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La región más violenta

Honduras es considerado el país más violento. Entre tanto, en Nicaragua se registra uno de los mayores índices de confianza en la Policía.
Latinobarómetro: Violencia es el principal reto para la democracia.
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La región más violenta

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La delincuencia se ha convertido en el Talón de Aquiles de la consolidación de la democracia en América Latina, advierte el más reciente informe de la Corporación Latinobarómetro, que analizó en un estudio presentado la semana pasada la percepción de la violencia en la región. La conclusión es aplastante: América Latina no sólo es la región más desigual del mundo, además es la más violenta.

En América Latina, se explica en el informe, “la delincuencia aflora como problema principal en un momento especialmente positivo de prosperidad y crecimiento económico, cuando se ha reducido la pobreza a niveles de los años 80 del siglo pasado. Sin embargo, la delincuencia ha estado siempre ahí, y la violencia también. Es la democracia la que la visibiliza, al punto que le da a cada cual posibilidades de demandar seguridad como un derecho. Esto a su vez tiene impacto en la imagen de las instituciones de la democracia y su gobernabilidad”.

El estudio analiza los datos “objetivos” de violencia (delincuencia, crimen organizado) de la región, comparándolos con la percepción que tienen los latinoamericanos de la situación de la violencia en cada uno de sus países. El estudio muestra que en 11 de los 18 países analizados, los ciudadanos mencionan la violencia como el problema más importante que enfrenta su país. Así lo cree el 62% de los venezolanos, el 51% de guatemaltecos y salvadoreños y el 41 de mexicanos y uruguayos. En contraste, sólo un 4% de los nicas opina igual. Para el 33% de los nicaragüenses, los problemas económicos son su principal preocupación.

“En países como El Salvador y Guatemala la importancia de la delincuencia es confirmada en su rol central por la violencia y el accionar de las pandillas”, se explica en el informe. “Entonces, la respuesta a la pregunta si acaso América Latina es una región con creciente delincuencia y violencia se puede responder que así es percibido desde el punto de vista de la población. Aunque la región lleva tiempo en la violencia, hoy la democracia la visibiliza.

Homicidios, una  epidemia regional

El informe afirma que las tasas de homicidios en algunos países de Latinoamérica han aumentado tanto, que se ha llegado “a situaciones francamente epidémicas”. Y lo preocupante, deja entrever el estudio, es que estas tasas se dan en democracia, superando en el caso de Centroamérica a las muertes registradas durante las guerras civiles que asolaron la región. Esto, advierte el documento, “representa un obstáculo serio para el desarrollo de estos países y un desafío para instituciones relativamente jóvenes como las policías”.

El estudio cita datos de Naciones Unidas sobre las tasas de homicidio a nivel mundial. En la lista de los diez países con mayores tasas de homicidio hay cuatro naciones latinoamericanas, encabezando la dramática Honduras, país que pareciera al borde del abismo y donde las organizaciones defensoras de derechos humanos denuncian todo tipo de violaciones desde el Ejército hasta supuestos escuadrones de la muerte. De hecho, en Honduras, donde la tasa de homicidio es de 82.1 por cada 100 mil  habitantes, han sido asesinados 20 periodistas en los últimos dos años.

El segundo lugar de la lista lo ocupa El Salvador, con una tasa de 66 homicidios. El quinto puesto es para Venezuela, con 49. Y en el séptimo está Guatemala, con el 41.4%. Los datos son de 2010.

Sin embargo, en América Latina las estadísticas se enfrentan a un problema institucional: la falta de profesionalismo de las policías de la región. “Ahora bien, en América Latina los desafíos para la consolidación de un sistema de información criminal efectiva y eficaz se vinculan también con los profundos problemas estructurales de las instituciones policiales, como la falta de capacitación y recursos, así como altos niveles de corrupción”.

A pesar de estas estadísticas, el informe explica que a nivel social hay una diferencia entre lo que dicen los números y la percepción de la gente. En ese sentido, en muchos de los países de la región la percepción de la población a nivel local, como en los barrios, puede distar de lo que establecen las estadísticas oficiales.

