Plaza Pública comenzó el miércoles pasado a revelar los cables de la embajada estadounidense recibidos en exclusiva por WikiLeaks. Damos con esto un gran salto, en el aporte para la transparencia de la política nacional y en la responsabilidad sobre nuestros hombros, en la semana en la que cumplimos seis meses de haber lanzado el medio aquel 22 de febrero de 2011.
Como han podido leer, la tarea de conseguir las comunicaciones entre la misión diplomática y el Departamento de Estado sobre la política guatemalteca fue un trabajo de meses, relatado por el periodista Martín Rodríguez, director de Plaza Pública. Hemos logrado una éxito periodístico, pues Plaza Pública es el medio más joven y más pequeño de los cincuenta que han recibido los WikiLeaks en todo el mundo, y uno de los pocos online. El 17 de agosto, día en que publicamos el primer reportaje sobre un cable, multiplicamos por siete nuestras visitas, lo que nos colocó por un día al nivel de otros medios digitales en América Latina. El promedio, como es natural se redujo a la mitad, lo que triplicó nuestras visitas semanales en comparación con la quincena previa.
Esto implica mucha responsabilidad con la fuente, pero sobre todo con nuestros lectores y con el país. En Plaza Pública nos emplearemos a fondo para hacer un trabajo periodístico serio, independiente y a profundidad de cada cable. Es importante recordar que estas comunicaciones diplomáticas estadounidenses, como cualquier documento secreto, son una fuente para los reportajes, una versión de la realidad y no son una verdad infalible. Representan la visión de los diplomáticos estadounidenses sobre lo que sucede en el país. Esta visión, que puede estar sustentada con mucha o poca información, es muy relevante para la vida política del país porque sirve como una de las bases para la toma de decisiones del gobierno de Washington, que es el que mayor influencia ha ejercido sobre la República desde su fundación hace 190 años.
Es de suma importancia para la ciudadanía porque los políticos y actores sociales guatemaltecos en muchas ocasiones ocultan sus verdaderas estrategias y visiones al resto de los guatemaltecos y sí se las confiesan al gobierno de Estados Unidos, que a veces implica un intento de auto-legitimación que en ocasiones compromete los intereses nacionales.
Para aportar más luz, más transparencia, a la política en Guatemala, Plaza Pública recurrió a todas sus capacidades profesionales, institucionales y creativas para obtener los cables en exclusiva. WikiLeaks, la organización de periodistas, activistas y hackers que ha provocado el escándalo más importante del siglo, pudo darle los cables a los principales medios escritos del país, que los solicitaron insistentemente, pero prefirió a Plaza Pública porque ven en este medio seriedad, independencia y una intención de cubrir los temas de los marginados en la sociedad y de promover los derechos humanos. Les da más confianza que Plaza Pública sea respaldado (y financiado) por la Universidad Rafael Landívar y no por un grupo de accionistas.
Durante la primera semana de publicación de los cables hemos consolidado una alianza preferencial, no exclusiva por nuestra licencia de Creative Commons, con el vespertino impreso La Hora, fundado en 1920 y de reconocida independencia.
Las reacciones de los mencionados en los cables han sido disímiles. Desde quienes agradecen nuestro rigor periodístico de contactarlos antes de publicar, hasta quienes nos acusan de campañas de desprestigio o de inventarnos los cables. Los políticos, en especial quienes aspiran a gobernar el país, deben revisar sus criterios sobre periodismo independiente. Ha surgido otra página que ha inventado cables contra políticos, pero les recordamos que Plaza Pública ha sido el único medio en Guatemala que ha recibido los casi mil cables entre 2003 y 2007 por parte de WikiLeaks, y que intentaremos todo lo que está a nuestro alcance para contactar a los principales mencionados en cada cable antes de publicarlo, para obtener su versión sobre los hechos.
Estas reacciones, no obstante, no nos desviarán del trabajo para hacer un periodismo serio, independiente y a profundidad, que hemos intentado alcanzar desde que fundamos este esfuerzo. Y los WikiLeaks en Guatemala representan un nuevo capítulo en nuestro periodismo investigativo, uno que abre el segundo semestre de Plaza Pública y nos compromete todavía más con ustedes, lectoras y lectores.