De a poco, la "marcialidad" va disminuyendo cuando las bandas escolares tocan el 15 de Septiembre. Si bien es cierto, que se mantienen las tonadas militares, los pasos de los gastadores y las uniformes que emulan los atuendos de los cadetes, los estudiantes guatemaltecos han ido cambiándolos por ritmos guapachosos, pasos de baile y coloridas vestimentas.
Desde 1997, aún con la efervescencia de la firma de los Acuerdos de Paz, las antes llamadas bandas de "guerra" de los centros educat...
De a poco, la "marcialidad" va disminuyendo cuando las bandas escolares tocan el 15 de Septiembre. Si bien es cierto, que se mantienen las tonadas militares, los pasos de los gastadores y las uniformes que emulan los atuendos de los cadetes, los estudiantes guatemaltecos han ido cambiándolos por ritmos guapachosos, pasos de baile y coloridas vestimentas.
Desde 1997, aún con la efervescencia de la firma de los Acuerdos de Paz, las antes llamadas bandas de "guerra" de los centros educativos empezaron a afinar sus instrumentos con tonadas menos marciales y más festivas: expresiones más auténticas, más de jóvenes que quieren crear y bailar: Bandas Latinas.
Celebramos nuestra Independencia, dice Orlando instructor de la Banda Latina de un colegio de la colonia Villalobos, "esa de tocar los ritmos que sentimos": cumbia, merengue, música tradicional guatemalteca, y hasta reggaeton. "Ya no estamos en guerra. Los jóvenes quieren libertad, alegría, música. Un espacio para usar su creatividad".
Fueron los alumnos del colegio Osorio Sandoval los que le dieron otra interpretación a los sonidos de las bandas escolares, a partir de mediados de los años noventa. Fueron ellos los primeros en tocar música nacional y popular durante las festividades del 15 de Septiembre. Desde entonces, decenas de bandas han cambiado de bando: se olvidaron de los ritmos marciales y adoptaron los latinos, los tropicales, los de fiesta.