En su mayoría estos grupos no solamente están en contra de que el gobierno le proporcione a sus ciudadanos programas para mejorar su salud sexual y reproductiva, sino que también han vilificado las necesidades de la población en especial a las mujeres. Estos grupos han propagado una serie de mitos y mentiras en relación a salud sexual y reproductiva, con lo que han logrado contaminar el diálogo social alrededor de la importancia de este tema. Por ejemplo, han asegurado que el Estado desea intervenir en las vidas privadas de los ciudadanos e imponer estos programas en los hogares, cuando estos realmente no lo necesitan ni lo quieren. Esto es una gran falsedad, ya que son los ciudadanos, en especial las mujeres quienes exigen que se les proporcione los recursos y la información para mejorar su salud sexual y reproductiva. Esto es particularmente cierto en nuestro país, especialmente en el interior en donde los índices de mortalidad materna, abuso sexual y maternidad infantil son espeluznantemente altos.
La Red Nacional por la Integridad me ha permitido en los últimos tres años viajar al interior y conocer de cerca las necesidades específicas de los jóvenes guatemaltecos. Nuestras regiones de intervención han sido el sur y el occidente y en ambas los jóvenes nos han compartido sus preocupaciones alrededor de la falta de educación sexual y acceso a programas de planificación familiar. Principalmente su preocupación nace de los altos índices de maternidad infantil y abusos sexuales que ocurren en ambas regiones. Por lo tanto, en vista de la falta de voluntad política del gobierno por impulsar programas para mejorar la salud sexual y reproductiva de la población, diferentes organizaciones juveniles han tomado la decisión de impulsar sus propios programas. Uno de los programas que me ha llamado más la atención por su carácter integral e innovador es el programa A jugar por mi salud, impulsado por la organización Paz Joven Guatemala con el apoyo de UNICEF. Esta es una organización juvenil que lleva más de cinco años activa en nuestro país y que trabaja sobre temas de juventud y cuenta con más de 500 jóvenes voluntarios.
El programa A jugar por mi salud nace debido a varias cifras realmente preocupantes que pintan un panorama gris para la salud sexual y reproductiva de los jóvenes guatemaltecos, específicamente a los adolescentes. Por ejemplo según la Primera Encuesta Nacional de Juventud, el porcentaje más elevado de iniciación sexual se encuentra entre los jóvenes de 15 a 18 años. Esta encuesta también resaltó que “8 de cada 10 mujeres sin ningún nivel de estudios han experimentado un embarazo y 2 de cada 10 jóvenes desconocen como se trasmiten el VIH y otras enfermedades venéreas”. Dicho proyecto tiene como objetivo principal “aumentar las capacidades y conocimientos de adolescentes y jóvenes sobre salud sexual y reproductiva y prevención de ETRS, VIH y Sida en 13 municipios”. Este programa tiene contemplado impactar directamente a 250 adolescentes y 1,300 en forma indirecta. Dicho programa tendrá como base talleres de formación y se complementará con actividades interactivas para respaldar el proceso formativo. Lo que más llamó mi atención sobre dicho proyecto es la implementación de métodos innovadores para ampliar su cobertura, como por ejemplo el uso de la tecnología para informar a los jóvenes. Me refiero que los participantes durante el proceso formativo recibirán información pertinente a la salud sexual y reproductiva a través de mensajes de textos completamente gratuitos. Este método busca mantener a los beneficiarios no solamente interesados sino que también informados. Otro aspecto importante es que los primeros talleres serán impartidos por psicólogos que buscan reforzar la importancia de la autoestima y así promover el respeto de sus cuerpos. Este proceso busca atacar el problema de manera integral ya que no solo tocará temas fisiológicos sino que también emocionales. Es importante resaltar que dicho proyecto también se asociará con las instituciones municipales de salud para crear puentes entre las autoridades y la población.
Creo que este proyecto será exitoso ya que tiene un estructura orgánica y horizontal en donde lo más importante son las necesidades de la población. Es importante que apoyemos proyectos como este que buscan empoderar a los jóvenes y a las mujeres a retomar el protagonismo de su salud sexual y reproductiva. Si le interesa conocer más a fondo este proyecto, visite: http://pazjovenguatemala.jimdo.com/proyectos-2012/a-jugar-por-mi-salud/
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