El club unido a la fuerza

Investigación y textos: Javier Tobar
Edición: Francisco Rodríguez y Enrique Naveda
Diseño web: Dénnys Mejía
Desarrollo: Erick Alvarado
Ilustraciones: Suandi Estrada y Dénnys Mejía
24 de marzo de 2021

Son pocos y han tenido peleas entre ellos, pero usualmente caminan en la misma dirección.

Winaq, división afuera y adentro
(4 diputados)

Los diputados del Movimiento Winaq llegaron al Congreso con una agenda definida y una postura política de oposición al gobierno, dice Sonia Gutiérrez Raguay, la jefa de la bancada. Por eso, desde el primer día, el 14 de enero, explicaron que su trabajo se enfocaría en la lucha contra la corrupción, la defensa de los derechos humanos y la recuperación de las instituciones públicas. Y también, desde ese día, se sumaron a los esfuerzos para hacer un contrapeso a Vamos y su alianza oficialista:

«Varias bancadas nos unimos porque decidimos apoyar el esfuerzo liderado entonces por la UNE para integrar la Junta Directiva; por supuesto que tenemos diferencias entre las bancadas y dentro de las mismas, pero entonces teníamos que agruparnos por la agenda que llevamos en común», señala la congresista.

Ese día, Winaq, junto a las bancadas de oposición, fracasó en su intento por controlar el Congreso. Y ese solo sería el comienzo de un año complicado para el grupo de izquierda, que por primera vez consiguió cuatro escaños.

Otro tropiezo para Winaq es el atraso en la elección de la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Apelaciones, un tema prioritario en la lucha contra la corrupción. Sonia Gutiérrez, junto a diputados de Semilla, UNE, Creo y URNG han presentado 17 mociones para que se priorice la elección, pero todas las iniciativas han sido bloqueadas por la alianza oficialista.

«Creemos que hay que elegir magistrados y hay que hacerlo bien. Entendemos que la Corte de Constitucionalidad atrasó el proceso y con justa razón. No era posible elegir a magistrados que se habían reunido con un empresario que está hundido en la corrupción. Y ahora que ya podemos elegir», el oficialismo nos bloquea.

La agenda de Winaq difícilmente avanza en el pleno del Congreso y dentro de la bancada las cosas tampoco marchan bien. Sonia Gutiérrez y el diputado Aldo Dávila tuvieron una serie de enfrentamientos verbales a lo largo del año, que escalaron hasta una ruptura sin retorno.

Sonia Gutiérrez dice que Aldo Dávila no respetaba los consensos y decisiones del grupo político. Y como ejemplo cita su decisión de convocar, en 2020, a una reunión al entonces jefe del Centro de Gobierno, Miguel Martínez, o solicitar la interpelación al ministro de Desarrollo, Raúl Romero. Por eso, en octubre la diputada decidió notificar a la Junta Directiva del Congreso que Aldo Dávila ya no forma parte de su bancada. En respuesta, Aldo Dávila dijo que no renunciará a la bancada y tampoco puede ser obligado a enfrentar a un tribunal de honor de Winaq porque no está afiliado al partido. «Seguiré formando parte de la bancada y trabajando intensamente en mis planes de fiscalización, aunque eso incomode al partido», dijo.

Además, en octubre de 2020, el excandidato presidencial de Winaq, Manuel Villacorta hizo un tuit que recomendaba a la oposición agruparse en un bloque liderado por el diputado Samuel Pérez Álvarez, de Semilla. No tomó en cuenta y ni siquiera mencionó a Sonia Gutiérrez.

La congresista dice que las mujeres, y sobre todo las mujeres indígenas, se enfrentan a un ambiente machista y racista en la política. Y cree que ese es uno de los obstáculos más difíciles de superar en el Congreso. «Se piensa que las mujeres indígenas no tenemos la capacidad para liderar, y que los espacios se los tenemos que ceder a los hombres blancos y capitalinos. Y se equivocan», apunta.

La oposición histórica de URNG
(3 diputados)

Una de las bancadas con más trayectoria en la oposición, y a la vez, una de las más pequeñas, es la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).

Con tres diputados, URNG es parte del bloque de oposición en el Congreso que intenta hacer frente al oficialismo. El 14 de enero de 2020 votaron a favor de Orlando Blanco, de la UNE, para la presidencia del Congreso.

Desde entonces, los diputados de URNG han reafirmado su papel como oposición acercándose a Winaq, Semilla y MLP.

El diputado Walter Félix dijo que uno de los principales objetivos en su bancada es denunciar y oponerse a medidas antidemocráticas, como la declaración de estados de sitio que limitan los derechos ciudadanos.

«Nos hemos opuesto a esas medidas que no resuelven los problemas de la población y, al contrario, implican más presión comunitaria».

Una de las principales causas de la URNG es la elección de cortes. Los tres diputados, coordinados con sus aliados, presentaron varias mociones para elegir magistrados de la Corte Suprema de Justicia y la Corte de Apelaciones en 2020.

Aunque ninguna de esas mociones resultó efectiva, Felix dice que cada esfuerzo que hicieron fue útil para denunciar a quienes procuran impunidad.

«Aunque somos minoría, si le dejamos bien claro a la población que el oficialismo está del lado de la corrupción y de la impunidad. Y eso lo tienen que tomar en cuenta en cada votación».

MLP, una oposición en solitario
(1 diputada)

El activismo empujó a Vicenta Jerónimo a participar en la política y, con 121,743 votos en la elección de diputados por lista nacional, terminó en el Congreso como la única diputada del Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP).

Vicenta Jerónimo, una mujer mam y activista del Comité de Desarrollo Campesino (Codeca), representa solo un voto entre 160 del Congreso, pero dice que consulta con las bases de su partido sobre todas las decisiones importantes que toma y por eso su «voz representa a los pueblos».

La diputada del MLP es crítica con el resto de diputados y partidos políticos, a quienes llama «politiqueros», y por eso permanece aislada del ecosistema de alianzas y disputas políticas dentro del Congreso. Esos líos no son para ella. Por eso, en el primer día de la legislatura, la congresista no votó por el oficialismo ni por la oposición. Simplemente se opuso a las planillas de Vamos y de la UNE.

La congresista dice que su agenda tiene como prioridad a las personas y sobre todo a los grupos más excluidos: los pueblos mayas, las mujeres, la niñez.

Vicenta Jerónimo cree que el oficialismo no responde a las necesidades de la población y uno de los ejemplos más claros, a su criterio, es «el intento de resolver conflictos a través de los estados de sitio».

Entre mayo y junio, Giammatei declaró estado de sitio en Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán (también se había incluido a Santa Lucía Utatlán por error), municipios de Sololá, debido a un violento conflicto entre dos poblados por el control de tierras. Vicenta Jerónimo encabezó las voces de rechazo a esta disposición, que restringía las garantías constitucionales.

«No tiene sentido que el oficialismo se oponga a la elección de las cortes, que se necesita para que haya justicia, y al mismo tiempo quiera resolver los conflictos de tierra usando estados de sitio'», reclamó.

A pesar de que responde al MLP y se mantiene al margen de la dinámica partidaria, Vicenta Jerónimo es cercana a Sonia Gutiérrez, de Winaq, se sientan una al lado de la otra en la instancia de jefes de bloque, y votan de forma muy parecida.

La diputada del MLP apoya la elección de cortes, los estados de calamidad (para atender la pandemia del COVID19 y los desastres naturales); en el caso de los préstamos, estuvo ausente en todas las sesiones y por eso no votó ni a favor ni en contra.

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