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La rebelión de las faldas

Así, continúa la disciplina sobre nuestros cuerpos, porque, de a poco, las niñas dejan de subirse a los columpios, dejan de saltar, de correr y paran, antes que los niños, de descubrir el mundo
Tipo de Nota: 
Opinión

La rebelión de las faldas

14 de Febrero de 2023
Palabras clave

Hace unos días platicaba con mis hermanas sobre el frío que estaba afectando a Huehuetenango. En medio de la conversación, un comentario llamó mi atención, «pobre la nena que tiene que ir en falda». Yo, que asistí entre los noventas y dosmiles a un colegio católico en la misma ciudad, pensé que para esta época forzar a las niñas a llevar falda era una cosa inaudita. Sin embargo, no lo es.

Reconozco mis privilegios de clase media, que me permitieron escoger qué vestir siempre, aunque de niña, mi ropa favorita eran los pants con una camiseta floja de los Power Rangers o de Minnie Mouse. Me encantaba vestir así de confortable. Seguramente porque con esa ropa podía hacer de todo. Correr, brincar, bicicletear, subir árboles, bajar barrancos y huir de cualquier escena que me pusiera en riesgo ante posibles regaños. Me daba la libertad de jugar igualito que mi primo Oscar, a quien ta...

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