Guatemala, 6 de febrero de 2014
Sres.
Consejo Editorial
Plaza Pública
Guatemala
Estimados Señores Consejeros:
Para todos y cada uno de ustedes mis mejores deseos en este tiempo y durante todo el 2014.
Quisiera reproducir acá partes del artículo que yo publicara en Prensa Libre al momento de celebrarse el primer aniversario de Plaza Pública:
“Cuando hay calor, nada como abrir una ven...
Guatemala, 6 de febrero de 2014
Sres.
Consejo Editorial
Plaza Pública
Guatemala
Estimados Señores Consejeros:
Para todos y cada uno de ustedes mis mejores deseos en este tiempo y durante todo el 2014.
Quisiera reproducir acá partes del artículo que yo publicara en Prensa Libre al momento de celebrarse el primer aniversario de Plaza Pública:
“Cuando hay calor, nada como abrir una ventana y dejar entrar aire fresco. Es la imagen que siento necesidad de usar ahora para hablar del periódico digital de análisis, investigación y debates, Plaza Pública, fundado hace un año en Guatemala. Es un periódico joven, no sólo por la gente que trabaja en él, sino por esa manera suya de interpretar la realidad. Es un periodismo de profundidad que no trata de convencer a nadie y no parte de ninguna doctrina que no sea la de la ética; en el corazón de su quehacer está la intención de favorecer el debate ciudadano bien informado”.
Hoy, un par de años después, sigo encontrado en Plaza Pública (PzP) lo mismo, porque este periodismo, como dije entonces: “ha marcado un hito en la historia del país”.
A PzP le fueron confiados cables de Wiki Leaks cuando apenas los confiaban a cuatro o cinco periódicos del mundo; los reportajes de PzP, aun siendo de diez o más páginas, han despertado nuestro apetito y nos han recordado para qué sirve la palabra. Cumpliendo un año apenas, PzP ya había publicado un “Bestiario del poder”, un libro con contenidos periodísticos del primer orden para comprender la historia contemporánea de Guatemala. Y en los meses que siguieron a ello PzP nombró lo innombrable gracias a un periodismo que combinó la profundidad y la autonomía en el ejercicio de la libre expresión.
Considero, sin embargo, que ha llegado el momento de renunciar a mi cargo como parte del Consejo Editorial. Quiero agradecer la oportunidad que tuve de asistir en calidad de testigo de la historia y como “consejera” a este inédito ejercicio del periodismo guatemalteco. Ha sido un privilegio compartir con el resto de integrantes del Consejo los primeros pasos de PzP, ya que de cada uno aprendí mucho en cada sesión. Creo hoy, como entonces, que un esfuerzo de tal naturaleza debe seguirse apoyando, sobre todo en un país como el nuestro. Por todo lo anterior, seguiré acompañando a PzP desde mis diferentes ámbitos de acción, tanto en el país como fuera de él.
Los motivos de mi renuncia obedecen, en primer lugar, a razones de índole práctica que tiene que ver con mi imposibilidad de dar el tiempo suficiente a las sesiones del Consejo. En segundo lugar, obedecen a la naturaleza del cargo que fui invitada a ejercer; como miembro del Consejo Editorial, hubo algunas decisiones fundamentales que se tomaron en esa instancia sin que se me hiciera partícipe de ellas, por ninguna vía, con la antelación suficiente para considerarlas o simplemente conocerlas. Sin embargo, considero que la experiencia fue maravillosa y agradezco a cada uno lo que aportó para que así fuera.
Deseo para Plaza Pública un camino de buen periodismo y mucha luz. Y concluyo recordando que el nombre que da vida a este medio de comunicación significa que “una plaza pública será siempre un lugar de posibilidad, de enunciación y denuncia, un espacio para encuentros profundamente humanos y ciudadanos.”
Con mi agradecimiento y mis mejores deseos
Carolina Escobar Sarti
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