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De cómo bloquear un Congreso sin contar con mayoría

Lider había recurrido, sin mucho éxito, a los mecanismos que el ahora partido oficial perfeccionó durante el gobierno de Álvaro Colom, cuando cada uno de sus integrantes dilataba su participación en el Congreso por horas y horas para cansar al resto de asistentes y bloquear así las propuestas que beneficiaban al Ejecutivo.
La efectividad para bloquear las sesiones por medio de una interpelación se deriva de que es un derecho constitucional de los legisladores.
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De cómo bloquear un Congreso sin contar con mayoría

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La interpelación que Libertad Democrática Renovada (Lider) mantiene contra el ministro de Finanzas, Pavel Centeno, hizo que el Congreso llegara al período de receso parlamentario sin muchos más avances que los obtenidos durante los primeros 32 días de la legislatura. De lo que va de año, tres cuartas partes se han dedicado a cuestionar al alto funcionario. La falta de acuerdos entre oficialismo y oposición mantiene sin concluir la etapa del debate por el voto de falta de confianza, mientras varias iniciativas continúan a la espera de que los diputados las discutan.

Por un momento pareció fácil la forma en que el Partido Patriota (PP) había alcanzado varios objetivos en el Congreso. Diez iniciativas aprobadas en el Congreso –algunas de ellas muy útiles para la administración central– después de un mes de sesiones parecían un buen augurio., Pero la racha de logros concluyó el 16 de febrero, cuando Libertad Democrática Renovada (Lider) empezó a interpelar al ministro de Finanzas, Pavel Centeno.

Los intentos de (Lider) por ejercer oposición a las propuestas que varias bancadas lideradas por el partido de Gobierno llevaban a discusión al pleno del Congreso habían sido inútiles. Antes de esa fecha, el Partido Patriota no sólo había fortalecido sus filas con nuevos diputados, sino que en buena medida había robustecido sus alianzas en el Parlamento con el resto de los bloques y había tenido a su disposición más de 105 votos para aprobar cualquier propuesta en el momento que fuera necesario.

Lider había recurrido, sin mucho éxito, a los mecanismos que el ahora partido oficial perfeccionó durante el gobierno de Álvaro Colom, cuando cada uno de sus integrantes dilataba su participación en el Congreso por horas y horas para cansar al resto de asistentes y bloquear así las propuestas que beneficiaban al Ejecutivo.

Si a Lider estas tácticas no le habían dado el resultado deseado, la explicación había que buscarla en Gudy Rivera, el oficialista presidente del Congreso. Cuando los diputados opositores se disponían a perpetuar la discusión, el Rivera daba por concluido el debate y los congresistas de corbatas rojas se debían resignar con razonar su voto.

Antes de concluir el primer mes de sesiones, se preveía un camino de negociaciones más difícil de recorrer para el oficialismo, pero no fue eso lo que le permitió a Lider bloquear el Congreso desde entonces hasta que concluyó el primer período ordinario de sesiones de este año (de mayo). Fue una herramienta legal, también utilizada y perfeccionada en Legislaturas anteriores: la interpelación.

El alumno supera al maestro

La tendencia a interpelar funcionarios, que puso de moda el Partido Patriota durante el período anterior llegó al punto de que al final de la Legislatura se había empleado en interrogatorios a ministros el equivalente a un año en sesiones plenarias.

Emplear el 25 por ciento del tiempo del Legislativo sólo para interpelar –como ocurrió de 2008 a 2011– puede parecer excesivo al tomar en cuenta las urgencias de este Organismo, pero la cifra es muy inferior al 75 por ciento dedicado a este fin desde el 14 de enero (ver documentos descargables).

La efectividad para bloquear las sesiones por medio de una interpelación se deriva de que es un derecho constitucional de los legisladores. La idea de la interpelación es garantizar que los representantes de los ciudadanos puedan fiscalizar el trabajo de los funcionarios públicos. Pero no parece esa la intención actual.

