Juan Orlando Hernández, candidato del Partido Nacional, se proclamó vencedor al filo de las 10:30 de la noche de este domingo, cuando el conteo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) le daba ocho puntos de ventaja sobre Xiomara Castro, la candidata del partido Libertad y Renovación (Libre) y esposa del expresidente derrocado Manuel Zelaya. Ella, lo había hecho dos horas y media antes.
El cierre de los centros de votación en todo el país se llevó a cabo alrededor de las 5:00 de la tarde por el retraso en la apertura de las mesas electorales. Dos horas después, según lo estipula la ley electoral hondureña, los medios de comunicación empezaron a lanzar sus proyecciones con base a los datos recogidos en los conteos en boca de urna realizados por empresas contratadas para ello y sus propios periodistas. Como pasó durante la campaña electoral, el ganador en las proyecciones dependía de a qué candidato apoyaba el medio de manera oficial. Hasta ese punto, era difícil decir quién ganaba.
En el conteo del TSE, Hernández tenía 468,582 votos y mantenía cerca de ocho puntos porcentuales por encima de Xiomara Castro, casi la misma diferencia con que abrió el escrutinio oficial a las 8:00 de la noche. Hasta ese momento, la candidata de LIBRE tenía 28.53% de los votos válidos, 77,143 votos menos que su adversario.
Hernández y el Partido Nacional guardaron la calma. Xiomara Castro y Libre, no. A las 8:00 de la noche, un grupo concurrido de seguidores de la candidata y periodistas escucharon a Doña Xiomara, como la llaman en Honduras, se proclamaba ganadora de la contienda. Lo hacía con base a sus resultados en boca de urna, que le daban un 29% de los votos, combinado con los resultados que el Tribunal arrojaba cuando apenas tenía el 2.18% de las actas escrutadas.
Y mostró los datos en la pantalla gigante del salón del hotel en el que ya se celebraba. Y entre tanta algarabía, nadie de los correligionarios de Libre cuestión que la palabra de Xiomara no fuera verdad. Menos cuando apareció en el estrado acompañada de Manuel Zelaya, el coordinador del partido, avalando el resultado y levantando juntos las manos en señal de victoria. “Hoy les puedo decir que soy la nueva presidenta de Honduras”, dijo. Aplausos. Vítores. Gritos.
El resto fueron empujones, cuando más de un centenar de periodistas nacionales e internacionales rodearon a la candidata para hacerle preguntas y captar algunas imágenes de aquella celebración. No hubo tiempo para respuestas. Se subió a su vehículo, acuerpada por sus guardaespaldas, y se marchó.
El Tribunal desmintió a Xiomara Castro y a Zelaya 15 minutos después. Con un 20% de las actas escrutadas, el magistrado presidente David Matamoros Batson, aseguró que era temprano para dar una tendencia, mucho menos nombrar a un ganador o ganadora. A los medios de comunicación simpatizantes a LIBRE, como radio Globo, esto poco o nada les importó y llamaron a defender el voto, a salir a las calles porque había que defender la victoria de Xiomara, alimentando los rumores que habría “macaneo” –cómo llaman a los desórdenes callejeros en Honduras- durante las próximas horas.
Bajo la lluvia que empapó Tegucigalpa la noche del domingo y la madrugada del lunes, nadie salió a protestar absolutamente nada.
Hernández guardó silencio hasta las 10:00 de la noche. Su celebración parecía algo íntimo. Reunido en el salón de convenciones del hotel Honduras Maya, con cerca de 500 correligionarios, muchos familiares o amigos cercanos de los candidatos a diputados y alcaldes del departamento Francisco Morazán, celebraron las palabras de su candidato, que con el 40% de las actas escrutadas subió a la tarima a proclamarse el nuevo presidente de Honduras, el primer candidato en lograr la continuidad del Partido Nacional en el Ejecutivo desde que inició la era democrática en 1981; nunca antes el partido conservador se había reelecto.
Su discurso mantuvo el rompimiento con el gobierno de Porfirio Lobo Sosa, al que siempre tachó de ser un gobierno “no-Nacionalista”, y afirmó que conformaría un gabinete con gente proba y “cachureca” de verdad, es decir, más conservadora. Llamó al país a unirse y aseguró que entraría en comunicación con el resto de candidatos para sumarlos a un proyecto de país.
Mauricio Villeda, candidato presidencial del Partido Liberal, fue el único que reconoció la victoria de Hernández esa misma noche. El Partido Liberal y el Partido Nacional conformaron el bipartidismo centenario hondureño; ambos apoyaron el golpe de Estado en 2009. Salvador Nasralla, candidato del nuevo Partido Anticorrupción y presentador de televisión, afirmó que todavía era temprano para declarar ganadores, que había anomalías en la transmisión de actas.
El mismo TSE reconoció que el 20% de las actas enviadas no habían podido ser escrutadas porque tenían irregularidades por la falta de una firma o un sello, por ejemplo, y que convocarían al comité técnico electoral, en donde tenían representantes todos los partidos, para revisarlas. Con base en ello, Xiomara y Zelaya, por lo menos en público, aseguraron que no reconocían los resultados. En el aire, entre los seguidores de Libre, algunos se atrevían a hablar del fantasma del fraude. Como se habló en las primarias del Partido Nacional el año pasado, de las que salió victorio Juan Orlando Hernández.
“¿Un fraude? Muy difícil. El proceso electoral hondureño es mejorable en muchos sentidos, pero se llevó a cabo con mucha normalidad y civismo. Aquí no hubo fraude”, dijo Eugenio Chicas, magistrado presidente del tribunal electoral salvadoreño y miembro del partido de izquierda FMLN. “Los resultados ya están dados; las actas ya están llenas, solo queda esperar a que se den los resultados oficiales”, afirmó David Matamoros Batson, al cierre de la última cadena nacional a las 11:40 de la noche.
Los comentarios de otros observadores iban en el mismo sentido: la jornada tuvo sus bemoles pero estuvo muy lejos de los rumores de militarización del proceso y jornadas de miedo que se hablaron durante la semana. Tanto las misiones de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) como de la Unión Europea darán sus respectivos informes este martes por la mañana.
Mientras, este lunes se está a la espera de sendas conferencias de prensa de Hernández y de Xiomara Castro; una hora después, cerca de la 1:00 de la tarde, el TSE dará un nuevo informe sobre el conteo oficial. Hasta el cierre de esta nota, no se reportaban incidentes de violencia política en el país.