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LA TRAMA - Fiebre, poder, liberación y olvido de la electricidad en Guatemala

    • LA TRAMA

      Fiebre, poder, liberación y olvido de la electricidad en Guatemala

      Quienes diseñaron el sector eléctrico, se enamoraron de lo que crearon. En realidad, al sol de hoy, no les faltaron del todo razones, porque cumplieron sus objetivos: primero evitar la escasez de energía que condujo a legendarios apagones a principios de los 90, y en última instancia liberalizar el sector de la generación. Se pasó de un monopolio estatal a un mercado competitivo. Ahora, Guatemala goza de más de un centenar de productores, ha alcanzado una amplia cobertura, exporta electricidad y disfruta, en general, de buenos precios, aunque no tan prodigiosos como se suele pregonar.

      Eso es así, grosso modo.

      Grosso modo, porque el mercado sigue lleno de paradojas y asimetrías (como que algunas de las regiones más productoras carezcan del servicio o que en la centralizada Guatemala la periferia lo pague más caro), porque tiene vaivenes con las tecnologías ultracontaminantes y las empresas problemas irresueltos con sus vecinos —las comunidades alzadas—, porque los consumidores están casi totalmente desprotegidos; y porque, arrobados por su propia creación, sus pigmaliones la han convertido en una porcelana casi intocable.

      Contarla así, grosso modo, como la oímos a menudo, suele dejar una impresión equivocada, arcádica y estanca; una impresión de Fin de la Historia: “Ya hemos llegado, he aquí el Edén, nos quedamos”.

      El proceso en cambio tiene múltiples zonas tétricas, y otras están envueltas en fantasmagorías: se pagaron peajes excesivos (¿innecesarios?), se hicieron fortunas pantagruélicas a costa de la población, escogiendo a los ganadores a dedo (oportunistas, familias de renombre, grandes empresarios, sectores casi enteros, como el del azúcar, aprovecharon condiciones que muchos expertos consideran hoy insólitas), y algunos de ellos siguen sacando partido aún de esa posición original de ventaja. Se detuvieron también (se detienen también) posibles beneficios; y no fue, como se sugiere, un éxito de la desregulación y de la desaparición del Estado.

      Quizá más bien al contrario. El sector eléctrico está tan regulado que, contra toda ortodoxia, ni siquiera los precios finales son libres

      Y funciona.
      Más o menos funciona.
      En teoría funciona.

      En teoría, así se evita el poder de mercado de las distribuidoras, o sea el poder monopólico. Así se evitan precios excesivos con excesivas ganancias.

      En la práctica, se fijan con métodos tan imperfectos que parecen beneficiar más a las empresas que a los propios consumidores. Al principio de la pandemia, por ejemplo, mientras los guatemaltecos se empobrecían y el Gobierno frenaba una ley que permitía a los hogares retrasarse sin castigo en el pago de la luz, (“van a quebrar las empresas”, se decía), la Comisión Nacional de Energía Eléctrica aprobó un aumento de la tarifa que le dejó a Energuate pingües beneficios.

      Todos estos asuntos (toda esta trama eléctrica) y muchos más se investigan, relatan de una forma comprensible y se examinan, con algunas provocativas sugerencias de reforma, en esta aproximación al sector eléctrico, que iremos publicando, semana a semana, durante los próximos meses.

      Disfruten de la colección de sorpresas, giros de guion, detalles insospechados y personajes improbables que pueblan este especial.

      —Los editores

      Podcast

      Un mercado ¿con éxito?

      El mercado de energía eléctrica es particular. Aunque la distribución está concentrada en dos empresas, en generarla y transportarla participan más de cien agentes y hay un ente estatal que lo regula. A diferencia de la década de 1990, cuando los apagones eran comunes, ahora la electricidad abunda y es barata en comparación con otros países de la región, aunque incluso esta aseveración tiene sus recovecos. ¿Son bondades de la liberalización del sector? ¿Quiénes se han beneficiado de cómo se ha manejado este mercado? ¿Qué pasa con las comunidades que todavía no tienen acceso al servicio y los precios siguen altos? En este podcast te lo contamos.

CRÉDITOS

Texto: Elsa Cabria, Asier Andrés, José Luis Moreira, Guillermo Díaz
Fotografía: Simone Dalmasso y Andrea Godínez
Ilustración: Suandi Estrada
Diseño del sitio e infografía: Dennys Mejía
Programación: Érick Alvarado
Producción de podcasts y audios: Edgar Zamora Orpinel, Sara Martínez Lira, Andrea Godínez
Locución: Enrique Naveda, Ricardo Marroquín, Edgar Zamora Orpinel, Sara Martínez Lira
Edición: Enrique Naveda y Ricardo Marroquín
Coordinación institucional: Marizza Herrera
Dirección: Enrique Naveda