Roberto Alejos, expresidente del Congreso, lamenta que desde hace un poco más de dos años los interrogatorios a los funcionarios hayan servido en esencia para obstruir la agenda. El congresista explica que las protecciones legales a este proceso son conquistas democráticas que se desvirtúan con el uso que algunos diputados hacen de ellas.

El PP parecía haber encontrado la forma de librarse de este proceso cuando Centeno presentó una carta renuncia ante el Congreso pero no fue aceptada por el presidente Otto Pérez Molina. El oficialismo señalaba que con ello concluía la interpelación, pero una acción de Lider ante la Corte de Constitucionalidad (CC) obligó a los legisladores a seguir con el proceso.
Lider, sin embargo, no logró que se continuara con la fase de preguntas en que se encontraban y se vio obligado a entrar directamente al debate. Si las expectativas eran que con esto el final estuviera cercano, no quedaron satisfechas, pues han transcurrido más de dos meses desde que el aún Ministro presentara su renuncia.

Tabla de asistencia y duración de sesiones


Los señalamientos mutuos

Aleksander Castillo, subjefe de bancada del PP, lamenta que el ritmo que traía el Congreso se haya perdido con el inicio de la interpelación y achaca esta responsabilidad a los opositores. Sin embargo, Lider acusa al PP de obstaculizar su derecho a interrogar a los funcionarios y de ser responsable de estos atrasos.

La causa de este señalamiento se centra principalmente en las tres primeras sesiones destinadas a la interpelación: fueron suspendidas porque no el número de diputados que habían asistido era demasiado bajo.

Otro elemento que alimenta esta queja es que la mayoría de sesiones se interrumpe después de unas horas por falta de quórum.
Castillo expone que la primera vez que no llegaron a la sesión los diputados estaban muy cansados por haber salido esa misma madrugada de la sesión anterior –tras haber aprobado la Ley de Reactivación Tributaria– y en las siguientes no estuvieron por “cuestiones aparte”, pero añade que Lider tampoco ha mostrado mayor interés en su propio interrogatorio y esto se ha manifestado con sus inasistencias.

Y es que la bancada de Lider jamás ha estado completa durante las sesiones de interpelación. Si bien es normal que los diputados salgan por momentos del hemiciclo, las ausencias de este bloque durante algunos momentos de las sesiones han sido hasta 20, un alto índice para una bancada de 25 miembros.

Si se considera que la suma de diputados de Lider y del PP da más de 80 diputados, se supondría que la sola presencia de quienes piden que se cumpla con la interpelación y los principales interesados por que la agenda avance sería suficiente para el quórum se mantuviera integrado el mayor tiempo posible, pero únicamente las sesiones del 13 de marzo y 12 de abril duraron más de cuatro horas.

Castillo indica que el PP no interpeló en el primer semestre. También menciona que las interpelaciones efectuadas por su partido eran diferentes, pues, con excepción del exministro de Gobernación, Carlos Menocal, todos los funcionarios citados fueron eventualmente destituidos, lo que demuestra que había un objetivo concreto para el interrogatorio.

Eduardo Camey, subjefe de la bancada de Lider, admite que, debido a la falta de apoyo político, lo más probable es que el Congreso no le dé el voto de falta de confianza al Ministro de Finanzas; pero indica que su bloque insiste en no deponer este proceso para hacer valer su derecho y evidenciar ante la opinión pública la incapacidad en la dirección de esa Cartera.
El receso reglamentario, que empezó a mediados de mayo, le permite al Congreso abordar otros asuntos –como lo hizo al elegir al nuevo Procurador de Derechos Humanos–.

Sin embargo, si no se logra un acuerdo sobre este tema entre Lider y el PP en los próximos dos meses, el debate deberá retomarse en agosto, (con el reinicio de las sesiones ordinarias) y puede continuar durante algunos meses más. Esto porque cada diputado del bloque interpelante tiene el derecho a tres intervenciones para exponer sus motivos para darle el voto de falta de confianza al funcionario y todavía quedan seis de ellos pendientes de hacerlo por segunda vez.

 

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