La sociología propone que la educación es una institución social a la que se le confiere la función de enseñar las formas de relacionamiento de una generación a otra para reproducir el orden que rige a la sociedad. Junto con la familia, la religión, la economía y el Gobierno, el sistema educativo refuerza la coercitividad de las ideas, prácticas y normas predominantes en la sociedad, cuyo cumplimiento está sujeto a sanciones e incentivos. Si alguna de estas instituciones modifica las normas, ...
La sociología propone que la educación es una institución social a la que se le confiere la función de enseñar las formas de relacionamiento de una generación a otra para reproducir el orden que rige a la sociedad. Junto con la familia, la religión, la economía y el Gobierno, el sistema educativo refuerza la coercitividad de las ideas, prácticas y normas predominantes en la sociedad, cuyo cumplimiento está sujeto a sanciones e incentivos. Si alguna de estas instituciones modifica las normas, permite que se rompa el orden establecido y alienta la libertad de conciencia, sucede el cambio social. Las ideas, normas y prácticas de la sociedad guatemalteca han provocado que el 53.71 % de la población viva en la pobreza [i], que el 49.8 % de los niños y las niñas sufran de desnutrición crónica aguda [ii], que solamente el 4.8 % de la población participe en alguna organización social [iii] y que no más del 26 % de las jóvenes entre los 16 y 18 años estudien diversificado [iv].
Hoy el país es consciente de la urgencia del cambio social. Es fundamental que el sistema educativo se sume también a este proceso. El Ministerio de Educación existe para aportar a la consecución del fin supremo del Estado guatemalteco consagrado en la Constitución Política de la República: el bien común. Su responsabilidad con el cambio social es imperativa para fortalecer la comprensión de los principios del sistema democrático, modelar las prácticas de ciudadanía responsable y propiciar el pensamiento crítico. La revisión del Currículo Nacional Base del ciclo diversificado es una oportunidad para sumarse al cambio social en marcha, desde la cual puede incorporar de forma transversal conocimientos, actitudes y habilidades democráticas y fortalecer su operativización a través de la innovación: integración curricular, educación por proyectos y contextualización en el entorno de las y los estudiantes. Exige pensar creativamente e iluminar las competencias de todas las áreas curriculares desde tres luces: el bien común, el aprendizaje significativo y la vida digna.
[frasepzp1]
La propuesta curricular es una oportunidad para formar ciudadanía capaz de identificar en el pasado la raíz de las actuales amenazas a la democracia. Estudiantes con la competencia de «identificar los rasgos autoritarios de las dictaduras militares que impidieron la participación ciudadana para argumentar en torno a su ilegitimidad» comprenderán la gravedad de los ataques en contra de dirigentes sociales, periodistas y defensores de derechos humanos, que también los agrede a ellos en su libertad ciudadana. Jóvenes que llegan a «entender el principio de transparencia en los actos de administración pública como mecanismo de garantía a la independencia para explicar cómo el financiamiento electoral anónimo sustrae el carácter democrático del proceso electoral» optarán por partidos que reportan el origen de su financiamiento y demuestran no estar comprometidos con el narcotráfico, el crimen organizado o monopolios que explotan los recursos naturales y producen pobreza. Comunidades, barrios, vecindarios, aldeas y ciudades organizadas que puedan «comprender el espíritu de la garantía constitucional de libertad de asociación para crear espacios de participación legítima que defienda y garantice los derechos individuales y colectivos» podrán gestionar el cambio político y económico que elimine la pobreza, la desnutrición crónica, la exclusión social y la discriminación.
Es tarea constitucional del ministro de Educación, de los viceministros, de la viceministra, de la Dirección General de Currículo y de la Dirección General de Calidad Educativa abonar al cambio social que llevará a la construcción del bien común en Guatemala. Eso es lo que como país merecemos: que se alejen de las posiciones de corruptos y corruptores que están enterrando aquí o más allá de la frontera a los niños y jóvenes guatemaltecos.
[iv] Mineduc, anuario estadístico, 2016.
Más de este autor