En búsqueda de espacios de deliberación y negociación especializados es que en los Congresos se instituyen las comisiones de trabajo. Son entonces espacios en los que se discuten temas específicos antes de presentarlos al pleno.
Nuestro sistema establece básicamente comisiones ordinarias, extraordinarias y específicas. Dentro de las ordinarias se puede mencionar: la de la mujer, derechos humanos, cultura, migrantes, finanzas, economía, etc.
En fin, nuestro Congreso leer más
En búsqueda de espacios de deliberación y negociación especializados es que en los Congresos se instituyen las comisiones de trabajo. Son entonces espacios en los que se discuten temas específicos antes de presentarlos al pleno.
Nuestro sistema establece básicamente comisiones ordinarias, extraordinarias y específicas. Dentro de las ordinarias se puede mencionar: la de la mujer, derechos humanos, cultura, migrantes, finanzas, economía, etc.
En fin, nuestro Congreso tiene 30 comisiones ordinarias, las cuales ya están conformadas y trabajando. La importancia de la comisiones es que estas son las encargadas de dictaminar las nuevas iniciativas. En un proceso de revisión, estos cuerpos tienen la facultad de modificar las iniciativas previo a que sean presentadas y votadas en el pleno. Tienen también la facultad de emitir dictámenes desfavorables y darle prácticamente fin a una iniciativa. En ese proceso de análisis es que se materializa la famosa representatividad, ya que supuestamente son espacios en que el pueblo puede expresar sus opiniones sobre las iniciativas.
La pregunta es: ¿cómo y para quién están trabajando esas comisiones en nuestro Congreso? El neoinstitucionalismo hace una clasificación entre los congresos en los que las comisiones son cuerpos independientes de los partidos políticos y capaces de trabajar sin presiones externas y, otras en las que la sujeción de las comisiones a los partidos políticos es tan fuerte que estas se convierten en una extensión del partido. Esta división, en la realidad, nunca es tan clara, sin embargo, hay elementos que permiten ponerse de un lado o del otro.
Un claro ejemplo de esto, es la actuación de la recién electa Comisión de Finanzas Públicas y Moneda. Está compuesta por 16 diputados, de los cuales el Presidente y otros cinco miembros son del partido oficial, tres son UNE-Gana y luego hay uno de Lider, Creo, Viva, FRG,UCN y uno del bloque independiente. Yo hubiera esperado que el dictamen emitido por esta Comisión respecto de la Iniciativa 4447, Ley de Actualización Tributaria, fuera un poco más discutida y analizada. Claro está que haber emitido un dictamen favorable tan rápidamente y sin cambios radicales, evidencia de qué lado estamos.
Las comisiones deberían de ser sujeto de fiscalización, su trabajo debería de ser parte de la "auditoría social" para que se les obligue a separarse un poco de los partidos políticos. De esta forma se cumpliría con el principio de representatividad de los diputados y tendríamos una mejor calidad de leyes. Sin embargo, a como vamos la cosa está mal, al menos para los ciudadanos a quienes se nos está vedando la posibilidad de participar activamente en el proceso legislativo mediante las juntas de trabajo de las comisiones.
Más de este autor