Plaza Pública
Publicado en Plaza Pública (https://www.plazapublica.com.gt)

Inicio > Varados

Varados

18 06 20 -- Míchel Andrade
imagen columna: 
2 mins
Tipo de Nota: 
Opinión
Escucho Dazed and Confused (1969), de Led Zeppelin. Un regreso a los clásicos que sirve de marco a una conversación sobre planes de viaje pospuestos y sobre cuántas semanas podrían faltar para salir del confinamiento.
Categoría columna: 
opinión
Tema: 
Poder y Ciudadanía

Le doy un sorbo al café y retengo en mi boca unas palabras: no tengo ninguna nostalgia de los aeropuertos.

No atesoro las imágenes de la policía francesa haciendo mil preguntas sobre mi visa Schengen ni recuerdo con gratitud el escáner de cuerpo entero en el aeropuerto de Bogotá. Pero guardo, en algún sitio, una fotografía en blanco y negro de la terraza del antiguo aeropuerto Mariscal Sucre, desde la cual se podían ver aterrizajes y despegues.

Recuerdo una mañana llena de sol —y seguramente de alta radiación UV, que no era precisamente una preocupación familiar en los 70— esperando, junto con toda la familia, al pariente que estudiaba en Roma y mirando a los pasajeros que descendían por las escaleras directamente hacia la pista.

Un nuevo normal sobre cómo subir y bajar de aviones, con cuarentenas y pruebas rápidas, es una de las incógnitas para la reactivación de dos sectores que están entre los más afectados por la pandemia, junto con las vidas de personas y comunidades que construían sus ingresos mediante la presencia de turistas.

Aquí hay uno más de los universos en pausa a causa de la pandemia, que abarca desde la proliferación de pisos para renta turística que han desplazado a los habitantes de los centros históricos de varias ciudades del mundo hasta las mujeres que venden sus artesanías en el muelle de algún puerto caribeño y los empleados de hoteles que de pronto se vieron en la calle.

El tráfico aéreo se ha detenido casi totalmente en el mundo. En ciudades como Guatemala o San Pedro Sula, el ruido de los únicos aviones que entran y salen corresponde al de los vuelos de deportados o al de los escasos rescates humanitarios.

[frasepzp1]

Y en este último aspecto, las imágenes de quienes aún están varados en los aeropuertos alrededor de mundo, esperando por un vuelo que los lleve de vuelta a sus países, seguramente están entre los miles de historias dramáticas que genera la pandemia. Estudiantes, artistas, mochileros despistados, pacientes que cumplían con un tratamiento… En casi todos los casos, gente que vive al límite de su tarjeta de crédito, a la espera de una oportunidad de volver a casa, que, por el otro lado de la moneda, se refleja en personal consular y diplomático al borde del agotamiento y acusado, con razón o sin ella, de hacer poco.

La Vanguardia publicó esta semana un reportaje que cita a los artistas que fallecieron por la gripe española, incluyendo casos de personas que escaparon de las capitales europeas hacia el campo, pero que no lograron evitar la enfermedad. El autorretrato de Munch al superar la enfermedad ilustra el artículo, al igual que la historia de la enemistad entre Yeats y Maud Gonne. Seguramente, en unos años las historias que estaremos escribiendo sobre las personas varadas tendrán esos tintes, que por ahora forman parte de la tragedia con la que estamos conviviendo bajo la única certeza de que esto aún no acaba.

Termino estas líneas al ritmo de Under Iron Feet (2013), de los Heavy Eyes: «Call us the masters of this place. / We are the living whose lives are taken». Me quedo con una sonrisa irónica al escuchar esos versos. Ojalá nuestra arrogancia nos permita aprender algo de todo esto.


URL del envío: https://www.plazapublica.com.gt/content/varados