Las respuestas posibles son sí y no.
Un simple análisis de la pregunta contenida en la papeleta indica que tal interrogante no se hace para recuperar Belice. Sin embargo, en los últimos días se ha intensificado la propaganda oficial y de ciertos sectores en favor del sí. De manera solapada o directa, en la mayoría de los casos se está manipulando el voto por el sí a partir de cierto sentimiento patriotero que en el fondo se resume en la expresión: «Vamos a recuperar Belice». También hay argumentos más serenos en favor del sí de quienes consideran que, si triunfa este, el camino quedará allanado para que la Corte Internacional de Justicia resuelva en definitiva el diferendo territorial y nada más.
El primer sector en pro del sí, formado por los patrioteros radicales, sueña con que, de ganar el sí, automáticamente «se recuperará lo que nos pertenece». Sueña con las playas paradisíacas de Belice, que «con justicia» podrían ser de Guatemala. Igualmente, este sector quiere asustar con el petate del muerto a quienes se inclinan por el no. Se señala de malos guatemaltecos a quienes voten por esta opción. Se llega al extremo de señalar que la única opción posible es votar por el sí porque, de ganar el no, será necesario repetir la consulta, indefinidamente, hasta que gane el sí.
Mi opinión es que, de ganar el no, no debe ser obligatorio convocar nuevamente a una o más consultas populares con la misma pregunta hasta que gane el sí. Por el contrario, si el no se impusiera en la consulta, se podrían buscar otros mecanismos legales para resolver el diferendo territorial. Una de ellas es que el Estado de Guatemala reconozca que Belice es un país con derecho a su libre autodeterminación y, en aras de terminar de una vez por todas con la controversia territorial, acepte como válidas las fronteras que Belice reconoce en su Constitución desde su independencia en 1981:
Anexo de la Constitución
Definición de Belice
1. El territorio de Belice comprende la parte continental de Belice y todas sus islas y cayos asociados dentro de la zona delimitada por las fronteras con Guatemala y México y el límite exterior del mar territorial de Belice que se describe a continuación:
a. La frontera con Guatemala es la línea prescrita por el tratado entre el Reino Unido y Guatemala firmado el 30 de abril de 1859;
b. La frontera con México es la línea prescrita por el tratado entre el Reino Unido y México firmado el 8 de julio de 1893;
c. El límite exterior del mar territorial de Belice es el límite establecido por la ley medido a partir de las líneas de base que se hayan prescrito antes del día de la independencia por ley o de otro modo, o según se prescriba posteriormente, y también incluye las islas Turneffe, los cayos de Lighthouse Reef y Glover Reef, junto con todos los islotes y arrecifes asociados, y sus aguas adyacentes hasta el límite exterior del mar territorial que les pertenece [falta el numeral 2, en el que se describen con detalle una serie de cayos].
Por supuesto que plantear esto implicaría despojarnos de esas visiones patrioteras y agresivas contra nuestro país vecino y demostrarle al mundo que, más que fronteras, más que territorios en disputa, más que soñar con el paraíso perdido, somos pueblos hermanos que podemos vivir en paz.
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