La importancia simbólica que conlleva esta fecha es vital para continuar la lucha en contra de este tipo de violencia, ya que inspira un despertar en muchos sectores sociales. Uno de los objetivos más importantes de este día es incitar a que los gobiernos, organizaciones internacionales y ONG realicen actividades que sensibilicen al resto de la sociedad. Otra razón importante de este día es promover mecanismos, como por ejemplo, políticas públicas y leyes a favor de la protección de las mujeres. Países como Guatemala y México, cuentan con instrumentos para combatir este flagelo, como por ejemplo, la Ley contra el Femicidio; sin embargo, no existe voluntad política para hacer estos funcionales ni operativos. El caso de Guatemala es interesante, ya que es de los únicos países en Latinoamérica que cuentan con una ley que tipifica específicamente el delito de femicidio, sin embargo, no se ha materializado el uso eficiente de esta.
Esta fecha también es una oportunidad para recordarle a la sociedad que la violencia en contra de la mujer, en todas sus expresiones, no solo persiste, sino que algunos en lugares ha incrementado. La violencia en contra de la mujer sigue prevaleciendo en países del Medio Oriente, en donde las mujeres son visualizadas como ciudadanos de segundo grado, y por lo mismo son vulnerables a un sin fin de abusos. Las sociedades principalmente musulmanas se basan en un paternalismo que excluye las necesidades de las mujeres y viola sus derechos. En la mayoría de casos, los hombres consideran que sus esposas deben servirles sin cuestionar en ningún momento su autoridad. Por lo tanto, la mayoría de los incidentes violentos en estos países son de carácter doméstico. Los abusos que experimentan las mujeres son devastadores, como por ejemplo: violaciones sexuales, ataques con ácido, lapidaciones, y en la mayoría de casos estos resultan en homicidios. Lo más preocupante es que debido a la tradición machista de estos países, los gobiernos no implementan elementos de protección en contra de dichos maltratos.
Como mencioné al principio de esta columna, en muchos lugares, la violencia en contra de las mujeres ha incrementado en los últimos años, como es el caso de México. El informe “Femicidio en México. Aproximaciones, tendencias y cambios. 1989-2009”, realizado por la ONU, indicó que entre 1989 y 2009, fueron asesinadas 34,000 mujeres. Sin embargo, el 20% de estos asesinatos ocurrieron entre el 2005 y el 2009, teniendo como causas el crimen organizado y el narcotráfico. El narcotráfico y el crimen organizado pueden ser la causa de este incremento; sin embargo, la mayoría de incidentes de violencia ocurren en el hogar.
Es importante resaltar que durante esta época la cifra de los asesinatos de hombres se mantuvo igual, mientras que los asesinatos de mujeres experimentaron un alza significativa. También este informe resalta que la mayoría de asesinatos de hombres son a causa de un disparo de arma, mientras que los asesinatos de mujeres son más sanguinarios, ya que son mutiladas, quemadas o torturadas. Es por esto que es necesario que países como México cuenten con una ley específica de femicidio que tipifique el delito, y de esta manera poder combatirlo.
En nuestro país para celebrar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, grupos de mujeres activistas realizaron una caminata desde la Corte Suprema de Justicia hacia el Palacio de la Cultura. La intención del grupo era realizar un acto político, en el cual le exigía, no solo al Ejecutivo, sino que también a las autoridades de justicia luchar en contra la impunidad del femicidio. Es importante reiterar que Guatemala es de los pocos países de Latinoamérica que cuentan con una ley específica de femicidio, lo que representa un recurso importante para combatir dicho flagelo. Sin embargo, todavía existe un camino largo en materia de violencia contra la mujer, y como sucede en el Medio Oriente, mucho es un resultado de una cultura machista y paternalista. Esta fecha y su simbolismo nos recuerda de los grandes retos y avances que todavía como sociedad debemos enfrentar para proteger la integridad de la mujer.
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