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El día que doña Juana decidió criar cien pollos: el empoderamiento de las mujeres en Totonicapán

«Lo que me ha gustado», dice doña Juana, «es que también nos han dado espacio para reconciliarnos, nos explicaron que somos valiosas...»
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Reportaje

El día que doña Juana decidió criar cien pollos: el empoderamiento de las mujeres en Totonicapán

Ilustración: Laura Ordoñez
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En la cabecera municipal de Totonicapán 125 mujeres trabajan en Copired, red de cooperativas de mujeres, venden huevos a la Organización de Padres de Familia (OPF) del municipio, tienen inscripción en el Maga y están habilitadas para emitir facturas. Esto es el resultado de los procesos de formación y capacitación que realiza la Dirección Municipal de la Mujer.

La tarde de un miércoles de noviembre de 2022, doña Juana Tahay, del Cantón Xantún de Totonicapán, madre de dos mujeres y un varón, les dijo que había decidido comprar pollos para criarlos hasta los 25 días y luego los vendería en el mercado municipal. Empezó con 100, pero un año después duplicó el número. Además, tres de sus primos se dedican a hacer pulseras, dos elaboran canastas de mimbre y una borda huipiles a mano, esto porque Juana compartió con ellos los aprendizajes que durante dos años ha adquirido con el apoyo de la Dirección Municipal de la Mujer (DMM).

Las DMM tienen como fin promover el desarrollo integral de las mujeres, en los ámbitos político, cultural y económico, según el decreto 22-2010 sobre la administración municipal. El decreto 39-2016 en la reforma al artículo 96 dice que las municipalidades, a través de su concejo, deben garantizar que las DMM tengan el presupuesto necesario.

Impulsando el desarrollo de las mujeres en Totonicapán

«Incidir y contribuir activamente a los procesos de formación de las mujeres es el objetivo que mueve el trabajo de la DMM», explica Francisca Batz, directora de esta unidad en la cabecera municipal de Totonicapán.

Durante 2023 han atendido a 4,050 mujeres inscritas, que van desde los 14 hasta los 65 años, sin embargo, solo culminaron los procesos 680, el 18%. Esto se debe a que algunas ya no se interesan en continuar, otras encuentran trabajo y dejan de asistir, o se les complica por las responsabilidades en el hogar, según explica Batz. Han impartido cursos de tejido de cintura, corte y confección, cestería (productos de mimbre), bordado a mano y cocina.

Para cumplir con los objetivos trazados han recibido un presupuesto de Q1,605,500 para este año, y hasta septiembre habían utilizado el 66%. Al desglosarlo, han invertido 103,800 quetzales en talleres sobre emprendimientos, 250,000 para conservación de medio ambiente y 349,800 quetzales como dotación de insumo de pilas de concreto de dos lavaderos.

El municipio se rige por las autoridades comunitarias, potencial que la DMM ha aprovechado al coordinar los diversos proyectos con ellos, quienes promueven la participación en las asambleas comunitarias. De esta cuenta, lograron que en los seis proyectos impulsados para este año se alcanzara un 60% de participación por parte de los diversos grupos de mujeres.

También ha sido importante la divulgación de los servicios de la DMM en las redes sociales; a doña Juana Tahay, por ejemplo, su hija Erika le enseñó una publicación en Facebook donde invitaban a grupos de mujeres a presentar sus proyectos. Así fue como Erika, con el apoyo de su mamá y otras seis mujeres, llevaron su propuesta para aprender bordado a mano, solicitud que tuvo respuesta dos meses después.

Luego de dos años han aprendido a costurar bolsas, hacer canastas de mimbre y pulseras, además han recibido capacitaciones sobre autoestima, desarrollo personal y la función de la municipalidad. «Nos explicaron a dónde acudir si tenemos alguna necesidad y también nos enseñaron cómo podemos pedir información para revisar el trabajo del alcalde», expresa Tahay.

