Ximena y Leonardo

He pensado en las contradicciones de lo que significa hoy en sociedad. Alguna vez se pensó que la sociedad era producto de nuestras necesidades recíprocas y que necesitábamos de los otros para lograr vivir bien. Hoy estamos muy distantes de concebirnos de esa manera… El individuo y no la comunidad se ha convertido en el centro de la comunidad.

He tenido muy presente las reflexiones de Andrea y Juan Carlos en un blog vecino (www.elsalmon.org),  sobre lo que significa la caridad en nuestra sociedad de hoy. Es atinado replantear constantemente una crítica hacia lo que nos mueve a actuar ante el sufrimiento, las situaciones difíciles, los problemas del otro. Como Andrea, pienso que la caridad “lava-conciencias” es falsa y perversa que termina siendo otra actitud egoísta; y como Juan Carlos pienso también que hay caridad que es una relación de amor con quien no es del círculo cercano. Mientras haya reflexiones que tengan que ver con los otros y con nosotros mismos, habrá comunidad y ojalá mejor comunidad, más genuina y de un corazón más grande.

Esas reflexiones las veo materializadas cuando aparecen Ximena y Leonardo. Leonardo tiene 34 años y vive en Concepción Las Lomas, la comunidad vecina de la Universidad Rafael Landívar, en donde también trabaja y Ximena es una estudiante de Comunicación. Leonardo salió herido en una balacera y ha tenido que guardar reposo, sus hijos están por comenzar la escuela y él debe ver qué hacer para comprarle sus útiles. Ximena crea un evento en Facebook y pide que nos sumemos a ayudar a Leonardo. La respuesta supera sus expectativas. Como algunos landivarianos, ella también ha compartido con varias personas que hacen parte de la Universidad, que son profesores de la vida real, el único curso que nunca se acaba, y el único que vale la pena ganar.

Ver las fotos de lo que muchos han llevado al laboratorio de Comunicación, leer los comentarios de gente que quiere seguir ayudando, saber cuánto se ha recaudado de pequeño a pequeño depósito, me sigue manteniendo esa pregunta que tal vez fue también la de Úrsula, Andrea, Juan Carlos, ¿qué nos mueve a ayudar?

La respuesta no es fácil cuando vivimos en un país donde miles y miles de personas viven una difícil situación de pobreza, de exclusión, dónde niños saben qué significa tener hambre. No es fácil tampoco porque se tiene un grosso de la población del mismo país que vive del trabajo de otros, de robos, de transas, y un Estado que debería velar por la vida y no sólo la supervivencia, de todos. En esa respuesta, para mí, está la respuesta de la comunidad que queremos ser, sin perder de vista las distintas escalas de lo que significa la comunidad: cuando nos encontramos frente alguien y cuando nos enfrentamos frente al Estado y todas aquellas instituciones y organizaciones que dicen luchar por el bienestar y el bien común y hacen todo lo contrario. 

Ximena y Leonardo nos han dado una posible respuesta, entre muchas que pueden existir. Gracias a ambos.