"Los Zetas están tragándose el territorio y nadie los toca. ¿Por qué ahora? Porque todos los competidores están débiles", dijo a BBC Mundo David Martínez-Amador, catedrático de la Universidad Rafael Landívar, el día en el que el Ejecutivo decretó un Estado de Sitio para todo el departamento.
"Las estructuras guatemaltecas no tienen liderazgos claros; están en reingeniería", añadió el experto, que dijo que la matanza es un mensaje de los Zetas para quienes pretendan detenerlos.
En Petén, el mensaje no era para las víctimas, campesinos que trabajan en la finca, y que el ministro de Gobernación, Carlos Menocal, desvinculó del narcotráfico, sino para el propietario de la finca: Otto Salguero, a quien los victimarios extorsionaban, y cuya vinculación al narco no ha sido confirmada. "Ellos dijeron que eran mexicanos, que no querían guatemaltecos, que nos iban a matar porque estábamos trabajando en la finca", dijo una sobreviviente de la masacre respecto a los atacantes. La mujer dijo que dos hombres armados llegaron hasta su casa y se llevaron a su esposo.
Menocal también atribuyó a los Zetas el asesinato de Haroldo León Lara, también ocurrido el pasado 14 de mayo, y a cuyo hermano el grupo criminal asesinó hace tres años (supuestamente en venganza por un robo de droga). Como en México, los Zetas disputan posiciones de su ex empleador, el cartel del Golfo. Pero en Guatemala, logran con violencia lo que los narcos locales consiguieron con sobornos y prestando servicios básicos en zonas olvidadas por el Estado (salud, electricidad, etc.). Esto no significa que no sean violentos, pero no al extremo de los Zetas.
Para leer todo el reportaje de Julie López para BBC, vaya aquí)