A esto contribuye un sistema deficiente de recaudación fiscal, el cual asigna toda la carga a la clase media, absolviendo al pequeño porcentaje de la clase adinerada.
Debido a todos estos problemas, el Gobierno del Presidente Obama ha tratado de implementar medidas para frenar el declive de la economía americana. Entre estas medidas, el Presidente ha tenido que realizar recortes al presupuesto nacional para reducir el aumento del déficit.
Barak Obama ha tenido que recortar finan...
A esto contribuye un sistema deficiente de recaudación fiscal, el cual asigna toda la carga a la clase media, absolviendo al pequeño porcentaje de la clase adinerada.
Debido a todos estos problemas, el Gobierno del Presidente Obama ha tratado de implementar medidas para frenar el declive de la economía americana. Entre estas medidas, el Presidente ha tenido que realizar recortes al presupuesto nacional para reducir el aumento del déficit.
Barak Obama ha tenido que recortar financiamiento a programas nacionales, principalmente los programas sociales como Medicare y Medicaid, los cuales son seguros médicos para los mas pobres. El presupuesto destinado al Departamento del Estado también ha sido drásticamente reducido. Este Departamento, liderado por la Secretaria Hillary Clinton, es el encargado de destinar toda la ayuda financiera al extranjero y mantener las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con el resto del mundo. A través de sus diferentes agencias, como USAID, ha financiado programas alrededor del mundo para erradicar enfermedades como el SIDA y el cólera y también ha combatido la hambruna y la violencia. Recientemente, el Departamento de Estado también ha ayudado a financiar transiciones políticas, especialmente a las nuevas democracias que han surgido en el Medio Oriente y en África.
La administración pasada de George W. Bush enfocaba su política exterior más en la confrontación y era unilateral, un ejemplo claro fue la Guerra de Irak que no solo recibió bastante escrutinio de parte del resto del mundo pero no fue apoyada por los principales aliados de Estados Unidos. Al finalizar el Gobierno de Bush, la imagen de los Estados Unidos en el ámbito de política exterior estaba severamente empañada. Por lo tanto, durante la actual administración de Obama, se ha implementado lo que ellos llaman smart power. Esta estrategia reúne varios elementos como la diplomacia, persuasión, construcción de capacidad, influencia y proyección de poder. Todos estos elementos promueven una estrategia efectiva en costos y al mismo tiempo tiene legitimidad no solo en el ámbito político sino que en el social. En contradicción a la política exterior del pasado, esta estrategia sí cree en el diálogo entre potencias contrarias versus la confrontación. También se enfoca bastante en la inversión financiera para el desarrollo de otros países.
Durante la administración de Obama se ha invertido en varios programas enfocados en el desarrollo, construcción de relaciones diplomáticas y la inversión en regímenes democráticos nuevos. En África, la ayuda financiera ha impulsado proyectos para eliminar la malaria y el VIH/SIDA, al igual que programas para aumentar el agua potable y eliminar la hambruna. En el Medio Oriente, el enfoque ha sido encontrar nuevos aliados para combatir el radicalismo y fomentar la paz entre Israel y Palestina. Al mismo tiempo, Estados Unidos ha dado ayuda financiera a los nuevos gobiernos democráticos que han surgido de la revolucionaria primavera árabe. En el caso de Latinoamérica, y específicamente Guatemala, la ayuda financiera se ha enfocado en el fortalecimiento del sistema judicial y la lucha contra la corrupción.
Estos recortes al presupuesto del Departamento de Estado pueden hacer peligrar los programas anteriormente mencionados. A que varios de estos ya se les está reduciendo la ayuda o simplemente están siendo finalizados. Esto pone en peligro no solo los intereses de Estado Unidos sino también su seguridad doméstica. Los recientes debates de los candidatos republicanos planean todavía recortar más la ayuda financiera al exterior y reestablecer una estrategia unilateral. Los discursos que estos candidatos manejan han estado plagados de lenguaje de confrontación en contra de cualquier nación que no se posicione del lado de la extrema derecha. Lo que nos dice que la actual polarización que vemos en Estados Unidos será exportada hacia el resto del mundo.
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