En algún momento referí en este mismo espacio a la experiencia de presenciar un aparente caso de posesión demoníaca. El caso involucraba a un muchacho del área rural guatemalteco, indígena, quien mostraba algunos signos comúnmente asociados al fenómeno de la posesión demoníaca.[1] En confianza con el sacerdote que llevaba el caso, visité este lugar pero mi ´curiosidad antropológica´ no fue satisfecha. Durante una última visita académica a la universidad de McGill en Quebec, tuve la oportunidad de seguir otra aparente posesión. En esta ocasión, algo un poco más escalofriante pero, nada que no pudiera explicarse cómo resultado de una esquizofrenia. Mi posición ´científica´ me obligaba a construir paralelismos entre ambos casos: 1) en ambas situaciones, las familias involucradas son de escasos recursos, 2) viven en las zonas rurales de sus contextos y, 3) son familias muy devotas de práctica católica generacional. [2] Es decir, todos los componentes necesarios para legitimar e interiorizar la simbología de lo demonial.
Pero precisamente esa simbología es importante. Podría aquí referir directamente al tema de la locura abordado desde la óptica del panoptismo. Así pues, la distancia entre la ´locura´ y los fenómenos médicos comúnmente confundidos con la posesión demoníaca (paranoia, esquizofrenia, delirio o doble personalidad) pueden si, ser un resultado de la ´prisión´. Es muy interesante que uno de los términos latinos más comunes usados en el primer siglo de la era cristiana para referir al poseído era la palabra energumen: literalmente, el ´incontrolable´. En posteriores entregas haré una comparación entre los casos citados del texto ´Los Anormales´ y algunos casos interesantes que fueron catalogados como posesión demoníaca. Pero por ahora, mencionemos algunas fuentes menos conocidas y sigamos en la vertiente italiana. Roberto Calasso autor de La locura que viene de las ninfas, retoma el tema de la posesión demoníaca desde una perspectiva no cristiana y lo presenta como un entheos: la presencia de un ´dios´ que se manifiesta a través de nosotros. Ese ´dios´ puntualmente refiere al inconsciente cuando toma posesión de la conciencia potenciando los miedos y los deseos. He allí la razón de simbolizar a los demonios que nos poseen.
Lo anterior por cierto, no significa que deba minimizarse el fenómeno.
Sugiero la lectura del libro ´Beware of the night´, escrito por el detective de policía Ralph Sarchie, quien acompañó muchos ´casos de posesión demoníaca´ ligados a crímenes brutales cometidos en la ciudad de Nueva York.[3] La violencia retratada en este libro con respecto a las acciones que pueda cometer un ser humano son increíbles y quizá por ello, se supone que no hay otra explicación que algún tipo de influencia externa. La idea podrá ser cuestionable, pero nada nueva.
Quizá una de las fuentes no cristianas más interesantes y poco citadas con respecto a la simbología de lo demonial son los mismo diálogos de Platon. En Fedro, (donde el problema de fondo en realidad no es precisamente político) Platón reconoce dos cosas: 1) dice sentir que su demonio (su daimón) lo compele para aportar una explicación y, 2) reconoce que el alma humana tiene un poder adivinatorio y el daimón juega aquí un rol importante. Para Sócrates, el daimón no es otra cosa que síntesis entre la religión popular y la racionalización de los filósofos; pero para la mayoría de los griegos, el daimón representaba las almas de los muertos que revolotean por los aires en tanto que no recibieron las honras fúnebres requeridas por todo buen ciudadano. Algunos ejemplos. La preocupación de Antígona por darle las honras fúnebres a su hermano era precisamente evitar esta transformación. Recordemos además que Aquiles mismo, una vez muerto, aparece en visión a sus hermanos en armas para que tomen su cadáver y lo entierren con todos los usos requeridos. Bien puede decirse que el origen de lo propiamente político en el mundo griego tiene un carácter necrofílico porque el ritual ciudadano más importante a cumplir es, precisamente, el ritual fúnebre. En la Palestina del primer siglo, la creencia común judía no suponía la noción de ´demonio´ sino la idea de ángeles divinos de venganza´ (esto de acuerdo a Joseph Schmid en su interesante comentario del evangelio de Marcos, Das Evangelium nach Markus). Pero, al igual que en el caso griego, hay la implicación si muy clara de su habitar en los cementerios públicos por lo general mal organizados y de poca inversión donde los cadáveres afloraban rápidamente a la superficie. Esto es congruente con la historia de los Evangelios. La curación del endemoniado de Gerasa toma lugar en cercanías a tumbas abandonadas.
