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El tiempo perdido

Cuando los de mi generación abandonamos las facultades, decepcionados y con un título en el bolsillo, nuestra mayor aspiración era, a pesar de que el país nadaba en la abundancia proveniente de la especulación inmobiliaria, la de ser mileuristas.
Tipo de Nota: 
Opinión

El tiempo perdido

24 de Marzo de 2012
Palabras clave

De pronto, el 1 de enero de 2002, los españoles fuimos al fin europeos con todas las consecuencias al entrar definitivamente en la zona euro.

Quién más, quién menos salió a la calle a celebrar el nuevo año con un puñado de euros recién acuñados en el bolsillo. Y, sorprendentemente, todo no fue para bien.

Ese día, y durante algunos meses, aún pudimos pagar con la antigua divisa. Pero, de golpe y porrazo y sin aviso previo, la taza de café que hasta hace unas pocas horas costaba 105 pesetas pasó a costar 1,30 euros, más de 200. Y la entrada del cine, por la que el año anterior pagábamos en torno a 700 pesetas pasó a los cinco ...

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