He tenido el privilegio de presenciar extraordinarios comportamientos de aves que de otra manera parecerían ordinarias y hasta sin valor alguno, candidatas a una buena pedrada con honda, a la destrucción de su nido, a un balinazo o a la eliminación de su ecosistema, lo que convenga para fines de distracción, ocio o desarrollo económico.
Empecemos por un pariente del pájaro carpintero, el Indicator indicator, que se distingue por crear sociedades con humanos y tejones.
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He tenido el privilegio de presenciar extraordinarios comportamientos de aves que de otra manera parecerían ordinarias y hasta sin valor alguno, candidatas a una buena pedrada con honda, a la destrucción de su nido, a un balinazo o a la eliminación de su ecosistema, lo que convenga para fines de distracción, ocio o desarrollo económico.
Empecemos por un pariente del pájaro carpintero, el Indicator indicator, que se distingue por crear sociedades con humanos y tejones.
Atendiendo un llamado o por iniciativa propia, este pájaro guía a su socio hasta algún panal de miel. Usa cantos diferentes para guiar y notificar la localización. Entonces, el socio hace el trabajo rudo y derriba el panal. Luego de tomar su parte, deja el resto del botín. Estos pájaros se encuentran en toda el África subsahariana. Tienen una increíble inteligencia y capacidad para interactuar con otras especies.
Les siguen los cuervos. Vi uno en un país lejano. Por más de media hora estuvo volando entre dos árboles y descendiendo durante su recorrido para fastidiar a un gato. A pesar de los acrobáticos saltos del felino, el cuervo le tenía tomada la medida, de modo que aquel siempre se quedaba a escasos centímetros de atraparlo con sus garras. El acosador avisaba cuándo se iba a lanzar y celebraba ruidosamente en el otro árbol. Pronto llegaron otros cuervos, que tomaron un cable por butaca. Celebraban cada pasada exitosa. El único que la pasó mal fue el gato. Este cuervo tenía un gran sentido del humor y gustaba de lucirse ante sus amigos.
Recuerdo, además, una familia de cuervos. Mamá era negra. Las crías tenían plumaje café, pero pronto cambiarían de color porque ya volaban por su cuenta. Salí al balcón debido al alboroto que se traían. Resultó que una cría andaba buscándose el alimento entre la hierba, volteando hojas caídas en busca de insectos. La otra, en cambio, era chillona e inútil. Traía a mamá desesperada volando y corriendo por todo el lugar. Chillaba, gritaba, exigía comida, y mamá tenía que buscarla y entregársela en el pico. No se movía de su lugar. ¿Cómo dos aves de una misma edad y una misma madre podían ser tan diferentes? Era un tema de personalidad, así como de una madre consentidora.
Le sigue el pájaro tejedor. En un árbol se congregaron frenéticamente cientos de ellos para anidar. Los machos se esfuerzan en construir un nido que sea de la aprobación de la hembra. Mientras ellos se alejaban en busca de las hebras vegetales para tejer el nido, ellas permanecían en una rama observando. Los nidos colgantes estaban por todas partes, incluyendo el suelo.
Durante la construcción, los pájaros se colgaban con ambas patas de las hebras para tensarlas y probar su resistencia. Al finalizar avisaban que la tarea había concluido. Entonces, la pareja volaba hacia el hogar y realizaba una inspección. Si no le gustaba, lo desataba y dejaba caer. El macho debía empezar de nuevo y ser más cuidadoso. A este comportamiento inteligente con estándares de calidad incluidos se añadió uno más. Algunos machos no viajaban en busca de la siguiente pieza de construcción, sino que se quedaban parados en las ramas esperando que otro macho se alejara para robarle sus materiales. La deshonestidad y la pereza también existen entre las aves.
Observar con mis propios ojos estas maravillas de la naturaleza ha sido fantástico. Hace pensar en que hay muchísimas cosas que ignoramos sobre nuestros compañeros de viaje en esta nave espacial llamada Tierra. También llama a respetar la vida, a pensar que cada ser viviente es un milagro en sí mismo, que existe la diversidad y que no somos los únicos con pensamientos y sentimientos. Que es casi infinito lo que desconocemos y que nuestra ignorancia no debe ser un pretexto para la destrucción de animales y sus ecosistemas.
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