Un ejemplo de cómo trabajan es el curso de envasado de frutas y verduras que iniciaron en julio con la participación de 50 mujeres. Dos expertas explicaron las técnicas de envasado y se aprovechó la temporada de frutas de la zona, como duraznos, manzanas y melocotones. En este proceso se les proporcionaron las herramientas necesarias, aunque también se promovió el aporte de las participantes, el cual suma 2,000 quetzales por las frutas que llevaron durante los cuatro meses que duró el curso.

Otro eje importante que han impulsado es el de «equidad en el desarrollo de la salud con pertinencia cultural», que consiste en la práctica de la medicina alternativa e incluyó capacitaciones sobre elaboración de pomadas a base de plantas medicinales y el uso del agua para mejoras de la salud; participaron 112 mujeres de las comunidades del municipio.

Linsleyd Tillit directora de la Asociación Alas de Mariposas, desde su experiencia de trabajo con las DMM a nivel nacional, explica que el objetivo principal de las DMM es el desarrollo integral para su participación efectiva y activa en política e incidencia a nivel local, pero que esto depende de la asignación presupuestaria y el apoyo que reciban de los concejos municipales.

De hecho, Tillit, quien participó en la formulación de la ley, asegura que, además de atender las necesidades diarias de las mujeres, las DMM deben ser un mecanismo de incidencia política, porque el enfoque es de empoderamiento y autonomía de las mujeres a nivel económico, político, social y de salud.  

Incidencia integral en el ámbito comunitario

Una de las demandas, que parte de la realidad de las mujeres, es generar recursos económicos para ellas y sus familias, explica Batz.

Para ello han enfocado la línea de trabajo «desarrollo económico y productivo con equidad». Este año han desarrollado proyectos como apoyo de dotación de aves de corral a 100 mujeres y dotación de porcino de engorde a 125 mujeres, que incluyen formación y capacitación empresarial para que desarrollen habilidades de negocios y comercialización de producto.
 
El proyecto aves de corral consiste en que las mujeres crían pollos y tienen producciones de huevos; además de generar ingresos económicos, propone que el cuidado de las aves sea una labor familiar.

En este sentido, los hijos y esposos forman parte al alimentar a las aves, limpiar el área donde las crían y ordenar los productos antes de entregarlos al cliente; en este caso, se han organizado entre las productoras, juntan los huevos y los entregan a las OPF según sean los pedidos. Linsleyd, comenta que al desarrollar habilidades en las mujeres que generan la integración de la familia, se inicia una incidencia a nivel familiar, como primer paso para incidir a nivel comunitario.

Doña Juana, desde que empezó a criar pollos para venderlos, recibe apoyo de su hija, su esposo y demás familiares, cada día sueña con incrementar el mercado donde vender y así incluir a más mujeres en este proceso, «a mí me ha ayudado mucho, sueño con que más mujeres de mi comunidad criemos los pollos y se los vendamos a los alcaldes; como ellos siempre apoyan a muchas mujeres (en sus municipios) con darles los pollos, si yo se los vendo y tengo más pedidos puedo aumentar mi producción integrando a otras mujeres y a mi familia en esto», expresa Juana.

Incidencia desde la salud con pertinencia cultural

Para el enfoque de salud e incidencia la DMM trabaja el tema «equidad en la salud con pertinencia cultural» que busca capacitar a promotoras de salud comunitaria, coordinar con las Oficinas Municipales de Agua y Saneamiento (OMAS) el uso de pilas y reposaderas de agua para mejorar la salud de las familias, coordinar medicina alternativa tradicional como mecanismo para fortalecer el cuidado de las mujeres y desarrollar estrategias para generar su participación en el ámbito comunitario, afirma Batz.

Este año 10 grupos de mujeres, sumando un total de 80, fueron capacitadas como promotoras de salud, quienes a su vez desarrollaron la producción de pomadas y tinturas alternativas para tratar enfermedades en las comunidades. El desarrollo integral también incluye el cuidado de las mujeres, por eso las capacitaciones se orientan a sensibilizar cómo ellas deben cuidarse, dice Batz.

