Es cierto, el futbol es un tema que a muchas personas les gusta abordar, y más de alguno lo hace con tanta propiedad como si fueran conocedores expertos en el tema. Pero está bien, eso es lo lindo del futbol, es algo popular que cualquier lo puede hacer propio y autodenominarse el más grande conocedor del tema.
Lo interesante de dichas charlas cotidianas, es que cada vez es mayor el número de personas que coinciden con mi conclusión de en dónde se encuentra el verdadero negocio en el futbol. La mayoría de personas, en mi opinión, están erradas al pensar que hay que invertir todo el dinero en los equipos mayores o la selección mayor. Es cierto, esa categoría es la única con exposición en los medios, pero no entendemos que entre mejor nivel de dichos equipos en todas las categorías, mayor será la exposición. Cada equipo, o la selección, tendrán mejor imagen ante los aficionados, los consumidores a los cuales las grandes empresas desean llegar utilizando la plataforma de los equipos adultos.
Por lo mismo, no es casualidad que equipos en México, Chile, MLS y Europa inviertan gran cantidad de dinero en las divisiones inferiores. La inversión se distribuye en sueldos de los entrenadores (capacitadores) en cada categoría de las divisiones inferiores de los equipos. Esos entrenadores deben ser de alto nivel para poder ser los mentores de las futuras estrellas del futbol. Los equipos invierten en infraestructura. Cada vez aumenta el número de equipos (los que toman con seriedad este tema) que cuentan con canchas propias de entrenamiento, gimnasio, albergue, capacitación, etc. para todas sus categorías. Invierten también en el nivel de competividad que deben tener sus jugadores. Por eso vemos en estos países, jóvenes de 17 años que llegan a Selección ya con decenas de giras a torneos internacionales de edad limitada y con una vasta experiencia.
En Sudamérica, los equipos comprendieron que invirtiendo en capacitar a sus cadetes (divisiones inferiores) sumado a una estrategia de venta a equipos grandes en Europa, le significaría, a cada institución, ingresos millonarios. En Guatemala no lo entendemos así. Nuestros jugadores llegan a la Liga Mayor como Dios les ayuda. Con las capacidades innatas con que llegaron a este mundo son lanzados a jugar para selecciones nacionales tal cual como su propio nivel les permite, a competir contra jugadores de otros países que han sido sujetos a mejores programas de entrenamiento y capacitación en sus equipos.
Es como esperar la cosecha e invertir en maquinaria para llevar a cabo dicho proceso, pero sin querer invertir en la siembra, y cuidado de la misma. Como que si la siembra solita fuera capaz de desarrollarse de tal manera que le puede generar ingresos importantes a los agricultores.
No señores… el verdadero negocio, el cual no comprendemos y no nos entra en la cabeza, es invertir en divisiones inferiores. Invertir en un mejor futuro, un mejor nivel de equipos de Liga Nacional y de Selecciones Nacionales. Capacitarlos, entregarles las mejores condiciones para que lleven a cabo la mejor práctica del deporte. Ayudarlos a desarrollarse de tal manera que en un futuro le representarán ingresos importantes a los equipos y selecciones y al final en satisfacción a la afición que están presenciando mejores espectáculos.
Ya basta de ser una cultura cortoplacista y en verdad tener la visión de tener un mejor futbol en el futuro. Es cierto, se requiere de inversión, pero la misma palabra lo dice, inversión y no gasto como lo mira la mayoría de equipos en las diferentes ligas. Esperamos resultados diferentes haciendo las cosas de la misma manera. Señores, es hora de cambiar. Es hora de encontrar medios alternativos para poder desarrollar las bases de nuestro futbol y así asegurar un mejor futuro en nuestro bendito futbol.
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