Empezar a escribir una columna sobre el licenciado, maestro, líder, héroe y doctor Manuel Baldizón no es fácil. Es tan prolífero en sus actuaciones (bufonescas) como diputado y en sus propuestas como presidenciable (de miedo) hay que escoger al azar.
A ver, ¿por qué está en el panorama? Dinero más astucia. Ha hecho una millonarísima inversión para convencer a veinte diputados apestados de que pueden bloquear el pleno y obtener réditos económicos y políticos; y ha tapizado el país entero para que lo aclamemos como “líder”. ¿De dónde sacó tanto dinero? Sepa Judas.
Sepa Judas porque parece haberse dedicado no a trabajar sino a estudiar desde que tiene 25 años hasta la fecha. Tras graduarse de abogado en 2000, entre 2001 y 2004 hizo dos maestrías de dos años en Chile y sacó un doctorado en derecho en la USAC. Y eso que en 2003 hizo campaña y en 2004 fue diputado. Impresionante, ¿no? Siendo diputado desde 2004, electo por aquel PAN ya en decadencia, asegura haber hecho estudios postdoctorales en Salamanca. Pero lo mejor es el doctorado honoris causa que la Bircham International University le otorgó en reconocimiento “al tenaz trabajo que ha realizado para favorecer a los sectores, comunidades y a sus pobladores que presentan los más altos índices de pobreza en el País”, según la página web ManuelBaldizon.com
Cuando uno googlea esta universidad, se encuentra con que es a distancia y está inscrita en España, EEUU y Bahamas, pero no es reconocida por ninguno de los ministerios de Educación de los tres países. Es más, aparece sospechosa de fraude académico en EEUU, México y Kenia. Y espere, que viene más: para obtener un doctorado honoris causa usted tiene que mandar su CV, dos cartas de referencia y hacer una donación. Maravilloso.
Pero dejemos los libros y regresemos a su trabajo como legislador. Hay que reconocer que aprobó la ley del adulto mayor, para dar una pensión a los abuelitos más pobres y eso es un paso adelante en justicia social. El problema es cómo manipula a los abuelitos y cómo manipula al ministerio de Trabajo para que las listas de beneficiarios sean clientelares y el programa estatal incluya darle fondos a un su auspicio “caritativo”.
Después hizo su movida más ágil. Convenció a los Colom-Torres de que era el líder ideal para el Congreso y lo convirtieron en presidente de la Comisión de Finanzas en 2007, año electoral. Empoderado hasta el infinito para afinar sus prácticas clientelares, hizo y deshizo con el Presupuesto Nacional para ganar clientes. Fue reelecto por Petén y ahí empezó a construir su partido Lider, cuyas siglas no quieren decir nada: Libertad Democrática Renovada, que debería ser el partido PAR: Populismo Autoritario Astuto Renovado, y tendría una máscara menos.
En este período legislativo se ha dedicado a bloquear el pleno a control remoto por medio de interpelaciones que ponen sus diputados mientras él hace proselitismo anticipado. ¿Cómo es el juego? Pues bloquea el congreso, pide obras o fondos y desbloquea el congreso. Las telefónicas y algunos hombres fuertes del Gobierno como Alejos, por ejemplo, le buscaron para torpedear la reforma fiscal de 2009.
Uno de sus negocios que salió a luz pública fue cuando demostramos en Prensa Libre que se había robado un terreno municipal en Flores, robado una legua del lago Petén-Itzá, y construido un centro comercial. Investigación que logramos publicar a pesar de los obstáculos de algunos de sus periodistas amigos. Amigos periodistas que sí publicaron en portada cuando sus papás fueron amenazados en Petén, una semana después de la masacre de 27 campesinos, después de que él ofreció aplicar la pena de muerte.
Ofreció llevar a Guate al mundial en su gobierno, pero se le adelantaron los patojos de la sub-20. Ofrece colgar en el parque a asesinos, al estilo de algunos países africanos y árabes, como si hiciera falta sangre en este país. Censura a la prensa en Petén –donde construyó una su estatua con fondos públicos– pero tiene una columna en este diario. Es, sin duda, uno de los políticos más astutos de la contienda. Pero bueno, tomemos en cuenta quién es antes de despertarnos y decir “pero tan bueno y preparado que parecía”. martinpellecer@gmail.com
Esta columna fue publicada originalmente en elPeriódico de Guatemala
y en www.MartinRodriguezPellecer.com
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