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«Lo que me ha gustado», dice doña Juana, «es que también nos han dado espacio para reconciliarnos, nos explicaron que somos valiosas, en esa reunión tuvimos la oportunidad de expresar lo que vivimos y eso nos ayudó a liberarnos, a creer que somos capaces, que tenemos derechos y valemos». Además, ha sido un espacio de confianza, de animarse mutuamente, asegura, «hemos perseverado porque nos reunimos todos los miércoles, una vez bordado a mano, otra vez canastas, aparte las capacitaciones de las diferentes instituciones, me ha animado mucho», concluye.

Fortalecimiento institucional

Francisca Batz lleva siete años al frente de la DMM en este municipio, y desde entonces recuerda que las proyecciones parecían  «un sueño grande y ambicioso», pero se da cuenta de que es posible avanzar hacia ese sueño. Para Linsleyd, es fundamental iniciar con actividades que responden a las demandas propias de las mujeres, pero también es importante que las DMM enfoquen su quehacer hacia el empoderamiento sociopolítico para que puedan incidir en el poder local, esto es clave e importante porque es una oportunidad para fortalecer habilidades en las mujeres y que en un futuro asuman cargos dentro de la municipalidad, para ello, continúa Tillit, es necesario que las DMM cuenten con asesoría técnica, legal, financiera y estratégica.  

«Hemos permanecido dos años continuos», explica doña Juana, «entonces nosotras queremos seguir, lo que queremos es que nos sigan apoyando para continuar y avanzar más». En este sentido y con la lectura de Linsleyd, la DMM en la cabecera de Totonicapán está lista para implementar una estrategia de fortalecimiento político sostenible en las mujeres, que les permita abrirse paso en la participación activa, en puestos de toma de decisión a nivel local y nacional.

Por tanto, el reto para la DMM para el siguiente año es adherirse más fuertemente a los procesos de incidencia política, bajo la sombrilla de la política nacional de promoción y desarrollo integral de las mujeres, porque busca su empoderamiento, desde poner un alto al racismo y a la violencia, hasta tomar decisiones en estructuras de poder. Esto porque ni el 4% de las mujeres forman parte de los Consejos de Desarrollo en este municipio asegura Linsleyd, siendo esta la estructura de toma de decisión más cercana y accesible.

Dentro del plan anual de la DMM se encuentra el eje de fortalecimiento institucional que busca la consolidación del equipo técnico para atender a la equidad laboral dentro de la misma institución. Este año han recibido capacitación técnica por parte de la Secretaría Presidencial de la Mujer (Seprem), las temáticas que abordan son la actualización sobre Ley de Consejo de Desarrollo, código municipal, reglamento interno de la DMM, formulación de proyectos, liderazgo y herramientas para hacer procesos internos dentro de la municipalidad sobre cada uno de los proyectos.

En este caso, las capacitaciones son dirigidas a la directora, la asistente de la DMM, las técnicas de campo, la comisión de la mujer conformada por siete integrantes.

Este proceso  incluye la asesoría para el desarrollo del plan anual de la DMM, en este sentido asegura Batz, ha sido importante considerar las solicitudes de las mujeres organizadas, ya que ellas, según los acuerdos que toman dentro de su organización, se acercan a la DMM solicitando capacitaciones sobre sus intereses, esto ha sido clave para el avance del trabajo conjunto entre las mujeres concentradas en la comisión de la mujer y el equipo técnico de la DMM, a la vez que es una oportunidad para que las ellas mismas sigan fortaleciendo sus habilidades a otro nivel más de incidencia política, por tratarse de grupos organizados.

Para el siguiente año visualizan la continuidad de los procesos que requieren reforzamiento para llegar al empoderamiento, porque «nosotras no buscamos que dependan de la DMM, sino que se manejen por sí solas», luego seguir aportando en la incidencia a nivel local para que las mujeres alcen su voz, tengan sus propios ingresos y participen a nivel político, expresa Batz.

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Este texto fue elaborado como parte del Programa de Formación Dual de Plaza Pública dirigido a jóvenes periodistas.

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