“Los homicidios, al igual que la mayoría de los problemas sociales, tienden a estar focalizados en determinados territorios y por ello, posiblemente, los niveles de homicidios en ciertos barrios o ciudades pueden ser más altos que en otras ciudades del mismo país, donde los homicidios no ocurren con frecuencia. Adicionalmente, el tamaño de los países afecta considerablemente la tasa, ya que un aumento de la violencia en la ciudad capital de un país pequeño, por ejemplo El Salvador, tiene una directa relación con el aumento de la tasa nacional, lo que no sucede con la situación en países como México o Brasil”, se explica en el informe.

“Mi país es más inseguro”

El informe presenta la percepción de la población en relación con el aumento de la violencia en sus países. Recopilando datos de 2007 a 2010, el informe de la Corporación Latinobarómetro muestra que los guatemaltecos son los latinoamericanos que más creen que vivir en su país es cada día más inseguro. Así lo cree el 71% de los guatemaltecos. En segundo lugar están los venezolanos (67%), los costarricenses (66%), los paraguayos (65%), hondureños (62%) y mexicanos (61).

Comparados con esos países, el temor de los nicaragüenses frente al aumento de la delincuencia es menor. En Nicaragua, sólo el 32% de los consultados considera que vivir en el país es más inseguro, lo que lo ubica en último lugar de la lista preparada por el Latinobarómetro.

Sin embargo, la opinión de los nicaragüenses aumenta considerablemente cuando se les pregunta si consideran que la delincuencia ha aumentado en el país: el 81% de los consultados considera que la delincuencia ha aumentado, una cifra comparable a la de Honduras (81%), pero un poco alejada de la de Costa Rica (93%), país que encabeza la lista latinoamericana en este aspecto.

Nicaragua está entre los cinco países de la región en los que la Policía genera mayor confianza a la población. El primer lugar lo ocupa Uruguay, donde el 53% de los consultados dicen confiar en la Policía. Le siguen Ecuador (50%), Chile (46%) y Panamá (45%). Nicaragua ocupa el quinto lugar, con el 44% de opinión favorable de los consultados. Guatemala es el país latinoamericano donde la Policía genera menos confianza a la población: apenas el 15%.

Las cifras de la Policía

Los datos del Latinobarómetro parecen respaldar la posición expresada la semana pasada por la jefa de la Policía Nacional, Aminta Granera, durante el encuentro de mandos de la PN con Daniel Ortega. Granera dijo que 2011 “fue un buen año” para el trabajo de la Policía. Granera, dirigiéndose a Ortega, enumeró los logros de la institución que dirige. Los resultados mencionados por Granera corresponden a 2011:

  • La jefa policial informó que las denuncias de delitos se redujeron en el país durante segundo año consecutivo. En 2011 la reducción fue de un 6.6%. Según Granera, el 75.2% de las denuncias que se reciben en todo el país, se refieren a faltas que “no llegan a constituir delitos, o a delitos de menor peligrosidad”.
  • Granera aseguró a Ortega que durante 2011 en el país bajó la tasa de homicidios a 12 homicidios por cada 100 mil habitantes. “En este momento es la tasa más baja de Centroamérica”, dijo Granera, aunque reconoció que en la Región Autónoma Atlántico Sur se registra la tasa de homicidio mayor del país, de 42.7 homicidios por cada 100 mil habitantes.
  • La primera comisionada también aseguró que en 2011 se desarticularon 295 agrupaciones delictivas que operaban en Nicaragua, 70 en Managua. Además, dijo, el año pasado la PN “desarticuló”18 células del crimen organizado transnacional, y se incautaron 7 toneladas de cocaína. Además, incautaron al crimen organizado, “294 medios de transporte terrestre, 5 millones de dólares, 7 toneladas de cocaína, 38 medios de transporte acuático, 141 armas de fuego, y 1,142 medios de comunicaciones”.
  • En el tema del tráfico de drogas, Granera dijo que la Policía realizó 3,170 operaciones y capturó a  2,271 “personas que estaban involucradas en el tráfico interno”.

*Este artículo es parte de Confidencial y es reproducido con su autorización por Plaza Pública. 

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