Pero esa no es la cuestión de mi artículo. Por ahora, una cuestión simbólica. Series modernas cómo True Detective, Aníbal o la misma película Maléfica presentan un retrato interesante ´del mal´. Lo interesante es la figura de los cuernos que es tan notoria. Y no es para menos, aquí algunos ejemplos: Júpiter Ammon llevaba cuernos de carnero igual que lo hace Moloch, B´aal Hammón, Belfegor y Lucifago, en el judaísmo, el Dibuk (demonio) se expulsa haciendo sonar el cuerno de carnero. Personalmente, tiendo a pensar que todo esto es simbología fálica pues debemos recordar que primer nivel de tentación, la tentación externa (sigo la interpretación del Padre Amorth) sucede con aquello que llevamos entre las piernas.
¿Qué autores son interesantes de leer con respecto al campo de la demonología? Yo puedo referir, luego de haberles leído, las siguientes: El texto del Padre J.A. Fortea, SVMMA DAEMONIACA . También están los escritos del Padre Amorth, (en mi opinión mucho más serio que Fortea) de quien vale la pena leer La Presenza Di Satana. Le cause del maleficio: una fattura o il malocchio.
En la siguiente entrega haré referencia a un texto poco conocido titulado Possesed by Satan. Es un manual bastante detallado sobre exorcismo y posesión que no es demasiado antiguo (el original alemán es de 1963). Fue escrito por Adolf Rodewyk, jesuita alemán con amplia experiencia en el tema del exorcismo y la demonología. El autor estudia en detalle la posesión de dos niños (hermanos) de Alsacia en el s. XIX. Fue un caso muy bien documentado y extenso. La obra de Rodenwyk por cierto, sirvió para re enforzar los criterios médicos previos a realizar un exorcismo sobre todo a raíz del trágico caso de Anneliese Michel. Luego de este caso, en adelante, un médico estaría siempre presente durante el ritual romano.[4]
Concluyamos simplemente con el siguiente punto. ¿Qué gana el demonio con apropiarse de la vida de un insignificante humano? ¿Qué propósito el de pelear una guerra entre el bien y el mal por las almas de seres minúsculos?
Hay quienes argumentan que las almas más insignificantes son las más amadas (el punto de vista cristiano) y hay quienes argumentan que, en todo esto, hay mucho aún por estudiar.
[1] El ritual romano refiere a tres condiciones fundamentales para determinar el caso presente de un ´poseído´: 1) conocimiento de lo desconocido, es decir, que el ´posseso´ conozca detalles que le serían imposible de tener presentes, 2) manejo de estructuras idiomáticas a las cuales no debería tener acceso y, 3) repulsión hacia los símbolos sagrados. Aunque hay varias fuentes que podrían citarse, me refiero a la opinión dada por el demonólogo y exorcista italiano Gabrielle Amorth. El Padre Amorth dirige la l'Associazione internazionale degli esorcisti y de acuerdo al períodico italiano ´Liberazione´, Amorth ha llevado a cabo más de 70, 000 exorcismos.
[2] Este punto es interesante y yo lo comentaba durante nuestra visita al caso de la chica ´poseída´ en Quebec. ¿Por qué no hay casos de posesiones demoníacas entre los alemanes de ascendencia luterana de altos ingresos o entre los israelíes judíos seculares que viven en la cosmopolita Tel Aviv? ¿Por qué nada se escucha de esto entre ciudadanos de países nórdicos? La posición de clase en efecto, determina la inclinación hacia formas de folclor, y por el otro lado, la narrativa religiosa excluye determinadas figuras. Es interesante que en el judaísmo, el tema de la posesión y el exorcismo son casi inexistentes. Las referencias de ello en el Antiguo Testamento son limitadísimas, destacando quizá la historia de Job en tanto las heridas corporales de Job suceden por ´influencia´. Pero hasta allí. Es hasta el Nuevo Testamento donde hay referencia a dicho fenómeno, puntualmente con la figura de Jesús, el rol que juegan sus apóstoles posteriormente y, como no olvidar, al mago Simón.
[3] De hecho hay una buena película del 2014 sobre esto, se llama ´Deliver us from Evil´.
[4] Anneliese Michel era una chica alemana, estudiante universitaria quien falleció luego de ser aquejada por epilepsia, visiones, delirios y otros males. El caso, que involucró un exorcismo (fallido) atrajo a la atención pública. Dos películas han sido basadas en esta historia real. El exorcismo de Emily Rose, la cual presenta el punto de vista cristiano y Requiem: el exorcismo de Micaela con el intento de mostrar el punto de vista médico.
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