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Vals

Luego nos llamaron a todos. Entonces entendí qué hacíamos. Una de las víctimas, una chica que había sido abusada por su padre con el consentimiento de su madre, cumplía quince años y esa era su fiesta.
Tipo de Nota: 
Opinión

Vals

13 de Febrero de 2012
Palabras clave

Llevaba uno o dos meses en aquella oficina. Había pasado mis primeros cuatro años como trabajador del Ministerio Público, en una Fiscalía que interviene únicamente en procesos constitucionales. Es decir, había pasado todo ese tiempo en lo mío, o lo que consideraba mío entonces: la filosofía del derecho. Era interesante, pero al tiempo, se volvía monótono. Emitía opiniones sobre puntos de derecho y listo. Un flan.

Pedí mi cambio. Me asignaron a la Unidad de la Niñez y la Adolescencia Víctima, que se dedicaba a investigar sobre todo abusos sexuales cometidos contra niños y adolescentes. Terrible. Aún recuerdo el primer caso que me asignaron, lo que sentí cuando leí la denuncia, ese profundo sentimiento de malestar que comienza con un dolor en las vísceras. Y da asco sí, pero como nunca lo había sentido, porque no era sólo eso: era tristeza, era pánico, era rabia. Sí. Era todo.

Mi hijo tenía un me...

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