Concluyo esta serie de cinco artículos, remarcando lo escrito en el primero, en cuanto a la contradicción entre las culturas de los pueblos originarios y el pensamiento colonizador acerca de la relación del ser humano con la madre tierra, que hoy ante la crisis de la globalización y del capitalismo, como modelo productivo, ponen a la humanidad en el umbral del hambre.
La cosmovisión Maya es integral y relaciona el cosmos, la sociedad, la naturaleza, el pensamiento y el ser humano como un todo, a diferencia de la metodología de análisis occidental que segmenta y aísla la realidad. El maíz, es uno de los ejes y basamentos de la cosmovisión porque, mitológicamente, se asocia a la creación de los seres humanos, a su composición interna, filosofía y a su sobrevivencia individual y colectiva.
Su cultivo es un sistema que articula conocimientos, rituales, sentimientos, espiritualidad, técnica y valores éticos y morales. El ciclo de vida del maíz se apareja al ciclo de la humanidad. Nacer y morir es un todo, articulado, necesario y universal. El maíz, se asocia al sol que da vida y al día, elemento básico del tiempo en espiral.
El colonialismo-capitalismo, trastocó esa sublime relación y percepción. La tierra, las personas, la producción para la vida, los conocimientos y sentimientos se han convertido paulatinamente en mercancía, susceptible de intercambio para generar ganancia, acumularla al infinito y, al mismo tiempo, destruir la naturaleza.
En Guatemala, casi 5 millones de habitantes padecen hambre; las tierras se han destinado a productos para la exportación, no para la sostenibilidad alimenticia y esto, bajo el cobijo del Estado, refleja lo que está pasando mundialmente debido a la transformación de lo sagrado en dinero. El maíz, convertido en mercancía.
Bajo el lema «El maíz siempre está» se realizó, en Argentina, uno de los países más grandes productores e industrializadores de maíz, el Congreso Maizar, 2022, destacando que son más de 600 los destinos del grano y sus subproductos en la industria. Estuvieron ejecutivos de tres de las principales empresas de Argentina, negociadoras del maíz a nivel industrial, quienes destacaron la importancia del grano y detallaron los usos que le asignan en sus compañías: en la industria alimenticia y la oleoquímica que está desplazando a la petroquímica, producción de etanol; cría de porcinos y vacunos, golosinas, caramelos, chocolates, mermeladas, endulzantes, galletitas, salsas, premezclas, productos libres de gluten, aceites, polentas y, además, en la línea de packaging, parte de adhesivos, cartón corrugado, papeles y bolsas. El maíz fija materia orgánica al suelo y a los rastrojos, le da arquitectura al suelo, hace que se necesiten menos agroquímicos,
Una empresa tiene dos centros de desarrollo orientados a generar soluciones para clientes de un amplio abanico de industrias: alimentos, lácteos, bebidas, cosmética, construcción en seco y farmacéutica. Otra, destina la mitad del maíz a la producción láctea, porque pretende pasar de los cerca de 200 dólares por tonelada que da el maíz a los 4,000 dólares que da la producción láctea, incluida la leche en polvo y la producción de quesos.
La economía de Argentina, depende en gran medida del cultivo y procesamiento del maíz a gran escala, igual que en Estados Unidos donde la cosecha de maíz vuelve a ser la más importante, pues la subida de los precios del grano ha llevado a los agricultores a plantar más de lo previsto, a pesar de los problemas meteorológicos y de los elevados precios de los fertilizantes.
«Los precios de las cosechas, ya elevados, alcanzaron récords después de que la invasión rusa de Ucrania alterara el comercio agrícola mundial, donde el maíz superó a la soja en medio de las grandes preocupaciones por la oferta. Cosechas abundantes este otoño contribuirían a reponer las reservas, que se han visto afectadas por la guerra y potencialmente aliviarían la inflación de los alimentos.»
Riqueza en un lado y hambre en el otro.
Guatemala, necesita otro modelo productivo, que privilegie el buen vivir, antes que la exportación de materias primas y eso se logra por medios políticos, con participación popular y empoderada para refundar el Estado.
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