar esta oportunidad de cambiar Guatemala.