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Confesiones de un escéptico, el desencanto

Algunas incoherencias en el estilo de vida empezaron a ser evidentes, los estudios teológicos me parecían un retroceso respecto a lo que habíamos aprendido antes, y mis cuestionamientos a estos puntos empezaron a exasperar hasta a los más pacientes de mis compañeros y profesores.
Tipo de Nota: 
Opinión

Confesiones de un escéptico, el desencanto

09 de Julio de 2012
Palabras clave

En 1989 caía el Muro de Berlín y el péndulo ideológico, como desenlace de la Guerra Fría, se movía con cierto triunfalismo hacia la derecha. Sin embargo, ese mismo año, en El Salvador el FMLN ponía en jaque al Estado y en Guatemala aún no se daba un ambiente propicio para las negociaciones de paz.

Dos años más tarde, sin comprender a cabalidad las implicaciones de esos eventos políticos, con 19 años de edad y en el cuarto semestre de una carrera universitaria que no satisfacía mis inquietudes, yo estaría tomando una decisión muy importante en mi vida. Mis antecedentes, mi contexto de clase media urbana y mis creencias e ideas un tanto megalómanas –de ser un “elegido para cumplir una misión”–, se entremezclaron con una particular conceptualización de la teología de la liberación sobre e...

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