Si hace bastante tiempo se vienen ensayando y construyendo pactos sociales de la más variopinta agenda y amplitud, dando resultados escasos y fallidos en la práctica, es válido sugerir que lo primero que debemos hacer es poner un alto a la crisis de valores que nos envuelve como sociedad; y que esta acción se materialice en una convivencia pacífica y una mejora en la calidad de vida de las poblaciones.
¿Dónde podemos encontrar valores y principios que partiendo de una concepción indivi...
Si hace bastante tiempo se vienen ensayando y construyendo pactos sociales de la más variopinta agenda y amplitud, dando resultados escasos y fallidos en la práctica, es válido sugerir que lo primero que debemos hacer es poner un alto a la crisis de valores que nos envuelve como sociedad; y que esta acción se materialice en una convivencia pacífica y una mejora en la calidad de vida de las poblaciones.
¿Dónde podemos encontrar valores y principios que partiendo de una concepción individual se multipliquen y sustenten los valores y principios de la sociedad a la que aspiramos? ¿Cuáles pueden y deben ser estos valores y principios más allá de los fijados por la urbanidad, la asertividad y la cultura? ¿Cómo logramos que se vean reflejados a tiempo y con sostenibilidad en el modo de vida de nuestra sociedad?
Para satisfacer estas preguntas, ensayemos tanto las personas como las instituciones entre otros con los siguientes valores: autoayuda, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad, solidaridad; y con los siguientes principios: no discriminación y respeto al libre albedrío, cooperación, interés por la comunidad, autonomía e independencia entre otros.
Los anteriores son algunos de los valores y principios del movimiento cooperativo mundial, y han demostrado ser eficientes y válidos para mantener la cohesión de sus miembros, para superar las crisis económicas, para generar una identidad y en resumen para crear una doctrina. Deberíamos ensayar algunos de ellos, complementarlos con otros enfoques doctrinarios que busquen el bien común y animarnos a tratar de ser buenos; podríamos repetir el coro de una canción de Rubén Blades: “estudia, trabaja y se gente primero, allí está la salvación”.
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