Esta encuesta busca recopilar un historial estadístico de la juventud guatemalteca e ilustrar la realidad a la que se enfrentan y sus percepciones de la misma. Esta encuesta se realizó de marzo a mayo del 2011 y se tomaron en cuenta varios instrumentos como referentes. Se realizaron varios talleres y foros para compilar la información necesaria y también como método de validación. En los talleres realizados participaron organizaciones juveniles, académicos e investigadores sociales y especialistas internacionales. Me parece muy valioso el hecho que hayan tomado en cuenta las experiencias de juventudes latinoamericanas como la chilena y la hondureña para propósitos de comparación.
Según el INE, el pasado año Guatemala tuvo una “población de 14.713,763 de los cuales 10.211,887 son menores de los 30 años” y si nos referimos a los jóvenes entre los 15 y 29 años el número es 4.152,411. En Guatemala no podemos hablar de juventud sino que debemos de hablar de juventudes por la composición diversa de este sector poblacional. La Encuesta nos proporciona datos tomando en cuenta los diferentes contextos, por ejemplo la composición por sexo, distribución por área geográfica, educación, nivel socioeconómico y etnicidad. En relación al tema de género, entre las edades de 15 a 29 años 52.6% son mujeres y 47.4% son hombres, en relación al área geográfica el 53.9% de la juventud vive en el área rural y el 46.1% en las áreas urbanas. El tema de identidad lo manejaron en base a la autoidentificación, 31.3% de los jóvenes se identificaron como indígenas, mientras que 63.8% se consideran no indígenas.
La encuesta está dividida en los diferentes temas que afectan no solo la composición de nuestra juventud sino que también su desarrollo. Entre ellas a mi criterio la determinante y la punta de partida al resto es la educación Según este estudio, el 93.3% de todos los jóvenes guatemaltecos son alfabetos, sin embargo si tomamos en cuenta la escolaridad los porcentajes disminuyen dramáticamente. A pesar que el Estado está obligado a proveer por lo menos 9 años de educación, la realidad es otra “ 39.4% de la juventud no tienen ningún grado de escolaridad o algún grado o concluido el nivel primario”. Si nos referimos al ciclo diversificado, la educación superior y los posgrados las cifras son desalentadoras ya que de la población total de jóvenes solo el 5.1% han participado en estos niveles educativos.
Para poder entender nuestro sistema educativo debemos considerar las diferentes variables que no solo lo conforman pero también lo caracterizan. Es este caso me refiero a las diferencias de acceso que existen dependiendo del entorno del joven: realidad socioeconómica, género y etnicidad. Las brechas son reales y preocupantes, por ejemplo en relación a situación socioeconómica, de los jóvenes que provienen del estrato económico alto se reportó que 0% no tienen ningún nivel de escolaridad mientras que los jóvenes de los estratos más bajos conforman un 14%. Las diferencias también existen cuando se considera la variante de género y como es de esperarse los hombres tienen más acceso a la educación que las mujeres: 6.9% de las mujeres no cuentan con ningún nivel de escolaridad mientras que 4.4% les corresponde a los hombres. La ultima variable es la etnicidad según las estadísticas presentadas, las personas que se identifican como indígenas (54.4%) más de la mitad no tienen ningún nivel de escolaridad, mientras que los jóvenes que se identifican como no indígenas, 31.6% tienen los mismos estudios. Lo que estas cifras nos pintan es una triste realidad de nuestro sistema educativo ya que lo podríamos calificar como clasista, machista y racista.
En el mundo globalizado en que vivimos, los mercados modernos nos exigen más que una simple educación básica para poder desarrollarnos exitosamente. Considerando la realidad educativa que vivimos, la juventud guatemalteca no poseemos la educación necesaria para ser profesionales competitivos. La mayoría de jóvenes guatemaltecos abandonan su educación a la tierna edad de 15 años y en la mayoría de casos es un abandono forzoso. Recalco que el deber del Estado es proveer al menos 9 años de educación y por lo mismo debemos usar materiales como este para exigirle a las autoridades que cumplan.
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