Dice la nota de marras: “En Guatemala, 30 de cada 100 personas podría tener trastornos de personalidad antisocial y ser consideradas sociópatas, según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), basado en los estudios clínicos que realiza tanto a víctimas como a delincuentes. En 2013, el departamento de psicología y psiquiatría del Inacif ha realizado 8 mil 063 evaluaciones, en las cuales la mayoría de entrevistados presenta desórdenes de personalidad.
Los análisis determinaron, también, que no todas las personas tienen un perfil único, aunque la mayoría encaja en el de sociópatas, también hay psicópatas, afirma Juan Muñoz, jefe del área de Psicología del Inacif. Los sociópatas son personas que tienen un padecimiento psiquiátrico, un grave cuadro de personalidad antisocial que les hace rehuir las normas preestablecidas, no saben o no pueden adaptarse a ellas.
A criterio de Muñoz, en una sociedad normal, 3 de cada 100 personas son sociópatas, pero en un país como Guatemala, con altos índices de violencia, esta patología podría ser del 30%. … El sociópata es capaz de actuar en forma jovial y encantadora, ser buen adulador y manipular las emociones de otras personas, pero a su vez quebranta la ley constantemente, descuida su propia seguridad y la de los demás, tiene problemas con el consumo de drogas, así como de mentir, robar y pelear con frecuencia.
Una de las características es que no tienen culpa o remordimiento por lo que hacen; a menudo son enojadas y arrogantes. El Inacif estableció que el 99% de los delincuentes que han sido evaluados sabe lo que está haciendo cuando ejecuta una acción criminal.”
Pero la sociopatía, de hecho, podría ser algo que se encuentra a bordo de mentes como la de los dirigentes sociales, presidentes o líderes de empresas, es decir, de gente que debe funcionar de manera perfecta en sociedad. Según la literatura médica, se estima que 4% de los estadunidenses presentan conductas sociópatas en su vida diaria, e incluso presidentes como Theodor Roosevelt y John F. Kennedy han sido declarados sociópatas debido a lo que puede interpretarse como una necesidad de dominación y control absoluto.
La sociopatía es un desorden de personalidad que se manifiesta en el trato con uno mismo y los demás, y puede incluir conductas deshonestas y manipuladoras; se dice que los sociópatas son encantadores, narcisistas y carecen tanto de remordimientos como del control de sus propios impulsos. Robert Hare, psicólogo criminal; afirmó que “es cuatro veces más probable hallar un psicópata en lo más alto de la escalera corporativa que encontrarlo en la oficina del conserje”.
Otros estudios sobre principios y valores también indican que las violaciones a la ética son realizadas por quienes se encuentran en los puestos de mando de las empresas o instituciones. Lo que no se determina es si esta forma de torcer la ética les ha permitido llegar a estas personas a esas posiciones, o que por el hecho de encontrarse en esas posiciones se sienten con el derecho de ignorar los derechos de los demás.
Aunque un estudio como el que ha hecho el Inacif, creo que debe ser discutido metodológicamente y acotado en su alcance; no deja de ser interesante para poner el tema en observación, ¿quién será el sociópata?, ¿el columnista, el lector, o quizás el editor?
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